Eran casi las 6 de la tarde cuando caminando por las estrechas callejuelas de Offida, un pueblo italiano en la región Marche, un escaparate iluminado en una pequeña plaza captó mi atención. En el interior había una señora que hacía encaje de bolillos y nos miraba con curiosidad. Mi instinto me dijo que tenía que entrar en aquella tienda, porque aquella señora tenía muchas cosas para contarme.
Una tienda chiquitina que parecía la entrada de una casa, en las paredes muchos marcos con encajes de bolillos en el interior, algunos de valor inestimable.
Este es el reino de Rosina, una señora que con sus 80 años sigue haciendo encaje de bolillos, un tipo de encaje típico de esta zona, y lo hace desde cuando tenía 10 años.
Orgullosa de sus trabajos me explicó que es muy difícil aprender a trabajar con bolillos y que aunque ya lleva 70 años haciéndolo, todavía no sabe hacer muchos de los encajes que vende. Su abuela, que también tenía una tienda donde vendía encajes, probablemente la misma que hoy es de Rosina, conseguía mantener la familia con su trabajo, me cuenta Rosina.
Ella tiene dos hijos varones, que nunca se han casado así no podrá trasmitir los secretos de sus encajes de bolillos a nadie. Un poco resignada nos dice que la tradición de bolillos en su familia morirá con ella.
Luego, coge un álbum que contiene las fotos de todos sus encajes y mirando el álbum me explica cuánto tiempo tardó en hacerlos. Me enseña un chal negro que tardó cuatro años en acabar cuyo valor es tan alto que no lo puede ni vender.
Rosina me ha hecho volver atrás en el tiempo cuando de pequeña observaba mi abuela bordar. Es una pena que poco a poco se estén perdiendo estos conocimientos que forman parte de nuestra cultura tradicional y es un privilegio y un honor tener la posibilidad de escuchar las historias de personas como Rosina.
Os dejo una video entrevista con Rosina donde os cuenta un poco de su vida y de sus bordados.
Cristina
Preciosa la historia de Rosina (que no aparenta la edad que tiene) y maravillosos sus trabajos…
Rachele & Gábor
Si hace unos trabajos espectaculares!!!
Cómete el Mundo
Hay tantos oficios que poco a poco se van perdiendo… Es una lástima porqué hay cosas preciosas, pero en este mundo dónde todos vamos con prisas estas cosas se van perdiendo 🙁
Un abrazo!
Rachele & Gábor
Es verdad, hoy en día vamos demasiado de prisa y ya no tenemos tiempo para hacer estas cosas. Una pena
Flavia Around The World
Una pena, una tradición que se está perdiendo. Yo aprendí en el colegio y hacía bastantes cosas, pero la adolescencia es muy mala para algunas cosas y dejé de practicarlo.
En Camariñas (Galicia) todavía puedes encontrar buenas profesionales de los bolillos
Rachele & Gábor
Pero Flavia, a lo mejor no lo has olvidado y podrías volver a hacer cositas 😉