La última parada de nuestra ruta en NZ fue Christchurch, una de las ciudades con encanto que visitar en Nueva Zelanda. Después de casi un mes que teníamos nuestras cosas cómodamente repartidas dentro de Speedy, otra vez tocaba hacer las mochilas para seguir el viaje adelante. Un poco emocionados, después de recorrer 5706 kilómetros en 26 días, nos despedimos de nuestro amigo Speedy que nos acogió muy bien durante este viaje y nos dirigimos a casa de Rebekah que nos aceptó hospedar en nuestra última noche en la tierra de los kiwis.
La verdad es que después de haber leído cosas sobre Christchurch y considerando el desastre que causó el terremoto del año pasado que dejó la parte bonita de esta ciudad completamente destruida, hemos decidido dedicar solo un día a la ciudad más importante de la isla sur. Dimos un paseo al centro donde aún hay muchas calles cerradas por peligro de derrumbe y nos ha sorprendido y alegrado también ver que las tiendas y los cafés en la parte accesible de la ciudad se hayan organizado dentro a containers de miles de colores, parecía casi un nuevo estilo. Nos tocó un día muy bonito, así paseamos por los parques y nos pusimos a ver un partido de rugby.
La tarde y la noche pasamos en casa de Rebekah con su marido, Craig y sus hijos Jennifer y Joel. Nos pareció una familia maravillosa y la verdad es que fue un placer pasar el tiempo con ellos. Cocinamos juntos, charlamos y hasta nos enseñaron un juego de cartas que se llama “Spoons” y nos pareció muy divertido.
Nos habría gustado pasar más tiempo con ellos, pero al día siguiente se acabó nuestra estancia en el país. Por la mañana tomamos el bus para el aeropuerto. Fiji y el calor nos espera!!!
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