Las ciudades de Sao Luis y Belém en Brasil son las ciudades que representan la entrada a la Amazonia para los viajeros. Son dos ciudades con un patrimonio histórico importante, aunque ambas son bastante decadentes. En muchas estadísticas se puede leer que Belém en Brasil es una de las ciudades con mayor índice de delincuencia y la verdad es que no nos apetecía mucho estar en la calle allí por la noche. Aquí te contaremos nuestra experiencia de estas dos ciudades.
Cómo llegar a Sao Luis, Brasil
Para llegar a Sao Luis tuvimos que tomar un bus desde Barreirinhas donde recién han cambiado el lugar de la estación, así la gente nos dio informaciones confusas. Al final hemos encontrado el bus en una plaza donde acaban de abrir la billetera y escribieron los billetes a mano. El viaje duró unas 4 horas y llegamos a Sao Luís a primeras horas de la tarde.
Qué visitar en Sao Luis, Brasil
El centro histórico de Sao Luis en Brasil es eso uno de los más auténticos y tiene su encanto. Las calles se parecen un poco a las de Oporto, aunque están mucho menos cuidadas. El centro es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Paseamos por el mercado y entre las calles que tenían un aire decadente.
Sao Luis alberga también varios museos importantes como el Museo de Arte Sacra, el Museo del Negro o el Museo de Artes Visuales. Entre los edificios de Sao Luis destacan el Convento de las Mercedes, el Teatro Arthur Azevedo y ante todo el Palacio de los Leones que hoy en día es la sede del Gobierno del estado de Maranhao.
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Cómo llegar a Belém, Brasil desde Sao Luis
La mejor forma de llegar a Belém en Brasil desde Sao Luis es coger un bus nocturno que recorre el trayecto. De esta forma ahorrarás pagar una noche y el bus es bastante cómodo para dormir.
Qué visitar en Belém, Brasil
Belém no está entre las ciudades más bonitas de Brasil. Cerca del ecuador, esta ciudad es bastante decadente y la verdad es que no te da una buena sensación o por lo menos nos costó estar a gusto allí. La única cosa que nos queda grabada en la mente de Belém en Brasil es ver por primera vez el Amazonas, este río grande que luego iba a ser «nuestra casa» durante un par de semanas.
Fuimos a dar una vuelta por el centro, tomamos zumos de frutas cuyos nombres ni recordamos. Paseamos en el área del puerto, contemplamos el río Amazonas que de verdad es enormemente ancho, parece un lago más que un río. Fuimos al famoso mercado “Ver-o-Peso” donde primero comimos unos pasteles con zumos y luego comimos una cosa muy típica: pescado frito con açaí. El acaí, lo conocíamos como una cosa dulce que hacen de la fruta, aquí era algo diferente siempre del mismo color, pero sin el sabor dulce.
Visitamos la ciudad vieja, tal vez la Catedral de Sé es un edificio con belleza importante. Llegamos a un que se llama “Mangal de Garças” que es una especie de parque con pequeños lagos y muchos pájaros, un lugar agradable para dar un paseo. Concluimos la visita con el famoso Teatro de Paz. Aquí unos chicos simpáticos nos hacían de guía y nos explicaron la historia del teatro.
Las ciudades de Belém y Sao Luis en Brasil nos quedaron en la memoria ante todo porque nos servían como días de descanso entre el desierto (Lencois Maranheses) y la selva (la Amazonia). De las dos ciudades en Sao Luis nos sentimos mucho más a gusto, Belém simplemente nos quedará como la ciudad donde el Amazonas llega al mar.
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