Escrito por Gábor Kovács
La Habana es la tierra de la alegría, la música y los colores vibrantes. Pasar tres días en esta joya cubana fue como un viaje por la historia, donde las huellas del pasado colonial conviven con símbolos de la revolución y con la vida cotidiana más auténtica.
La arquitectura colonial, los callejones desgastados de La Habana Vieja, los espacios del Centro Habana que evocan momentos de la revolución cubana, los hoteles históricos del Vedado con su aire de glamour decadente, el Malecón con su vida nocturna y sus vistas abiertas al mar… todo en la ciudad respira historia y energía.
Más allá de visitar los lugares imprescindibles, lo que más nos marcó fue el contacto con la gente local. Sentarse a conversar con los habaneros en un banco, compartir un café fuerte en un pequeño local o escuchar cómo relatan sus experiencias de vida fue una forma única de entender la ciudad. Yo que vengo de un país con pasado comunista, pude conectar especialmente con estas historias y reconocer ciertos paralelismos.
La capital cubana no se descubre solo con los ojos, también con los oídos y el paladar: el sonido de los tambores que salen de cualquier esquina, el olor a tabaco y a comida casera, el sabor de un ron compartido en la sobremesa. Todo esto hace que la capital cubana sea una experiencia sensorial en sí misma. En este post te comparto el itinerario ideal para conocer lo mejor de la Habana en 3 días.
💡 Consejo útil
La Habana es una ciudad grande en que puede resultar abrumador decidir qué visitar primero. Para aprovechar al máximo tu estancia, es recomendable planificar con antelación las actividades que más te interesen y reservar algunas experiencias con anticipación. Aquí te dejamos algunas ideas y enlaces útiles para organizar tu itinerario:
🏖️ Excursión a Varadero desde La Habana
🌿 Excursión al Valle de Viñales desde La Habana
📌 Qué hacer en La Habana en 3 días – Día 1. La Habana Vieja
🚶 Free tour en La Habana
Antes de lanzarnos a recorrerla por libre, optamos por un free tour por La Habana. La ventaja de hacerlo es que no solo ves los edificios, sino que entiendes el porqué de cada plaza, cada estatua y cada calle. Los guías locales transmiten anécdotas sobre los tiempos coloniales, los años de Batista y el periodo revolucionario. Eso nos ayudó a ubicarnos y a no pasar por alto detalles como símbolos escondidos en las fachadas o pequeñas historias de los personajes que vivieron aquí.
Si quieres empezar tu visita con un recorrido similar, los dos que más recomendamos son este free tour por La Habana y el free tour por La Habana colonial.
📚 Plaza de Armas: un mercado de historias
La primera parada fue la Plaza de Armas, la más antigua de la ciudad, fundada en el siglo XVI. Su nombre se debe a que aquí se celebraban los ejercicios militares, aunque hoy la actividad es mucho más tranquila. Además de contemplar las fachadas coloniales, vale la pena pasear por el famoso mercado de libros de segunda mano, que funciona desde hace décadas y donde se pueden encontrar ediciones antiguas de clásicos, manuales de época e incluso publicaciones soviéticas de los años 70.
Entre los edificios que rodean la plaza destaca el Palacio de los Capitanes Generales, antigua residencia del gobernador español y hoy museo de historia de la ciudad. Muy cerca está la Casa del Conde Lombillo, con su estilo renacentista y un patio interior que refleja el modo de vida de la nobleza habanera.
Lo que realmente da vida a la Plaza de Armas es su ambiente. Bajo la sombra de los árboles centenarios, puedes ver a músicos callejeros que animan la plaza, niños que juegan con sus uniformes escolares y señores mayores fumando puros mientras charlan con los turistas. Sentarse en uno de sus bancos de hierro forjado es una forma estupenda de absorber la esencia de La Habana.
🛡️ Castillo de la Real Fuerza: guardián de secretos marítimos
Desde la Plaza de Armas llegamos al Castillo de la Real Fuerza, la fortaleza más antigua en pie de toda América, construida entre 1558 y 1577 para proteger la ciudad de los ataques piratas. Sus muros de piedra maciza y cañones oxidados evocan tiempos de batallas y navegación, aunque en realidad nunca fue escenario de combates directos, ya que quedó demasiado alejado del mar para cumplir bien su función defensiva.
Uno de sus detalles más curiosos es la Giraldilla, una pequeña veleta de bronce situada en lo alto de la torre, convertida en símbolo de La Habana y en inspiración de la famosa marca de ron Havana Club. Hoy, el castillo acoge el Museo de la Navegación, donde se exhiben maquetas de barcos, mapas antiguos y piezas rescatadas de naufragios, lo que lo convierte en una visita fascinante para quienes quieren conocer la estrecha relación de Cuba con el mar.
⛪ Plaza de la Catedral: serenidad colonial
La Plaza de la Catedral es otro de los espacios emblemáticos de La Habana Vieja. Su protagonista es la Catedral de San Cristóbal, construida por los jesuitas en el siglo XVIII y conocida por sus torres asimétricas, que le dan un aspecto muy peculiar. En su interior reposaron durante un tiempo los restos de Cristóbal Colón, antes de ser trasladados a Sevilla.
Pero la plaza es mucho más que la Catedral. Está rodeada de antiguas casonas coloniales con balcones de hierro forjado y patios interiores, algunas transformadas hoy en restaurantes, galerías de arte o museos como el Palacio del Conde Lombillo. Subir a una de las torres de la Catedral permite contemplar una de las vistas más bonitas de la plaza, con su ambiente animado de artistas callejeros, grupos de música tradicional y visitantes que llenan las terrazas.
🌈 Plaza Vieja: testigo del tiempo y la vida habanera
La Plaza Vieja, fundada en el siglo XVI, es uno de los lugares más vibrantes de La Habana. A lo largo de los siglos ha tenido distintos usos: fue escenario de desfiles militares, mercado y hasta aparcamiento en los años 50, hasta que fue completamente restaurada en la década de 1990. Hoy luce espléndida, con edificios que mezclan estilos barrocos, neoclásicos y art decó, pintados en colores vivos que reflejan la alegría caribeña.
Además de su valor arquitectónico, es un lugar muy animado: terrazas repletas, cafeterías con música en directo y galerías como la Cámara Oscura, donde se puede observar la ciudad en 360 grados gracias a un curioso sistema de lentes y espejos. Es el punto perfecto para detenerse, pedir un café o un mojito y disfrutar del ambiente local, mientras la vida cotidiana fluye entre artistas, niños jugando al fútbol y vendedores ambulantes.
🥃 Museo del Ron: degustando la esencia cubana
Una de las recomendaciones que recibimos en el free tour fue visitar el Museo del Ron Havana Club. Aquí no solo conocimos el proceso de destilación y envejecimiento de esta bebida, sino también su papel en la cultura cubana. El recorrido incluye la reproducción de una destilería antigua, donde se puede ver cómo se elaboraba el ron en siglos pasados.
Al final de la visita llega lo mejor: una cata de ron. Probamos diferentes variedades, desde el más joven hasta los de reserva, con sabores mucho más intensos. El museo también cuenta con una tienda donde comprar ediciones especiales que difícilmente encontrarás fuera de Cuba, así que puede ser un buen recuerdo para llevarse a casa.
🌈 Paseo por las calles de La Habana Vieja: instantáneas de historia
Después de recorrer las principales plazas, dedicar tiempo a caminar por las calles secundarias de La Habana Vieja es fundamental para entender la esencia de la ciudad. Los edificios de colores pastel, algunos recién restaurados y otros en estado de decadencia, muestran las dos caras de la capital cubana.
Una de las calles más animadas es la Calle Obispo, repleta de librerías, tiendas tradicionales, bares con música en vivo y restaurantes populares. Aquí siempre hay movimiento: turistas con cámaras, cubanos vendiendo artesanías y músicos que convierten cualquier esquina en escenario improvisado.
La mezcla de casas coloniales, balcones de hierro forjado y ropa tendida sobre los adoquines hace que cada paso sea una foto en potencia. Y aunque se nota el desgaste de muchos edificios, esa misma imperfección es lo que hace a La Habana tan auténtica.
🍹 Bodeguita del Medio: mojitos y música en vivo
La tarde la reservamos para visitar la Bodeguita del Medio, uno de los lugares más famosos de La Habana. Se dice que aquí nació el mojito tal y como lo conocemos hoy, y lo cierto es que probarlo en este local con tanta historia tiene un sabor especial.
En sus paredes se pueden ver firmas y mensajes de visitantes célebres, desde artistas hasta políticos, que convirtieron este bar en un punto de encuentro imprescindible. Además, siempre hay música en directo, lo que le da un ambiente alegre y auténtico. Aunque sea turístico y a veces esté abarrotado, sigue siendo un sitio con encanto que merece al menos una parada.
🍽️ Cena en un paladar local y velada en Cabaret Tropicana 💃
El día está a punto de concluir y empezamos con un plato de comida criolla en un paladar local, uno de esos restaurantes familiares donde las recetas se sienten auténticas y el ambiente es acogedor. Tras la cena, nos dirigimos al mítico Cabaret Tropicana, un lugar emblemático donde el glamour y el ritmo cubano se fusionan desde hace más de ocho décadas.
Bajo las estrellas y rodeados de vegetación tropical, disfrutamos de un espectáculo de casi tres horas con música en directo y bailes típicamente cubanos, lleno de color, luces y energía. Si quieres vivir esta experiencia, puedes reservar tu entrada al Cabaret Tropicana.
📍 Qué hacer en La Habana en 3 días – Día 2. Centro Habana
El segundo día lo dedicamos al vibrante barrio de Centro Habana, conocido cariñosamente como Centro. Tras pasear por la Habana Vieja, aquí nos encontramos con un mosaico vivo de la historia reciente de la ciudad.
Recorrimos el imponente Capitolio, caminamos por calles que aún respiran historias de la revolución, visitamos monumentos que recuerdan a héroes locales y paseamos por el encantador Paseo Martí. Además, no podía faltar un paseo en coche clásico de los años 50, una experiencia que es todo un imprescindible habanero. La jornada terminó en el Malecón, donde locales y viajeros se mezclan entre charlas, música y la brisa del mar.
🏛️ Capitolio Nacional: un peldaño por delante en grandeza histórica
Comenzamos el día visitando el Capitolio Nacional, una de las construcciones más impresionantes de La Habana. Sus cúpulas monumentales, los detalles en mármol y piedra, y los amplios salones interiores muestran la grandeza de la Cuba republicana.
Curiosamente, se inspiró en el Capitolio de Washington, pero con un toque muy particular: la escalinata del Capitolio cubano tiene un peldaño más que la de su homólogo estadounidense, un guiño a la histórica rivalidad entre ambos países.
🌴 Parque Central: un oasis de conversaciones y debates
A continuación, nos dirigimos hacia el cercano Parque Central, un remanso de verdor en medio del vibrante bullicio urbano. Nos relajamos a la sombra de altas palmeras mientras observábamos la animada vida habanera desplegarse a nuestro alrededor. Este lugar no solo sirve para descansar, sino que también funciona como un punto de encuentro social, donde vecinos, jubilados y jóvenes se congregan para charlar o debatir sobre política, béisbol o cualquier tema de actualidad.
Como visitantes, resultó fascinante ver cómo se mezclaban las generaciones y se compartían historias, debates y risas. Algunos lo llaman el “salón abierto” de la ciudad, y es fácil entender por qué: el ambiente respira comunidad y tradición al mismo tiempo.
🚗 La Habana en estilo retro: paseo en un coche clásico
Ningún viaje a Cuba estaría completo sin experimentar un paseo en coche clásico. Antes de continuar nuestro recorrido por Centro Habana, disfrutamos de un trayecto de dos horas en uno de estos automóviles de los años 50, impecablemente conservados y que aún recorren las calles como si el tiempo se hubiera detenido.
Durante el recorrido, pasamos por lugares emblemáticos del Centro, el Vedado y el Malecón, con la brisa marina acompañando la experiencia y haciendo que el paseo fuera aún más memorable. Si quieres vivir esta experiencia, puedes reservar tu paseo privado en coche clásico por La Habana.
🌈 Paseo Martí: vibrante escenario de la vida cotidiana
Tras finalizar nuestro recorrido en coche clásico, caminamos por el Paseo Martí, también conocido como el Prado, uno de los bulevares más emblemáticos de la ciudad. Este paseo arbolado, diseñado en el siglo XVIII y remodelado durante la época colonial, ofrece una ventana perfecta para apreciar la vida cotidiana de La Habana.
Entre artistas que muestran sus obras, niños jugando y transeúntes que van y vienen, el ambiente es siempre dinámico y lleno de energía. Las fachadas coloridas de los edificios, junto con pequeñas tiendas locales y cafés, aportan ese carácter auténtico que tanto engancha a los visitantes, haciendo que cada paseo sea una experiencia visual y cultural única.
🏨 Más joyas arquitectónicas: Hotel Inglaterra y Gran Teatro
Dos tesoros más del Centro que no podían faltar en nuestro recorrido son el Hotel Inglaterra y el Gran Teatro de La Habana. El primero, inaugurado en 1875, es el hotel más antiguo de la ciudad y destaca por su fachada de estilo neoclásico y su elegancia atemporal. Al pasear frente a él, no es raro ver coches antiguos estacionados o músicos callejeros que aportan ritmo al ambiente.
El Gran Teatro de La Habana es otro emblema arquitectónico. Reconstruido varias veces desde su inauguración en 1838, su imponente fachada y los detalles escultóricos son un ejemplo del arte neoclásico en Cuba. Además, este teatro alberga la compañía nacional de ballet y, en temporada, puedes asistir a conciertos y espectáculos que reflejan la vida cultural de la ciudad.
🖼 Museo Nacional de Bellas Artes: inmersión en la historia del arte cubano
Si hay un museo que debíamos visitar en La Habana, sin duda era el Museo Nacional de Bellas Artes. Con dos sedes, una dedicada al arte cubano y otra al internacional, es un recorrido completo por la evolución artística de la isla. Desde la pintura colonial hasta las vanguardias contemporáneas, cada sala ofrece una visión de la historia, la identidad y la creatividad de Cuba.
Nos llamó la atención cómo muchas obras reflejan la influencia africana en la cultura cubana, así como la conexión con movimientos europeos y latinoamericanos. Pasear por sus salas es también un respiro del bullicio de la ciudad, perfecto para apreciar los detalles con calma.
🌅 Malecón: atardeceres inolvidables junto al mar
No podíamos dejar La Habana sin recorrer el Malecón, el icónico paseo marítimo que se extiende por más de 7 km frente al mar. Aquí la ciudad y el océano se encuentran, creando un espacio de convivencia entre locales y visitantes. Al caer la tarde, las luces de los edificios se reflejan en el agua y el cielo se tiñe de naranja y rosa, ofreciendo atardeceres memorables.
Además de disfrutar del paisaje, nos mezclamos con los habaneros que salen a caminar, pescar o simplemente charlar en grupo. Siguiendo su ejemplo, llevamos comida y bebida para disfrutar del momento mientras veíamos cómo familias y amigos se reunían a nuestro alrededor, haciendo del Malecón un escenario de vida cotidiana y cultura viva.
Qué hacer en La Habana en 3 días – Día 3. Otros imprescindibles
En la jornada final en La Habana, exploramos más allá de los emblemáticos barrios de La Habana Vieja y Centro Habana. Aún nos esperaban símbolos de la revolución cubana, hoteles históricos que albergaron a figuras famosas de Estados Unidos antes de la llegada de Fidel Castro y otros rincones que mantienen la esencia de la ciudad.
🕊 Plaza de la Revolución: historia que se eleva al cielo
Comenzamos el día en la Plaza de la Revolución, uno de los lugares más esperados del itinerario. Este espacio ha sido testigo de eventos cruciales en la historia cubana del siglo XX. En el centro de la plaza destaca el Memorial a José Martí, una imponente torre de mármol que rinde homenaje a este héroe nacional cubano y líder del movimiento independentista.
Aunque nuestra atención se centró también en el famoso Monumento al Che Guevara, cuya enorme imagen adorna la fachada del Ministerio del Interior, tomamos la típica fotografía y por un momento nos sentimos en el epicentro simbólico de la revolución cubana.
🍦 Coppelia: el helado que cuenta historias
No podíamos irnos sin probar un helado en Coppelia, un ícono culinario y cultural de La Habana. Esta cadena de heladerías no solo es un punto de encuentro popular para los habaneros, sino que también refleja un proyecto emblemático de Fidel Castro, pensado para traer alegría en tiempos difíciles. Coppelia permite vivir de cerca el encanto nostálgico de la ciudad mientras observas a la gente local disfrutar de su helado y charlar entre amigos.
🏨 Hotel Nacional: elegancia y secretos de la mafia
El Hotel Nacional es uno de los hoteles más emblemáticos de La Habana, testigo del lujo y la opulencia de la ciudad en la década de 1950. Durante esa época, la ciudad se convirtió en un refugio para la élite financiera estadounidense y para figuras del crimen organizado como Meyer Lansky y Lucky Luciano, quienes utilizaban el hotel para sus negocios clandestinos.
Este lugar no solo refleja la elegancia de la época, sino que también permite asomarse a historias fascinantes que mezclan política, cine y cultura. Para quienes disfrutan de las películas sobre la mafia de los años 50, el Hotel Nacional es una visita que conecta perfectamente con esa historia.
🎓 Universidad de La Habana: historia y educación
Nuestra siguiente parada fue la Universidad de La Habana, fundada en 1728, la más antigua de Cuba. Este campus histórico no solo es un referente académico, sino también un espacio de gran valor cultural y arquitectónico. Caminando por sus patios y pasillos, se percibe un ambiente vibrante, con estudiantes que estudian, conversan y participan en actividades culturales.
La escalinata principal de la universidad es uno de sus símbolos más reconocibles y ha sido escenario de numerosos eventos históricos y manifestaciones estudiantiles. Desde aquí se puede observar una parte del barrio Vedado, que se extiende frente al campus, mostrando la transición entre la arquitectura colonial y los edificios modernos de la ciudad. Conversar con estudiantes locales nos permitió entender la importancia de la educación en la sociedad cubana, un tema que Gábor pudo valorar profundamente por su propia experiencia en países con sistemas similares.
🏙 Barrio Vedado: modernidad con estilo americano
Desde la universidad, nos dirigimos al Barrio Vedado, una zona que muestra otra faceta de La Habana. Este barrio combina amplias avenidas arboladas con mansiones elegantes de los años 30 y 40, así como edificios de estilo racionalista y rascacielos modernos. Es fácil imaginar cómo, durante la época de esplendor económico de la ciudad, este barrio era el centro de la vida social y cultural de la élite habanera.
Paseando por Vedado se notan detalles interesantes: esculturas en plazas, bares históricos y cafés donde locales y turistas se mezclan. Las calles tienen nombres como Calle 23 o Calle L, que son referencias que ayudan a orientarse fácilmente, y aquí también encontramos espacios culturales y centros nocturnos con música en vivo, lo que muestra cómo la zona sigue siendo dinámica y moderna.
🎨 Callejón de Hammel: arte y cultura afro-cubana
Antes de regresar al Malecón para nuestro último atardecer en La Habana, visitamos el Callejón de Hammel, un rincón que combina arte, historia y comunidad. Este callejón es famoso por sus murales pintados con material reciclado y coloridos, que reflejan la riqueza de la cultura afro-cubana. Aquí, la música y la danza se entrelazan con el arte urbano: cada día hay músicos, bailarines y artistas que interactúan con los visitantes, creando un ambiente vivo y auténtico.
Este lugar no solo es un atractivo turístico: es un punto de encuentro de vecinos y artistas locales, donde se pueden disfrutar de bebidas típicas mientras se conversa con la gente del barrio. Además, el Callejón de Hammel ofrece talleres y actividades culturales que acercan a los visitantes a la historia y tradiciones afro-cubanas, haciendo que la experiencia sea más educativa e inmersiva.
🗺️ Mapa de nuestro itinerario de 3 días en La Habana
Este mapa interactivo te permitirá visualizar todos los lugares que visitamos en nuestros tres días en La Habana, desde La Habana Vieja hasta el Malecón y el Vedado, incluyendo museos, plazas y rincones culturales. Puedes usarlo para organizar tus propias rutas, estimar tiempos de traslado o localizar puntos de interés cercanos, como restaurantes, cafeterías y heladerías típicas.
🛡️ No viajes a La Habana sin un seguro de viaje
Recorrer La Habana sin un seguro de viaje es arriesgado: aunque la ciudad es bastante segura, accidentes en carreteras, transporte público o actividades turísticas pueden ocurrir en cualquier momento. Además, para entrar a Cuba es obligatorio contar con un seguro médico válido, así que no se trata solo de precaución, sino de un requisito imprescindible.
Nosotros contratamos nuestra cobertura con Heymondo y nos permitió viajar con total tranquilidad. La contratación fue rápida desde el móvil y la app nos ofreció asistencia 24/7. Desde problemas de salud inesperados hasta cambios de planes por transporte o incidencias en excursiones, disponer de un seguro adaptado a Cuba marca la diferencia.
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✈️ Llegar a La Habana sin complicaciones
Existen varias opciones de vuelo directo a La Habana desde España. Nosotros elegimos Iberia y Air Europa desde Madrid por su comodidad y horarios.
Aunque se puede usar transporte público desde el aeropuerto, lo más práctico es reservar un traslado privado. Así evitas negociaciones con taxistas locales y llegas directamente a tu alojamiento. Te recomendamos este traslado económico entre el aeropuerto y el hotel.
☀️ Mejor época para visitar La Habana
La temporada más recomendable va de noviembre a mayo, con temperaturas más agradables y lluvias escasas. Nosotros viajamos en marzo y notamos que el calor se siente rápido, algo típico del Caribe.
En verano europeo (junio-agosto) el calor y la humedad son más intensos, y aumenta el riesgo de huracanes. Para disfrutar de la ciudad sin problemas, conviene planificar actividades al aire libre temprano en la mañana o al atardecer y consultar el pronóstico meteorológico.
🏨 Alojarse en La Habana: casas particulares y hoteles
En La Habana existen varias opciones de alojamiento, desde hoteles clásicos hasta casas particulares. Aunque los hoteles suelen ser caros y muy turísticos, las casas particulares ofrecen una experiencia más auténtica, contacto directo con la vida local y precios más razonables.
Durante nuestra estancia elegimos el Vedado, un barrio tranquilo con cafés, restaurantes y algo de vida nocturna. Otros barrios interesantes son Centro Habana, ideal para sentir la ciudad vibrante y cercana a mercados, y Habana Vieja, perfecto para quienes quieren dormir rodeados de historia y arquitectura colonial.
🚌 Cómo moverse por La Habana
El transporte en La Habana es toda una aventura y depende de tu presupuesto y estilo de viaje. Algunas opciones son:
- Taxi privado: cómodo y rápido, ideal si viajas con equipaje o en grupo.
- Almendrones y colectivos: coches antiguos convertidos en transporte compartido; son baratos y auténticos, aunque menos puntuales.
- Autobuses locales: económicos, pero con horarios poco previsibles y rutas complicadas para los turistas.
- A pie: recorrer a pie La Habana Vieja es la mejor forma de descubrir sus calles históricas, plazas y rincones ocultos.
🔒 Seguridad y consejos prácticos
La Habana es bastante segura, aunque conviene mantener algunas precauciones típicas de cualquier ciudad grande:
- No exhibas objetos de valor de forma llamativa.
- Usa siempre taxis autorizados o traslados previamente reservados.
- Si caminas de noche, quédate en zonas concurridas y bien iluminadas.
- Lleva algo de efectivo en moneda local (CUP) para compras pequeñas; muchas tiendas y casas particulares no aceptan tarjeta.
- Protégete del sol y mantente hidratado durante tus paseos, sobre todo en los meses más cálidos.
🍴 Comer en La Habana: sabores auténticos
La gastronomía en La Habana es variada y sorprendente, desde locales sencillos hasta restaurantes con propuestas más elaboradas.
🌮 Ventanitas y comida rápida local
Las ventanitas son pequeños locales donde se sirven pizzas, sándwiches, pastas y otros platos sencillos a precios muy asequibles. Son ideales para un almuerzo rápido o un snack mientras paseas por la ciudad. Aunque su menú puede repetirse, te permiten probar la comida local de manera auténtica y económica.
🍛 Restaurantes en Centro Habana
La calle San Rafael y sus alrededores concentran varios restaurantes tradicionales donde probar platos típicos como arroz frito, ropa vieja o picadillo. Comer aquí no solo es un placer gastronómico, sino también cultural: podrás observar la vida diaria de los habaneros y cómo interactúan en su entorno.
🍦 Heladerías icónicas
No puedes irte de La Habana sin probar un helado en Coppelia, la famosa heladería local. Por apenas 3-4 CUP (menos de 10 céntimos de euro) puedes disfrutar de un helado generoso. Prepárate para esperar algo de cola; la experiencia vale la pena.
💡 Consejos para comer en La Habana
- Lleva efectivo en CUP, ya que muchos locales y ventanitas no aceptan tarjeta.
- Pregunta por los platos del día; suelen ser económicos y muy auténticos.
- Si quieres probar comida cubana gourmet, reserva con antelación en restaurantes como La Guarida o San Cristóbal.
- Bebe siempre agua embotellada y evita el agua del grifo.
Con este itinerario, tendrás una visión clara de cómo recorrer la ciudad de manera práctica, sin perderte ninguno de los sitios más representativos. Cada punto en el mapa refleja una experiencia vivida, ya sea histórica, cultural o simplemente divertida, como pasear en coche clásico por las calles o disfrutar de la brisa en el Malecón.
Al final de estos tres días, La Habana ofrece una mezcla de historia, arquitectura, música y gastronomía que hace que cada calle tenga algo que contar. Aunque este itinerario cubre lo esencial, la ciudad siempre deja espacio para descubrir sorpresas adicionales, como pequeños cafés, galerías de arte o plazas menos conocidas donde se respira la vida auténtica de los habaneros.
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Ha faltado la casa de la música y Copelia del Vedado.
Hola Joaquín! Gracias por leer nuestro post. En la Copelia del Vedado estuvimos nosotros también y nos pareció genial, no sé por qué dejé fuera del itinerario. En la Casa de la Música solo hemos estado en la de Trinidad, la apuntamos para un próximo viaje! un saludo!