¿Alguna vez has pensado en dormir dentro de una burbuja? Sí, has oído bien, ¡dormir dentro de una burbuja!
Ya sabes que nos gusta hacer cosas diferentes y que por nuestros lectores “nos sacrificamos” a encontrar y probar las cosas más atípicas también. Esta vez hemos estado en un hotel realmente atípico, algo verdaderamente único que hay que probar.
En nuestro último viaje a la Provenza francesa hemos querido probar la experiencia de dormir dentro de una burbuja en medio de la naturaleza.
Tendríais que haber visto la cara de Gábor (sorpresa) cuando se dio cuenta de que esta era nuestra habitación jajaja !!! Es una lástima no haberle tomado una foto!!
Pero empezamos desde el principio, con Gábor habíamos decidido ir a pasar un fin de semana en la Provenza francesa (para ver los campos de lavanda de los que te contaremos en el próximo post) y puesto que había sido recientemente su cumpleaños (y también el mío) decidí darle una sorpresa. En una artículo sobre dónde dormir en la Provenza había leído en algún sitio que aquí se podía dormir dentro de una burbuja rodeada de vegetación. Puse mano a la obra y empecé a organizarlo todo.
Hay varios hoteles de la cadena Attrap’Rêves en la Provenza y entre los cinco lugares disponibles elegí Forcalquier, una zona con cuatro casas rodeada de vegetación.
Lo particular de este hotel es que es un hotel móvil que puede ser montado y desmontado sin causar ningún daño a la naturaleza. Si quisiéramos catalogarlo entre los tipos de alojamientos, sería como un camping de lujo. Aquí se duerme dentro de una burbuja de plástico, la burbuja en su interior tiene todo lo necesario para que se pueda definir una verdadera habitación de hotel: una cama cómoda, espaciosa y todo lo necesario para pasarlo bien.
¿QUIERES MÁS INFORMACIÓN PARA PLANEAR UN VIAJE POR LA PROVENZA? AQUÍ ENCUENTRAS ALGUNOS DESTINOS QUE TE PODRÁN INTERESAR:
25 rincones mágicos QUE VER en la PROVENZA
Las mejores RUTAS de la LAVANDA por La Provenza
Hay cinco tipos de burbujas, las diferencias entre ellas son básicamente tres: la primera es que la única burbuja que tiene baño es la suite, la segunda es que algunas burbujas son totalmente transparentes y otras no, y la tercera es que cada una tiene una decoración distinta.
Hemos elegido la burbuja Zen totalmente transparente, una pasada. Cuando llegamos al alojamiento, el dueño del hotel nos enseñó un poco cómo está organizado el todo. Los baños son privados, cada burbuja tiene su propio cuarto de baño con ducha y todo lo demás. Los baños se encuentran en la zona común del alojamiento, a unos 100 metros de las burbujas. A esta altura Gábor todavía no entendía bien bien qué era aquello, eh sí… es que las burbujas no se ven, están bien escondidas y lejanas una de las otra por temas de privacidad, ya sabes cómo es …
El dueño nos dio en la mano una linterna para la noche y un telescopio para ver la luna; en la habitación después encontraremos un mapa de las estrellas para disfrutar de la noche. Gábor es cada vez más confundido.
Seguimos hablando con el propietario que nos lleva a ver el jacuzzi y nos explica que para que funcione se necesita una moneda que nos dejará en el baño por si queremos probarla.
Y … llegamos a nuestra burbuja, cuando Gábor la ve se queda sin palabras, el dueño nos explicó bien cómo funciona y luego nos deja solos. Estamos sorprendidos y fascinados, no podíamos esperar a pasar la noche aquí. Y si las expectativas eran muy altas para la noche, tengo que decir que la burbuja las ha satisfecho todas. Cuando nos pusimos debajo de las sábanas y apagamos la luz, quedamos como dos idiotas mirando las estrellas tumbados en nuestra cama muy cómoda. ¿Y cuándo nos pasa otra vez de mirar las estrellas en una cama tan cómoda? Nos olvidamos la jacuzzi y todo lo demás y quedamos en la cama contemplando el carro, la Osa Mayor, etc … hasta que nos quedamos dormidos.
«Ha sido realmente una experiencia increíble, que recomendamos al 100%.”
La mañana siguiente un desayuno maravilloso preparado en una cesta nos dio la fuerza para meternos en el coche y salir a descubrir la ruta de la lavanda… pero eso ya es otra historia.
Deja un comentario: