Bago es una pequeña ciudad cerca de Bagan. Su principal llamativo es una gran concentración de pagodas y otros monumentos budistas y la cercanía de la Roca Dorada, uno de los lugares más venerados que ver en Myanmar. Aquí te contamos nuestra experiencia en Bago y sus alrededores.
Qué ver en Bago
Nos alojamos en el hostal San Francisco Guesthouse, bastante sencillo, pero muy barato y con un personal super amable. Las dos hermanas que llevan el hostal te ayudan un montón y te dicen lo que hay que ver y cómo hacer para evitar pagar las entradas en los templos, ya que el dinero va al gobierno, son muy caras y la población no tiene nada de beneficio. Visitamos el templo Shwemawday Paya donde se encuentra la estupa más alta de toda Birmania, la entrada vale 10 dólares, pero después de las 16.30 ya no hay controles y se puede entrar gratis, si no, a cualquier hora se puede entrar de la entrada Este (opuesta a la entrada oficial), allí nunca hay controles.
Encontramos sin problemas y dimos una vuelta en el templo, bonito pero bastante sucio y dado el precio del billete casi no había turistas. Opuesta a la entrada Este hay un túnel muy largo que llega a otro templo. Nada más meternos en el túnel tres niños (dos nenas y un nene) muy monos, corrieron hacia nosotros y no nos dejaron hasta el final. La nena pequeña tenía la cara pintada con el thanaka que es un maquillaje hecho con una raíz, por lo tanto natural, que las mujeres, los niños, las niñas, los chicos y las chicas usan con un objetivo estético. A Rachele le parece bonito, para Gábor no tanto, en fin, este maquillaje protege también la piel del sol. También los hombres los usan hasta que alcanzan la edad adulta.
Paseamos hasta y en el templo con los niños, les dimos pulseritas e intentamos interaccionar con ellos, no ha sido muy fácil, pero unas sonrisas lo arregla todo!!! En este túnel muchas veces había unos altares budistas y los niños nos decían cuando teníamos que quitarnos los zapatos, nos indicaban el camino y nos enseñaron que la nena más grande podía subir a un árbol para recoger frutas mientras los otros dos estaban abajo a recuperar la fruta que la nena les tiraba. Mientras tanto nos alcanzó un grupo de niños que se pusieron a jugar fútbol con Gábor.
Nos despedimos de nuestros amigos y nos dirigimos al Buda tumbado o mejor dicho a los Budas tumbados: uno, el más nuevo se puede ver siempre sin pagar mientras que el otro hay que esperar las 17 para que se vayan los controladores. Los dos son muy bonitos y valen la pena.
En la ruta encontramos otros niños que queríanjugar fútbol y voley con Gábor; hoy es el día futbolero. Ah se nos olvidaba deciros que en Myanmar los vaqueros dejan paso a las faldas que se llama longyi, ya sea para niños, hombres o mujeres. Gábor también intenta adaptarse a las costumbres locales, así que mirad lo gracioso que es con la faldita jugando fútbol!!!!!
Acabamos el día visitando un último templo con otra estupa, pero la verdad es que para hoy ya nos hemos cansado un poco de ver estas construcciones.
Otro monumento muy importante que se encuentra en los alrededores de Bago, es la Roca Dorada, una roca que según la creencia budista está en equilibrio encima de un pelo de Buda y que ha aguantado varios terremotos y calamidad natural. No es nada sencillo llegar y es un viaje bastante extenuante (por lo menos si escogéis la opción más barata). A las cinco de la mañana cogimos una furgoneta llena de mujeres con churros (algo parecido) que iban a venderlos en los mercados. El viaje fue largo, pero bastante divertido, el paisaje es muy bonito y nos divertimos a observar la gente que subía y bajaba de la furgoneta.
En un cierto punto subieron una decena de mujeres hindúes muy bien maquilladas y vestidas; no paraban de hablar de nosotros, éramos el centro de su atención. Por fin, después de unas cuantas paradas, un cambio de rueda y otro de furgoneta llegamos a Kimpon de donde cogimos un camión que nos llevó hacía arriba de la montaña donde se encuentra la roca. No entendimos con qué orden hicieran salir los camiones, pero el nuestro salió al cabo de una hora y mientras tanto vimos salir otros cinco que habían llegado después del nuestro. Cuando llegas al final del trayecto con el camión aún te esperan unos 45 minutos de subida y escalones para llegar a la roca.
Pagas la entrada, que no hay forma de escapar, y accedes al recinto. Bueno, las mujeres no se pueden acercar la roca a menos de 10 metros. Sacamos unas fotos, la miramos intensamente unos minutos para ver si nos decía algo, no nos dijo nada y hicimos el viaje de vuelta para Bago. La Roca Dorada es bonita, pero nada imprescindible.
Al final tuvimos que estar en Bago una noche más que habíamos planeado, porque nos cogió la diarrea del viajero, tarde o temprano tenía que tocar. La última mañana fuimos a ver el mercado y nos sorprendimos ver la cantidad de pescado seco que había, todo olía a bacalao seco!!!! De paso fuimos también a ver el almuerzo de los monjes en uno de los monasterios. Los monjes comen solo dos veces al día; el desayuno y la comida antes de las 12.00 y pueden comer solo lo que las gente les da. Fue bonito ver cómo comen desde de su olla.
Bueno, vamos a Kalaw que ya estamos fuera de nuestra tabla de marcha.
August
Molt bé nois! Seguiu així, ànims! Molt interessants els posts, com sempre. Petons i abraçades. Per cert el Barça demà se la juga contra el Milan, Gabor, estaràs pendent, oi? Cal remuntar un 2 a 0 en contra.
Rachele & Gábor
Hola August! Moltes gràcies! Aquí a Myanmar estem força retrasats amb els posts, gairebé no hi ha wifi als hostals i si n’hi ha, és lentíssim. A veure si el Barça fa la remontada, que hi hagi sort! Una abraçada!
Jaume
Doncs hi va haver remuntada, i va ser espectacular 🙂 Un 4-0 que recordarem durant molt temps. Ara cap a París… 😉 Una abraçada nois!