El Redentore es una de las fiestas más importante para la gente de la región del Veneto y sobre todo para los venecianos. Esta fiesta es una tradición muy antigua conectada con la fin de una epidemia de peste que en solo dos años causó la muerte de más que un tercio de la población de la República de Venecia.
El origen de la fiesta
Se cuenta que la peste fue vencida gracias a la devoción de los ciudadanos y al voto del dogo Alvise Mocenigo (representante de la república de Venecia) que prometió construir un hermoso templo en el caso de que la ciudad sobreviviera la epidemia. En el 1577 con la fin de la epidemia el dogo Sebastiano Venier mantuvo la promesa de su predecesor y hizo construir la basílica del Redentore por el arquitecto Andrea Palladio en la isla de la Giudecca.
El tercer domingo de julio del 1577 fue puesta la primera piedra de la iglesia y construido un puente de barcos de 330 metros de largo que unía Venecia a la isla de la Giudecca en el cual el dogo, los religiosos y el pueblo anduvieron en una procesión hasta la isla. Desde entonces cada año (ya hace cinco siglos) la ciudad de Venecia el sábado que precede el tercer domingo de julio se prepara para este grande evento.
La tradición de la fiesta de Redentore
Según la tradición desde la mañana todos los venecianos preparan sus barcos con luces y globos de colores y al atardecer llegan al bacino de San Marco y en el canal de la Giudecca para el gran evento. El mismo día viene construido el puente «votivo» de barcos que conecta la isla de la Giudecca a Venecia con unas balsas.
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La noche del Redentore es el momento más atendido de la fiesta. Rachele recuerda el clima de excitación a lo largo de todo el día. Al atardecer alcanzábamos el bacino de San Marco y buscábamos un lugarcito entre los muchos barcos para nuestro pequeño tender y los barcos de los amigos.
En la espera del grande espectáculo pirotécnico y en la típica tradición veneciana comíamos productos típicos locales como sopressa (un tipo de salami), pan biscotto (pan seco), sardee in saore (sardinas encebolladas) con abundante vino. Una emoción que aún hoy vivo cada vez que voy a la fiesta del Redentore y este año ha sido un enorme placer poder volver a participar después de no poder ir durante muchos años.
A las 23.30 empieza la magia: un espectáculo pirotécnico único al mundo que dura más que media hora. Los fuegos artificiales se extienden en el fabuloso escenario del bacino de San Marco iluminando todas las majestuosas
Los juegos de luces reflejadas en el agua crean un espectáculo tan increíble que el espectador queda fascinado y no sabe si mirar los fuegos artificiales o una Venecia que se viste de luces y colores y se desvela solo una vez al año.
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