La Noria de Viena, es seguramente uno de los lugares más emblemáticos que visitar en Viena. Aunque la Noria Gigante de Viena se encuentre dentro de un parque de atracciones, se trata de un lugar histórico, uno de los símbolos que ver en Viena.
Cuando era pequeña – tenía más o menos 8 años -, mis padres tuvieron que irse a Viena con mi hermana para 3 días. Yo no pude ir porque tenía clase y en aquel entonces a las clases no se podía faltar por ninguna razón excepto si estabas enfermo; pero faltar para ir de viaje era algo impensable.
Yo quería ir a toda cuesta, además era la primera vez que la familia iba al extranjero y lo hacía sin mi. Sin mí, que de toda la familia era la única que de verdad tenía el deseo de irse de viaje al extranjero; la que desde los 6 años soñaba con ir a Londres. Para recompensarme de alguna manera, mis padres me dejaron en casa con la abuela que menos veía y que de consecuencia era mi favorita, aunque solo porque en el mismo edificio vivía también mi prima con la que me llevaba genial. Recuerdo aquellos días como si fuera ayer. Por un lado estaba más que encantada de estar en casa de mi abuela y poder estar con mi prima todas las tardes, por el otro estaba triste porque me hubiera gustado estar en Viena aunque sabía que no se habían ido precisamente de vacaciones y que había sido mejor quedarme en casa.
Cuando volvieron, mis padres me trajeron una postal en la que estaba la Noria de Viena. Me dijeron que era enorme, la más alta y la más antigua de toda Europa. Estaba simplemente fascinada por aquella postal que todavía conservo. Desde entonces tuve el deseo de ir a visitar la noria de Viena y aunque luego antes de llegar a visitar Viena, que todo considerado quedaba bastante al lado de casa, visité otros destinos, aquella noria siempre ha tenido un lugar muy especial en mi corazón.
Historia de la noria gigante de Viena
Así que en nuestra escapada de 3 días a Viena, entre los lugares de interés en Viena que íbamos a visitar, no podía faltar la noria que siempre había visto en aquella postal con el fondo amarillo anaranjado. Si ya estábamos delante de este lugar que me volvió a traer tantas emociones y tantos recuerdos, no pude resistir a subir para contemplar los lugares más bonitos que ver Viena desde arriba desde esta noria mágica.
La noria de Viena (Wiener Riesenrad) se encuentra en el parque de que se sitúa en uno de los pulmones de la ciudad, el parque del Prater. El parque de atracciones es el más antiguo del mundo y está perfectamente conservado. La noria gigante de Viena es uno de los símbolos de la ciudad. Fue inaugurada en el 1897 por el 50 aniversario en el trono del emperador Francisco José. Si pensamos en la época, se trata de una obra monumental, una construcción metálica de 60 metros de altura de 430 toneladas con 30 cabinas. A lo largo de su historia, la noria sobrevivió grandes catástrofes. Durante la primera guerra mundial dejó de funcionar para 2 años, pero fue durante la segunda guerra mundial cuando a causa de los bombardeos la noria se incendió y fue por la mayor parte destruida. Se reconstruyó muy rápidamente, pero solo se volvieron a colocar 15 de las 30 cabinas que tenía originalmente. Antes de subir a la noria hay una sala en la que encontramos las 15 cabinas que no se volvieron a colocar donde, a través de dibujos sencillos y fáciles de entender, podemos viajar por las diferentes épocas de la historia de la ciudad.
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Subir a la noria de Viena, además de unirme a la historia de la ciudad y disfrutar de una de las cosas más imprescindibles que hacer en Viena, fue algo muy emocionante para mí. Fue como si el tiempo hubiera vuelto para atrás a cuando tenía aquellos 8 añitos. A medida que la noria va subiendo vemos por un lado el parque de atracciones del Prater que se aleja y podemos apreciar lo antiguo que es, si miramos en ambos lados vemos el enorme parque del Prater que parece no acabar nunca, es inmenso y casi no se le ve el final. Seguimos subiendo y de lo alto de la noria gigante de Viena se ve toda la ciudad por un lado la ciudad y por el otro el maravilloso río Danubio con los edificios de las Naciones Unidas. Una experiencia única no solo para los niños, sino también para los más grandotes.
Películas que se rodaron en parte en este lugar
Esta obra es tan espectacular que todo tipo de artistas la inmortalizaron y fue también escenario de numerosas pelis. La que quizás fue la más famosa que es todo un clásico es “El tercer hombre” (The third man, 1949) rodada en la Viena del 1947 como metáfora de la Europa destruida por la Segunda Guerra Mundial. La trama cuenta una intriga policíaca. Una de sus escenas principales pasa en la la noria gigante de Viena. Luego recordamos el episodio de «007 Alta Tensión» (The living daylights, 1987), ambientada durante la Guerra Fría. En esta película la noria aparece en una escena romántica que ve como protagonista el mítico James Bond. Algo más reciente para los más jóvenes (que si no, me siento como una abuelita) la noria del Prater de Viena hace de telón de fondo de la historia de amor entre los dos corazones en la película «Antes del Amanecer» (Before Sunrise, 1995).
Un día en el Prater
Viena es una ciudad que tiene muchas cosas para ver, pero si tienes varios días a disposición o si viajas con niños, pasar un día en el Prater es algo que merece la pena hacer en Viena. El Prater no es solamente el parque de atracciones que sin duda es un lugar espectacular y lleno de historia que vale por lo menos una visita, sino que es también el enorme parque de césped y árboles que se ve cuando miramos el mapa de la ciudad de Viena. El parque «Prater Verde» se extiende por 6 millones de metros cuadrados y se considera como uno de los parques más bonitos del mundo. El Prater está para disfrutarlo, se pueden hacer muchas actividades que van del picnic al aire libre, a correr, a dar un paseo con la bicicleta o con los patines o simplemente para tirarse allí y descansar leyendo un buen libro o contemplando la naturaleza. Es un parque tan grande que no te costará encontrar un lugar tranquilo donde relajarte.
Así que ya sabes, por muy poco tiempo que tengas, una escapada al Prater aunque solo sea para ver la noria gigante es una parada obligatoria que hacer en una escapada a Viena en dos o tres días.
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