Escrito por Gábor Kovács
La provincia de Burgos es una de esas tierras donde todo el mundo conoce su capital, pero pocos se aventuran a descubrir los tesoros que se esconden más allá. Y sí, la ciudad de Burgos merece una visita, sobre todo por su imponente catedral, pero lo que muchos no esperan es la variedad de paisajes, monumentos y pueblos con personalidad propia que ofrece el resto del territorio.
Esta provincia, situada al norte de Castilla y León, reúne algunos de los entornos naturales más espectaculares del interior peninsular, con cascadas escondidas, gargantas que parecen esculpidas a mano y valles tranquilos donde el tiempo se detiene. También es el lugar ideal para quien busca historia viva: hay monasterios con siglos de legado, pequeñas ermitas medievales perdidas entre montañas y hasta huellas de dinosaurios fosilizadas que siguen asomando en el paisaje.
Uno de sus grandes tesoros es Clunia, una antigua ciudad romana que, aunque menos conocida que otras, es de las mejor conservadas del norte del país. Pasear entre sus restos es como retroceder dos mil años. Y si te interesa la arqueología, no puedes dejar de visitar Atapuerca, donde se han encontrado restos humanos de más de un millón de años. Este lugar ha cambiado lo que sabíamos sobre los orígenes de nuestra especie y forma parte del selecto grupo de sitios Patrimonio de la Humanidad.
Pero si lo tuyo son los pueblos con encanto, estás en el sitio correcto. En Burgos hay aldeas de piedra donde la vida sigue con calma, villares colgados de riscos y pequeños cascos históricos que han conservado su esencia con orgullo. Frías, Covarrubias, Caleruega o Lerma están incluidos entre los pueblos más bonitos de España, y no es por casualidad. Cada uno tiene algo que lo hace especial, ya sea una arquitectura bien cuidada, un castillo vigilante o una tradición que se celebra con pasión.
Además, la provincia ha sido punto clave en el Camino de Santiago, lo que le ha dado una enorme riqueza cultural. A lo largo de la ruta se encuentran iglesias románicas, hospitales de peregrinos reconvertidos en museos y caminos donde aún se escuchan historias de viajeros de todas las épocas. Esta mezcla de historia, naturaleza y espiritualidad le da un carácter único a la región.
Después de haber recorrido la zona en autocaravana durante varios días, hemos preparado esta guía con 40 lugares que merecen la pena en la provincia de Burgos. Además te hemos preparado varios itinerarios de fin de semana para que sea más fácil organizar tu viaje.
💡 Consejo práctico
Para disfrutar con tranquilidad de los pueblos medievales, los monasterios, los parajes naturales y otros lugares históricos de la provincia de Burgos, lo más recomendable es contar con coche propio o de alquiler. Muchas de las localidades más interesantes no están bien comunicadas por transporte público, así que tener vehículo te permitirá moverte con libertad y aprovechar mejor el tiempo disponible.
También es importante escoger un alojamiento bien ubicado según la zona que vayas a recorrer. Por último, te recomendamos reservar alguna visita guiada para conocer a fondo la historia, el arte y las curiosidades de una provincia tan rica en patrimonio. Aquí te dejamos algunos enlaces útiles para organizar tu viaje:
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🏘️ Ciudades y pueblos bonitos de Burgos
En esta sección, después de una breve parada en la capital burgalesa, te llevamos por algunos de los pueblos con más encanto de la provincia. Algunos son pequeñas ciudades con mucha vida, otros conservan un ambiente rural y pausado. Los hemos ordenado alfabéticamente para que te resulte más fácil organizar tu ruta.
🏛️ 1. Burgos capital
El gran emblema de Burgos es su impresionante catedral, una joya del gótico que lleva más de ochocientos años dominando el perfil urbano. Su fachada recuerda a las grandes catedrales francesas, con torres puntiagudas y una riqueza de detalles que fascina incluso a quienes no suelen fijarse en la arquitectura religiosa. No es casualidad que la UNESCO la declarara Patrimonio de la Humanidad ya en 1984. La visita por dentro es imprescindible, pero si quieres verla en todo su esplendor, lo ideal es subir hasta el Castillo de Burgos, en lo alto del cerro, desde donde se tiene una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Pero Burgos no es solo su catedral. Para conocer la ciudad como se merece, lo mejor es dedicar al menos un par de días. Puedes pasear por el Paseo del Espolón, una avenida elegante junto al río Arlanzón que une el Arco de Santamaría con la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento. También destacan el Monasterio de las Huelgas Reales, antiguo centro de poder femenino, y el Puente de San Pablo, adornado con estatuas que rinden homenaje a los héroes del Cid. No muy lejos está la Plaza del Mío Cid, presidida por la famosa estatua ecuestre del caballero castellano.
Burgos es además una ciudad que cuida su gastronomía. No en vano ha sido reconocida como Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO. Aquí puedes probar desde una buena morcilla de Burgos hasta platos más innovadores en bares y restaurantes donde el tapeo es toda una costumbre. Si quieres tener una primera toma de contacto con la ciudad, una buena opción es unirte a este free tour por el centro histórico.
🍷 2. Aranda de Duero
Seguimos con Aranda de Duero, una ciudad que combina bien el ambiente urbano con el espíritu de la tierra de viñedos que la rodea. Está considerada la capital del vino en la Ribera del Duero, y no es para menos: bajo sus calles se extiende un entramado de más de un centenar de bodegas subterráneas medievales. Algunas se pueden visitar y ofrecen experiencias enoturísticas muy completas. Si te interesa el tema, te recomendamos esta visita guiada a varias de ellas, una forma estupenda de conocer la historia y la cultura del vino en la zona.
Aranda no vive solo del vino. Tiene un centro histórico agradable para pasear, con iglesias de gran valor arquitectónico como la de Santa María la Real, con una portada plateresca de las más destacadas de Castilla, o la iglesia de San Juan. También merece la pena acercarse a los santuarios de Santa María de las Viñas y San Pedro Regalado, además de visitar el Palacio de los Berdugo, una casona noble del siglo XV.
Si viajas con niños o te interesa la historia más reciente, en Aranda encontrarás el Museo del Ferrocarril, instalado en una antigua estación de tren, y el Museo de Cerámica, que recoge la tradición alfarera de la zona. Además, Aranda es también conocida por su cordero asado, cocinado lentamente en horno de leña, una auténtica delicia si te apetece una comida típica castellana.
⛪ 3. Caleruega
Seguimos el recorrido con uno de los nombres propios entre los pueblos más bonitos de Burgos: Caleruega, que además forma parte de la red oficial de los Pueblos Más Bonitos de España. Este pequeño municipio, rodeado de viñedos y tierras tranquilas, está estrechamente ligado a la figura de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos y nacido aquí en el siglo XIII.
Su Monasterio de Santo Domingo de Caleruega, de gran tamaño y elegancia sobria, es el monumento más emblemático del pueblo. Se trata de un conjunto arquitectónico que alberga dos iglesias, un claustro-museo, una sacristía con cripta y el antiguo torreón de los Guzmán, que sirvió de casa natal al santo. La vista desde el mirador de la Peña de San Jorge permite apreciar en toda su magnitud este recinto monástico, perfectamente integrado en el paisaje.
Además de su importancia espiritual e histórica, Caleruega también es tierra de viñas, pertenecientes a la Denominación de Origen Ribera del Duero. Aquí se producen vinos con carácter que pueden degustarse en bodegas familiares de la zona, lo que convierte al pueblo en un destino atractivo también para los aficionados al enoturismo.
🥾 4. Castrojeriz
Muy vinculado al Camino de Santiago, Castrojeriz es uno de los pueblos con más alma de la provincia. Está situado en pleno trazado del Camino Francés, y muchos peregrinos lo consideran uno de los tramos más memorables del recorrido por Burgos. La imagen más icónica es la de las ruinas góticas del Convento de San Antón, atravesadas literalmente por el propio camino y reconvertidas en un albergue muy especial, gestionado por voluntarios. Dormir allí es casi una experiencia mística.
Más allá de su conexión jacobea, Castrojeriz conserva un rico patrimonio monumental. La Colegiata de Nuestra Señora del Manzano, construida en el siglo XIII, es uno de los templos más importantes, junto con la Iglesia de San Juan, de estilo gótico-renacentista, y la Iglesia de Santo Domingo. También destaca la Iglesia Virgen del Manzano, especialmente por su ubicación y valor simbólico.
En lo alto del cerro que domina el pueblo se alzan los restos del Castillo de Castrojeriz, una fortaleza de origen prerromano que fue reconstruida varias veces a lo largo de los siglos. Subir hasta allí merece la pena por las vistas amplias sobre los campos de la meseta. Además, el casco urbano está salpicado de casas solariegas y edificios señoriales como la Casa Palacio del Cordón y la Casona de los Gutiérrez Varona, que dan cuenta del pasado noble de esta villa.
🌸 5. Covarrubias
Entre los pueblos medievales mejor conservados de Castilla, Covarrubias ocupa un lugar destacado. Forma parte también de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España y no le faltan méritos. Está considerado la “cuna de Castilla” por su papel histórico en la formación del reino, y pasear por sus calles empedradas es una forma sencilla de viajar atrás en el tiempo.
El trazado del casco antiguo se mantiene prácticamente intacto, con casas de entramado de madera que representan la arquitectura castellana tradicional. Entre sus edificios más conocidos está el Torreón de Fernán González, una torre defensiva del siglo X que se considera una de las construcciones más antiguas de la región. Junto a él, la Casa de Doña Sancha es otra de las joyas civiles, con su estructura de piedra y aire nobiliario.
El patrimonio religioso también es notable. La Colegiata de San Cosme y San Damián alberga un órgano histórico y el sepulcro de la princesa Cristina de Noruega, una figura curiosa de la historia que une Covarrubias con la monarquía escandinava. También destaca la Iglesia de Santo Tomás, con su retablo barroco y un bonito claustro. Covarrubias, pese a su tamaño, tiene una oferta cultural interesante durante todo el año, especialmente en verano, cuando se celebran conciertos y actividades al aire libre.
🏔️ 6. Espinosa de los Monteros
Confieso que durante mucho tiempo el nombre de Espinosa de los Monteros me llevaba por otros derroteros menos turísticos. Pero basta una visita a este elegante pueblo del norte de Burgos para cambiar completamente de perspectiva. Situado a pocos kilómetros de Cantabria, en pleno corazón de la comarca de Las Merindades, Espinosa sorprende por su patrimonio monumental y su aire señorial, muy distinto al de muchos otros pueblos de la provincia.
Entre los edificios más representativos están varias torres fortificadas que recuerdan la importancia estratégica que tuvo esta villa. La más conocida es la Torre de los Monteros, del siglo XIV, símbolo de la familia noble que da nombre al pueblo. También destacan la Torre de los Azulejos, con detalles renacentistas, y la Torre de los Velasco, de estilo gótico, que muestra la rivalidad entre linajes que marcaron el desarrollo de esta zona.
Además de las torres, hay varios palacios blasonados como el Palacio de los Fernández-Villa o el Palacio de los Marqueses de las Cuevas de Velasco, que confirman el pasado aristocrático de la localidad. En el ámbito religioso, la Iglesia de Nuestra Señora de Berrueza, con su fachada barroca, es la principal referencia. Espinosa está rodeada de verdes montañas y prados, así que es también un buen punto de partida para hacer rutas de senderismo por la Sierra de La Tesla o la Reserva Natural de los Montes de Valnera.
🏰 7. Frías
Frías no necesita presentación: es uno de los pueblos más pintorescos de Castilla y probablemente el más fotografiado de Burgos. Encajado en el relieve del Peñasco de La Muela, con el río Ebro a sus pies y rodeado de naturaleza salvaje, este pequeño conjunto urbano parece sacado de una maqueta. Sus casas colgadas, construidas literalmente sobre el borde del risco, son uno de sus grandes reclamos visuales.
El acceso más icónico a la villa es a través del puente medieval, una sólida construcción del siglo XII con varios arcos y una torre defensiva en el centro. Desde allí, adentrarse en el casco antiguo es todo un placer: calles estrechas, escalinatas empedradas y fachadas con balcones de madera te llevan de un lado a otro hasta alcanzar los monumentos principales.
El Castillo de los Velasco, situado en la parte más alta, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de la comarca. También merece la pena visitar el Palacio de los Salazar, con su fachada señorial, y la Iglesia de San Vicente Mártir, construida entre los siglos XIII y XV. A pocos pasos del núcleo principal se encuentra el antiguo Convento de San Francisco, hoy en ruinas pero aún evocador. Curiosamente, Frías ostenta el título de ciudad más pequeña de España, un privilegio que le fue concedido por el rey Juan II de Castilla en 1435.
🍇 8. Gumiel de Izán
En una zona dominada por el viñedo y la tradición vinícola, Gumiel de Izán es un pueblo que destaca tanto por su patrimonio religioso como por su ambiente tranquilo. La Iglesia de Santa María, de grandes proporciones, domina el perfil del pueblo y es sin duda uno de los templos más notables de toda la provincia. Su arquitectura mezcla elementos góticos con una fachada barroca imponente, que no deja indiferente a nadie. El interior es igualmente impresionante, con un retablo mayor de gran valor artístico y una sacristía que alberga un museo con piezas litúrgicas y objetos antiguos relacionados con la historia local.
Más allá de la iglesia, conviene dedicar un tiempo a pasear por la Calle Real, donde se concentran muchas de las casas tradicionales, y detenerse en la Plaza Mayor, que actúa como punto de encuentro del pueblo. Entre los rincones con más historia están las antiguas murallas, el Arco de los Mesones y la sencilla pero entrañable Ermita de San Roque. Gumiel de Izán también está vinculado al vino, y se pueden visitar algunas bodegas familiares que producen bajo la Denominación de Origen Ribera del Duero.
🕍 9. Lerma
Junto con Covarrubias y Santo Domingo de Silos, Lerma forma parte del conocido Triángulo del Arlanza, una zona cargada de historia y belleza paisajística a orillas del río Arlanza. Como sus compañeras, también está incluida en la red de los Pueblos Más Bonitos de España, y no le faltan motivos para ello. En Lerma se respira un ambiente señorial que se remonta al Siglo de Oro, cuando el todopoderoso Duque de Lerma, valido de Felipe III, convirtió esta localidad en uno de los centros de poder de la corte.
El principal símbolo de aquella época es el Palacio Ducal, una construcción sobria y elegante de estilo herreriano que hoy funciona como Parador Nacional. La enorme Plaza Mayor que lo rodea está considerada una de las más grandes de España y, aunque ha perdido su carácter porticado original, sigue siendo uno de los espacios más imponentes de la villa. Desde allí, lo mejor es perderse por las callejuelas empedradas y detenerse en alguno de sus muchos monumentos religiosos, como la Colegiata de San Pedro, el Convento de San Blas, el Monasterio de Santa Teresa o el Convento de Santa Clara, entre otros.
No dejes de acercarte hasta el Mirador de los Arcos, desde donde se obtienen unas vistas preciosas del valle del Arlanza, y si tienes algo más de tiempo, vale la pena cruzar el puente medieval sobre el río y disfrutar de un paseo tranquilo por la vega.
🌾 10. Mahamud
Entre las localidades menos conocidas del entorno del Arlanza, Mahamud es una de esas sorpresas inesperadas. Su nombre, de origen árabe, ya despierta curiosidad, aunque apenas se conservan rastros visibles de su pasado islámico. Hoy es un pueblo pequeño, pero con un patrimonio medieval que sorprende a quien se detiene a descubrirlo.
El corazón de Mahamud es su Plaza Mayor, un espacio tranquilo y armónico donde destaca la monumental Iglesia de San Miguel. En esta iglesia se mezclan diferentes estilos arquitectónicos, desde elementos románicos en su estructura hasta detalles góticos y renacentistas en la decoración, lo que le da una personalidad única. Justo en el centro de la plaza se levanta el rollo jurisdiccional, también conocido como El Rollo de la Plaza Mayor, que recuerda los tiempos en los que el pueblo tenía autonomía judicial y servía como lugar de ajusticiamientos públicos.
Mahamud es ideal para una parada tranquila y sin agobios, y aunque no tiene una gran oferta turística, su encanto reside precisamente en eso: un entorno rural auténtico con mucha historia condensada en poco espacio.
🧱 11. Medina de Pomar
Situada en el norte de la provincia, Medina de Pomar es la capital histórica de Las Merindades, una comarca con paisajes espectaculares y una mezcla de patrimonio medieval y naturaleza que resulta muy atractiva para quienes buscan un turismo más tranquilo y auténtico. Medina fue una villa importante ya en la Edad Media y conserva varios monumentos que lo atestiguan.
El más emblemático es el Alcázar de los Condestables de Castilla, también conocido como Alcázar de los Velasco, una fortaleza-palacio del siglo XIV de estilo mudéjar, con dos imponentes torres cúbicas unidas por un cuerpo central. Hoy en día, alberga el Museo Histórico de Las Merindades, donde se repasa la evolución de la comarca a través de piezas arqueológicas, documentos antiguos y objetos cotidianos.
Otro lugar con gran valor patrimonial es el Convento de Santa Clara, también del siglo XIV, que además de iglesia y convento conserva el panteón de los Fernández de Velasco, una de las familias más poderosas de la Castilla medieval. Entre los demás edificios religiosos destacan el Convento de San Pedro de la Misericordia, la Iglesia Parroquial de Santa Cruz y la Ermita de San Millán, esta última reconvertida en centro expositivo sobre el románico de la comarca.
Medina de Pomar ofrece además una buena infraestructura turística, con alojamientos rurales, restaurantes donde probar platos típicos y rutas de senderismo por los alrededores que invitan a descubrir paisajes poco transitados.
👻 12. Ochate
Si te atraen los lugares cargados de misterio y leyendas, el pueblo abandonado de Ochate es una parada que no puede faltar en tu ruta. Conocido popularmente como el «pueblo maldito«, Ochate tiene una historia rodeada de sucesos inexplicables y rumores que han alimentado la imaginación de muchos. Aunque oficialmente forma parte de la provincia de Burgos, se trata de un enclave dentro de Álava, en plena frontera con el País Vasco, lo que añade aún más singularidad a su localización.
Este lugar fue abandonado hace casi un siglo, pero en las últimas décadas las historias de pandemias misteriosas, desapariciones, supuestos asesinatos y hasta avistamientos de OVNIs han convertido a Ochate en un punto de interés para los aficionados a lo paranormal. Para visitarlo, es necesario dejar el coche en el cercano pueblo de Imíruri y caminar unos 30 minutos hasta la torre de San Miguel Arcángel, lo que queda de la antigua iglesia. Muy cerca también se encuentran las ruinas de la ermita de Burgondo, que añaden aún más atmósfera a esta escapada entre leyendas.
⛪ 13. Oña
En pleno Parque Natural de los Montes Obarenses, Oña se alza como una de las villas con más encanto de las Merindades. El casco antiguo conserva su esencia con calles estrechas y casas blasonadas que reflejan siglos de historia. Pero el verdadero tesoro de Oña es su Monasterio de San Salvador, un enorme complejo que combina estilos que van desde el gótico hasta el barroco.
El claustro gótico es, sin duda, uno de los rincones más atractivos para quienes visitan la provincia. Además, el monasterio alberga el Panteón Real y Condal, donde descansan importantes personajes históricos, y el tranquilo Jardín Secreto, un espacio verde adyacente que invita a la calma y la reflexión.
En el pueblo no faltan otros puntos de interés, como el Arco de la Estrella, una puerta monumental que da acceso al casco histórico, o la Iglesia y Torre de San Juan. La Plaza del Ayuntamiento y la antigua judería aportan más motivos para pasear y descubrir la riqueza cultural de Oña.
💦 14. Orbaneja del Castillo
¿Alguna vez has visitado un pueblo donde una cascada espectacular y piscinas naturales discurren entre las mismas casas? Eso es justo lo que hace único a Orbaneja del Castillo, el pueblo más famoso de la provincia de Burgos para quienes buscan naturaleza y belleza en estado puro.
Situado en el Cañón del Ebro y dentro del Geoparque Mundial de Las Loras, este pequeño pueblo con menos de 100 habitantes ofrece un entorno natural de gran valor. No solo destaca la cascada, sino también otros puntos interesantes como la Cueva del Azar, una cueva natural con formaciones sorprendentes, o la curiosa roca conocida como el Beso de los Camellos.
En Orbaneja también puedes visitar el Antiguo Hospital, que muestra la arquitectura tradicional, y la Iglesia Parroquial, pequeña pero llena de historia local. Dada su popularidad, especialmente en temporada alta y los domingos, conviene planificar la visita con tiempo para evitar aglomeraciones y poder disfrutar del lugar con tranquilidad.
🏯 15. Peñaranda de Duero
En el límite con la provincia de Soria, sobre un cerro que domina el paisaje, se levanta el Castillo de Peñaranda de Duero, una fortaleza que destaca entre las más importantes de Burgos por su estado de conservación y su historia ligada a la defensa del territorio. Pero Peñaranda es mucho más que su castillo. El pueblo mantiene en pie fragmentos de su antigua muralla, que aún recuerdan su pasado medieval.
La Plaza Mayor es uno de sus espacios más atractivos, con dos edificios que llaman la atención por su arquitectura y valor histórico: la Excolegiata de Santa Ana, con una fachada imponente, y el Palacio de los Condes de Avellaneda, que refleja el esplendor de la nobleza local. No menos interesante es la Botica de los Jimeno, una antigua farmacia que conserva mobiliario y utensilios originales, testigos de casi tres siglos de actividad continua.
En cuanto a monumentos religiosos, el Convento de San José aporta otro capítulo a la historia del pueblo, con un estilo sencillo pero lleno de detalles. Y como Peñaranda de Duero forma parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero, no faltan las opciones para disfrutar de vinos locales en alguna de sus bodegas o bares.
🧂 16. Poza de la Sal
Cuando pensamos en salinas, lo habitual es imaginar la costa, pero en el interior de Burgos existe un pueblo con una tradición salinera que se remonta a siglos atrás: Poza de la Sal. Aquí, el fenómeno natural conocido como diapiro ha hecho posible la formación de salinas en plena meseta, algo poco común y que podrás entender mejor visitando el Centro de Interpretación de las Salinas.
Además de su historia ligada a la sal, Poza de la Sal tiene un patrimonio arquitectónico notable. Su muralla medieval, aún bien conservada, abraza el casco antiguo, con sus puertas históricas que conducen a lugares como el Castillo de los Rojas y el elegante Palacio de los Marqueses de Poza. La Iglesia de San Cosme y San Damián completa un conjunto con encanto y significado histórico que vale la pena descubrir.
🌉 17. Puentedey
Entre los pueblos con un entorno natural más llamativo de Burgos está Puentedey. Este pequeño pueblo se asienta sobre el Puente de Dios, una formación natural de piedra que forma un auténtico puente sobre el río Nera. La imagen es tan impresionante que deja a cualquiera sin palabras, especialmente para quienes disfrutan de la naturaleza en estado puro.
Además de su maravilla natural, Puentedey cuenta con varios monumentos que enriquecen la visita, como la iglesia románica de San Pelayo, con detalles arquitectónicos que reflejan siglos de historia, y el Palacio de los Porres, que añade un toque noble y señorial a este rincón del Valle de Mena.
🛡️ 18. Santa Gadea del Cid
A los pies de los Montes Obarenes se encuentra Santa Gadea del Cid, uno de esos pueblos con encanto en Burgos que suelen pasar desapercibidos para la mayoría de turistas. La proximidad del más popular Frías puede ser una de las razones, pero esta localidad merece que la descubras con calma. En la Edad Media, Santa Gadea tuvo un importante papel defensivo y todavía conserva vestigios de ese pasado en forma de las ruinas del Castillo de Santa Gadea, que data del siglo XI.
Además, aún se mantienen tramos de la antigua muralla, así como los arcos de acceso conocidos como la Puerta de las Eras y la Puerta de la Villa, que te transportan a otra época. En cuanto a arquitectura religiosa, destaca la iglesia románica de San Pedro Apóstol, que incorpora detalles góticos fruto de posteriores reformas. También llaman la atención el Antiguo Hospital de San Lázaro y el Monasterio del Espino, ubicado en las afueras, que aporta un entorno tranquilo y espiritual.
Para cerrar la visita, pasea por la Plaza de la Iglesia y las calles cercanas, donde encontrarás casas tradicionales bien conservadas que reflejan la historia y vida cotidiana de este pueblo.
🙏 19. Santo Domingo de Silos
Santo Domingo de Silos está situado en un punto donde convergen antiguas rutas comerciales y culturales como la Ruta de la Lana y el Camino del Cid, lo que explica la riqueza histórica que conserva hoy. El monumento estrella es sin duda el Monasterio de Santo Domingo de Silos, una abadía benedictina que guarda uno de los claustros románicos más impresionantes de la provincia.
Si buscas una experiencia única, asistir a una celebración litúrgica con canto gregoriano en la iglesia del monasterio es algo que no olvidarás. La atmósfera solemne y la música transportan a otra época y aportan un momento de paz y reflexión.
En la localidad también merece la pena visitar la coqueta Plaza Mayor, la Iglesia de San Pedro y el Arco de San Juan, puntos que completan un recorrido por este pueblo cargado de historia y espiritualidad.
⚔️ 20. Sasamón
Sasamón es una de esas localidades que parece tener la historia escrita en cada piedra. Aquí aún puedes ver nada menos que tres puentes de origen romano, que junto a los tramos conservados de la antigua calzada romana, hacen que este pueblo sea un verdadero museo al aire libre.
Sin embargo, su mayor atractivo es la imponente Iglesia de Santa María la Real, que es una de las más grandes y destacadas de toda la provincia. Además, Sasamón mantiene partes de su muralla medieval y cuenta con otros monumentos interesantes como el Arco de San Miguel y la Ermita de San Isidro.
Para completar la visita, merece la pena detenerse en la Plaza Mayor, que conserva un ambiente tranquilo y tradicional, y fijarse en las bonitas casas solariegas que salpican el casco antiguo.
21. Tubilla del Lago y sus murales
Terminamos este recorrido por los pueblos con encanto de la provincia con un lugar que destaca por algo muy diferente. En Tubilla del Lago no es el patrimonio histórico lo que atrae, sino sus murales de arte urbano que dan vida a fachadas, portones y esquinas del pueblo. Este pequeño municipio se ha transformado en una galería de arte al aire libre, con obras que sorprenden por su colorido y creatividad.
Si te gusta descubrir arte callejero en sitios inesperados y disfrutas paseando cámara en mano buscando murales escondidos, Tubilla del Lago te va a encantar. El paseo por el pueblo es muy agradable y tranquilo, perfecto para dedicarle una mañana diferente en tu ruta por la provincia.
🌿 Parajes naturales que ver en Burgos
En esta segunda parte del artículo nos centramos en los espacios naturales más espectaculares que puedes visitar en la provincia. Burgos es una tierra de contrastes, con paisajes muy variados que van desde cascadas impresionantes y desfiladeros profundos hasta lagunas de origen glaciar o bosques frondosos.
🌄 22. Cañones del Río Ebro
Comenzamos con uno de los paisajes más emblemáticos de Burgos: los Cañones del Río Ebro. Se trata de un profundo desfiladero labrado por el río a lo largo de miles de años, formando una de las gargantas más largas del norte peninsular, con más de 200 kilómetros de recorrido. Sus aguas de color esmeralda, los cortados verticales y la vegetación que lo rodea crean un entorno que parece sacado de otro lugar del mundo.
Este espectacular rincón forma parte del Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Una de las rutas más recomendadas es el sendero circular entre Pesquera del Ebro y Valdelateja, donde además de recorrer tramos del cañón, podrás asomarte a varios miradores que ofrecen unas vistas inolvidables. El propio pueblo de Orbaneja del Castillo, que mencionamos antes, está situado dentro del cañón y es una base perfecta para iniciar algunas caminatas.
💧 23. Cascadas más bonitas de Burgos
Otro de los puntos fuertes de la provincia para los amantes de los paisajes naturales son sus cascadas. Algunas son conocidas y fácilmente accesibles, mientras otras están escondidas en rincones menos transitados. El Salto del Nervión es probablemente la más impresionante: con sus más de 220 metros de altura, es el salto de agua más alto de la Península Ibérica. Eso sí, solo lleva agua en determinadas épocas del año, sobre todo tras lluvias abundantes.
También merece la pena acercarse a la Cascada de Orbaneja del Castillo, situada justo en el centro del pueblo, donde el agua brota entre las casas formando un paisaje único. Otra muy popular es la Cascada de Pedrosa de Tobalina, con una cortina ancha de agua muy fotogénica, especialmente en época de deshielo o tras fuertes lluvias.
Además de estas tres, hay muchas otras cascadas más pequeñas repartidas por la provincia, ideales para una excursión tranquila en plena naturaleza. Si tienes tiempo y te gusta caminar, algunas rutas te llevan a descubrir saltos de agua escondidos entre bosques y barrancos poco frecuentados.
🏞️ 24. Desfiladero de la Yecla
Uno de los paisajes más sorprendentes de la provincia es el Desfiladero de la Yecla, un angosto paso entre las rocas que se ha convertido en una ruta muy popular por lo peculiar de su recorrido. Aunque el cañón es corto y se recorre en menos de media hora, la experiencia merece mucho la pena. El camino está equipado con pasarelas metálicas y puentes colgantes que atraviesan el interior del desfiladero, siguiendo el curso del arroyo que lo ha ido tallando con el paso del tiempo.
En algunos tramos, las paredes de roca se acercan tanto que puedes rozarlas con los brazos abiertos. El lugar es especialmente interesante para observar aves rapaces, ya que en la zona anidan buitres leonados y otras especies. Aunque el recorrido es sencillo, puede no ser recomendable si tienes vértigo o te incomodan los espacios muy cerrados. El desfiladero está muy cerca de Santo Domingo de Silos, justo junto a la carretera BU-910, por lo que puedes combinar fácilmente ambas visitas.
🪨 25. Embalse de Alba
Muy cerca de Villafranca Montes de Oca, a menos de una hora de la capital, se encuentra el Embalse de Alba, un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza sin alejarte demasiado de Burgos ciudad. Se trata de un embalse rodeado de montañas, bosques y pequeños senderos, ideal para hacer una excursión tranquila o una escapada de fin de semana. El sendero circular que rodea el embalse ofrece paisajes muy variados y es accesible para casi todos los niveles.
Uno de los tramos más bonitos pasa por el Desfiladero del río Oca, una zona menos conocida pero con un encanto muy especial, sobre todo cuando el hayedo está en su máximo esplendor en otoño. A lo largo del camino podrás visitar también la Ermita de Nuestra Señora de Oca y las ruinas del antiguo pueblo de Alba, que fue abandonado hace décadas. Todo el entorno tiene un aire tranquilo y algo melancólico, perfecto para desconectar.
🔵 26. Fuente Azul
Uno de los rincones más curiosos y sorprendentes de Burgos se encuentra cerca de Hortigüela, muy cerca del conocido Monasterio de San Pedro de Arlanza. La Fuente Azul, también conocida como Fuente de las Mozas, es una poza natural de aguas cristalinas situada junto a un meandro del río Arlanza. En verano, el lugar se convierte en una zona de baño muy frecuentada por familias y viajeros que buscan un rincón refrescante.
Sin embargo, lo que hace que este lugar sea realmente único es lo que esconde bajo la superficie. Esta fuente da acceso a una cueva sumergida de más de 130 metros de profundidad, lo que la convierte en uno de los puntos de espeleobuceo más importantes de España. Por supuesto, este tipo de actividad solo está permitido a profesionales y requiere permisos especiales, pero incluso desde fuera, la Fuente Azul es un sitio muy agradable para visitar, especialmente si planeas pasar un día en la zona del Arlanza.
❄️ 27. Lagunas de Neila
En el sureste de la provincia, muy cerca de Quintanar de la Sierra, se encuentra uno de los paisajes de montaña más espectaculares de Burgos: el Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila. Este conjunto de lagunas de origen glaciar se sitúa a más de 1.800 metros de altitud, rodeadas de picos, pinares y crestas rocosas que crean una atmósfera muy especial. El acceso principal se realiza por una carretera forestal asfaltada, aunque en temporada alta suele estar restringido el paso hasta el último aparcamiento, por lo que conviene madrugar o consultar los horarios antes de ir.
Las más visitadas son la Laguna Negra y la Laguna Larga, ambas muy accesibles desde el mirador principal. Si te apetece caminar un poco más, también puedes llegar hasta la Laguna de la Cascada o incluso hacer alguna de las rutas circulares que recorren todo el conjunto. En otoño el paisaje se llena de tonos rojizos y dorados, mientras en invierno la nieve le da un aire completamente distinto.
🕳️ 28. Monumento Natural de Ojo Guareña
En el norte de la provincia, cerca de Espinosa de los Monteros, se encuentra uno de los sistemas subterráneos más grandes de Europa. El Monumento Natural de Ojo Guareña está formado por más de 100 kilómetros de galerías y pasajes, una red de cuevas y simas que esconde siglos de historia geológica y humana. Solo una pequeña parte del complejo está abierta al público, pero suficiente para hacerte una idea de su magnitud.
Uno de los tramos más populares es el que conecta la Cueva Palomera con la Ermita de San Bernabé, excavada en parte en la propia roca. El recorrido, de unos 400 metros, está acondicionado y se puede hacer con guía. Si te animas a ir un poco más allá, existe una visita espeleológica más larga por el interior de la Cueva Palomera, en la que se recorren varias salas sin iluminación artificial, acompañados de expertos y con el equipo adecuado. Es una opción más exigente, pero muy gratificante si te interesan las formaciones geológicas y las sensaciones de aventura.
🌳 29. Parque Natural del Cañón del Río Lobos
Compartido entre las provincias de Soria y Burgos, el Parque Natural del Cañón del Río Lobos es uno de los paisajes más conocidos del interior de Castilla. Este profundo cañón esculpido por el río Lobos discurre entre enormes paredes de roca caliza y forma un hábitat perfecto para aves rapaces como el buitre leonado, que se pueden ver con facilidad desde varios puntos del recorrido.
La entrada más habitual desde Burgos es la de Hontoria del Pinar, donde se accede a la parte alta del cañón. Desde ahí puedes seguir distintas rutas de senderismo que bajan al fondo del desfiladero o recorren los bosques de pino y sabina. Aunque la mayor parte del parque se encuentra en Soria, merece mucho la pena acercarse desde Burgos, sobre todo si te gustan los espacios naturales amplios y tranquilos.
🌊 30. Pozo Azul
Terminamos esta sección en un rincón verdaderamente singular. En las afueras del pequeño pueblo de Covanera, se encuentra el Pozo Azul, una piscina natural de aguas transparentes que sorprende por su intenso color azul turquesa. A primera vista parece una poza tranquila rodeada de vegetación, ideal para hacer una pausa y refrescarse en verano. Pero lo que esconde bajo la superficie lo convierte en un lugar único en España.
El Pozo Azul es en realidad la cueva subacuática más extensa del país y una de las más profundas de Europa. Aunque solo se puede explorar con experiencia en espeleobuceo técnico, el entorno ya merece la visita. Hay una pequeña zona de baño junto al aparcamiento, y desde allí también parte una ruta de senderismo por el cañón del Rudrón, otro rincón natural poco conocido pero muy recomendable.
🍎 31. Valle de Caderechas
Si te entusiasma ver los paisajes transformarse con los colores de la primavera, el Valle de Caderechas es una de esas zonas que no decepcionan. Este rincón del norte de Burgos alberga más de 50.000 cerezos, y cada año a mediados o finales de abril —según cómo venga el clima— se cubre de flores blancas que dibujan un espectáculo visual precioso.
Durante la época de floración muchos pueblos de la zona, como Salas de Bureba, Quintanaopio o Hozabejas, se llenan de visitantes que vienen a pasear entre cerezos. Pero incluso fuera de primavera, la zona tiene muchos alicientes: senderos bien señalizados por valles y bosques, pequeñas aldeas con encanto, cascadas escondidas y un ambiente tranquilo ideal para desconectar. Si te gusta la fotografía de naturaleza o simplemente caminar sin prisas, el Valle de Caderechas es un acierto en cualquier estación.
⭐ Otros imprescindibles que visitar en Burgos
Además de los pueblos con encanto y los parajes naturales, la provincia de Burgos guarda lugares históricos, curiosos y poco conocidos que vale la pena incluir en tu itinerario. Aquí te dejamos algunos de ellos en orden alfabético.
⚰️ 32. Cementerio de Sad Hill
Los amantes del cine del Oeste reconocerán enseguida este lugar. El Cementerio de Sad Hill fue el escenario de una de las escenas más icónicas de la película El bueno, el feo y el malo, dirigida por Sergio Leone en los años 60. Aunque se trata de un cementerio ficticio, construido expresamente para el rodaje, conserva esa atmósfera polvorienta y cinematográfica que lo hace muy especial.
Durante años quedó en el olvido, pero un grupo de vecinos y aficionados al cine lo recuperó, y hoy es un espacio al aire libre que se puede visitar libremente. El entorno es perfecto para dar un paseo y revivir escenas míticas de la película. Está muy cerca de Santo Domingo de Silos y el Desfiladero de Yecla, así que puedes organizar una ruta interesante por esta zona.
🏛️ 33. Ciudad Romana de Clunia
La ciudad romana de Clunia, situada cerca del pueblo de Peñalba de Castro, es uno de los yacimientos más destacados del norte peninsular, aunque no sea tan conocida como otros asentamientos romanos como Itálica o Baelo Claudia. Durante la época romana, Clunia fue una de las principales ciudades del territorio, y su importancia se nota en la magnitud de las ruinas que hoy se pueden visitar.
El teatro romano excavado en la ladera es lo más llamativo del conjunto, pero también puedes ver restos del foro, termas, calles empedradas y viviendas con mosaicos bien conservados. El recorrido está muy bien señalizado y permite entender cómo era la vida en una ciudad romana de interior. 34. Iglesias Románicas de Las Merindades
Ya hemos mencionado varias veces la belleza de Las Merindades, pero esta comarca también destaca por su rico patrimonio románico. Muchas de sus iglesias rurales conservan elementos originales y están ubicadas en paisajes espectaculares, lo que hace que visitarlas sea una experiencia muy completa.
Algunas de las más destacadas son la Iglesia de San Pedro de Tejada, en Puente-Arenas, considerada una de las joyas del románico burgalés; la Iglesia de San Pantaleón de Losa, con una ubicación muy singular sobre una gran peña; o la Iglesia de Santa María de Siones, con interesantes relieves esculpidos. También merecen una visita la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua en Butrera y la Iglesia de San Lorenzo en Vallejo de Mena.
⛪ 35. Monasterio de San Pedro de Arlanza
En el desfiladero del río Arlanza, cerca del pueblo de Hortigüela, se alzan las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza, considerado uno de los monasterios fundacionales de Castilla. Fundado en el siglo X, fue un centro religioso y político de gran importancia, hasta su abandono definitivo tras la desamortización de Mendizábal. Hoy en día se puede visitar de forma libre y recorrer los restos de su iglesia, el claustro y otras estancias monásticas, todo ello envuelto por un entorno natural muy bonito.
⛪ 36. Monasterio de San Pedro de Cardeña
A solo 10 kilómetros de la ciudad de Burgos se encuentra uno de los monasterios más emblemáticos de Castilla. El Monasterio de San Pedro de Cardeña, habitado aún hoy por monjes trapenses, tiene una historia muy ligada a las raíces del Reino de Castilla y a la figura del Cid Campeador. De hecho, según la tradición, aquí descansaron su esposa Doña Jimena y sus caballos durante su exilio.
En la visita guiada, organizada por los propios monjes, se pueden recorrer estancias tan interesantes como la Iglesia abacial, la Capilla del Cid, el Claustro de los Mártires y el Panteón. Uno de los datos más curiosos del monasterio es que aquí se encuentra una bodega románica del siglo XII, considerada la más antigua de España que sigue en uso, aunque no está abierta al público. El entorno, en plena campiña castellana, refuerza esa sensación de historia viva que transmite el conjunto.
⛪ 37. Monasterio de Santa María de Rioseco
Entre montañas, bosques y muy cerca del río Ebro, las ruinas del Monasterio de Santa María de Rioseco ofrecen una imagen espectacular, sobre todo en días de niebla o con el sol filtrándose entre los arcos. Este cenobio cisterciense fue fundado en el siglo XIII y abandonado tras la desamortización, quedando a merced del tiempo y de la vegetación.
Gracias al esfuerzo de voluntarios y asociaciones locales, parte del monasterio ha sido recuperado y se puede visitar por libre o con guía. El claustro de los monjes es una de las zonas más impactantes del conjunto, con sus arquerías apuntando hacia el cielo sin tejado. Es uno de esos lugares donde la naturaleza y la arquitectura se entrelazan de una forma muy especial.
🛢️ 38. Museo del Petróleo
En la localidad de Sargentes de la Lora, en plena comarca de Las Loras, se encuentra un museo bastante insólito: el Museo del Petróleo, el único dedicado a esta temática en la Península. Aquí podrás aprender más sobre el único campo petrolífero que se ha explotado en España, en activo durante varias décadas del siglo XX.
El museo está ubicado junto a una antigua planta extractora y su recorrido es muy didáctico. A través de paneles, objetos originales y vídeos se explican los procesos de extracción y refinado, el origen geológico del petróleo y el papel que jugó esta zona durante la fiebre petrolera de los años 60. Una visita diferente, especialmente interesante para quienes disfrutan de temas científicos e industriales.
🧱 39. Territorio Artlanza
En Quintanilla del Agua, muy cerca de Lerma, se encuentra un proyecto artístico y cultural realmente original. Se trata de Territorio Artlanza, una recreación de un pueblo tradicional castellano a tamaño real, construida de forma artesanal por el escultor Félix Yáñez. Usando materiales reciclados, maderas y piedras de derribo, ha levantado un conjunto que recuerda a las villas rurales de antaño, con su plaza, su barbería, el horno, el colegio y hasta un teatro.
Además del paseo por este pueblo-museo al aire libre, también podrás visitar galerías de arte, talleres de oficios antiguos y exposiciones temporales. Todo el espacio está pensado para que el visitante aprenda y se divierta a partes iguales. Es una propuesta muy original que puede gustar tanto a adultos como a niños. Puedes conseguir tu entrada anticipada aquí.
🧬 40. Yacimientos de Atapuerca
Cerramos este recorrido con uno de los lugares más importantes no solo de la provincia de Burgos, sino de toda Europa. Los Yacimientos de Atapuerca han revolucionado lo que sabemos sobre la evolución humana y están considerados como uno de los enclaves arqueológicos más relevantes del mundo.
Para comprender bien su importancia, lo ideal es comenzar en el Museo de la Evolución Humana (MEH), en el centro de Burgos, donde se exponen algunos de los hallazgos más relevantes como el Homo antecessor o el cráneo de la Sima de los Huesos. Desde allí se organizan visitas guiadas a los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, con transporte incluido.
Durante el recorrido, arqueólogos y guías especializados te llevan por zonas como la Gran Dolina o la Galería del Elefante, explicando los restos y herramientas que se han encontrado. También se puede visitar el CAREX (Centro de Arqueología Experimental), donde se muestran técnicas de caza, fuego y herramientas utilizadas por nuestros antepasados.
🗺️ Mapa imprescindibles de Burgos
🚗 Itinerarios de fin de semana por la provincia de Burgos
La provincia de Burgos es uno de los destinos más variados de Castilla y León. Combina paisajes naturales espectaculares, pueblos con mucha personalidad, arte románico, monasterios históricos y algunos enclaves arqueológicos únicos. Para ayudarte a organizar tu viaje, te proponemos varios itinerarios de fin de semana que agrupan lugares cercanos.
🏛️ Itinerario 1: Burgos capital y alrededores monumentales
Día 1: Dedica la jornada a descubrir Burgos capital. Pasea por el casco histórico, visita la imponente Catedral gótica y acércate al Mirador del Castillo para tener una buena panorámica de la ciudad. Por la tarde puedes visitar el Museo de la Evolución Humana, uno de los más interesantes de España.
Día 2: Haz una excursión a los Yacimientos de Atapuerca, Patrimonio de la Humanidad, donde podrás conocer más sobre los primeros pobladores de Europa. Luego continúa hasta el Monasterio de San Pedro de Cardeña, situado en un entorno muy agradable a las afueras de la ciudad.
🏞️ Itinerario 2: Silos, Covarrubias y paisajes del sur
Día 1: Comienza el día en Santo Domingo de Silos, donde puedes visitar su monasterio y recorrer el Desfiladero de la Yecla. Después continúa hasta Covarrubias, uno de los pueblos más bonitos de la provincia, con casas de entramado y mucho encanto medieval.
Día 2: Por la mañana, recorre los restos del Monasterio de San Pedro de Arlanza, en plena naturaleza, y termina la ruta visitando Caleruega, lugar de nacimiento de Santo Domingo y con un conjunto monástico muy bien conservado.
🏰 Itinerario 3: Aranda de Duero y pueblos con historia
Día 1: Descubre Aranda de Duero, capital de la Ribera burgalesa. Visita alguna de sus bodegas subterráneas, recorre el Puente Románico y no te pierdas la Iglesia de Santa María. La gastronomía local también merece una buena parada.
Día 2: Acércate a Peñaranda de Duero, con su castillo, su plaza y el Palacio de los Zúñiga. Puedes terminar el día en Tubilla del Lago, conocido por sus murales callejeros, o en Gumiel de Izán, otro pueblo con tradición vinícola y patrimonio interesante.
🏞️ Itinerario 4: Naturaleza en el norte: Ojo Guareña y Espinosa
Día 1: Comienza en el Monumento Natural de Ojo Guareña, una de las mayores redes de cuevas de Europa. Puedes visitar la ermita rupestre de San Bernabé y hacer alguna ruta a pie por el entorno.
Día 2: Continúa hasta Espinosa de los Monteros, un pueblo señorial rodeado de montañas, ideal para pasear. Si el tiempo acompaña, puedes acercarte al Embalse de Alba o subir a algún mirador de la zona para disfrutar del paisaje de Las Merindades.
🌉 Itinerario 5: Frías, Puentedey y joyas de Las Merindades
Día 1: Empieza en Frías, uno de los pueblos más fotogénicos de Castilla, con su castillo y sus casas colgadas. Desde allí puedes seguir hacia Poza de la Sal, localidad natal de Félix Rodríguez de la Fuente, con su castillo y salinas históricas.
Día 2: Dirígete a Puentedey, un pueblo construido sobre un arco natural de roca. Termina en Oña, donde te espera el Monasterio de San Salvador, rodeado de un entorno natural muy tranquilo.
⛰️ Itinerario 6: Cañones y cascadas del norte de Burgos
Día 1: Dedica el día a recorrer los Cañones del Río Ebro, una zona espectacular para hacer senderismo entre paredes verticales y bosques frondosos. Puedes empezar en Valdelateja y recorrer una parte de la ruta hasta Covides o Tartalés de Cilla.
Día 2: Visita algunas de las cascadas más bonitas de Burgos, como la de Pedrosa de Tobalina o la de Las Pisas. Si te apetece una experiencia distinta, puedes acercarte al Museo del Petróleo en Sargentes de la Lora, muy cerca.
🧙♂️ Itinerario 7: Territorio legendario y lugares curiosos
Día 1: Comienza en Medina de Pomar, una villa con un castillo interesante y calles medievales. Luego continúa hacia Santa Gadea del Cid, en la zona limítrofe con Álava, con iglesia fortificada y vistas al valle del Ebro.
Día 2: Acércate al pueblo abandonado de Ochate, rodeado de historias misteriosas. Termina en el Cementerio de Sad Hill, escenario de la escena final de El bueno, el feo y el malo, reconstruido por fans del cine del oeste.
🍏 Itinerario 8: Valle de las Caderechas y lagunas glaciares
Día 1: Explora el Valle de las Caderechas, una zona menos conocida donde abundan los frutales y pueblos con encanto como Hozabejas o Salas de Bureba. En primavera y otoño, el paisaje es especialmente bonito.
Día 2: Sube hasta las Lagunas de Neila, un espacio natural formado por antiguos glaciares. Hay varias rutas bien señalizadas, y las vistas son impresionantes. Si aún tienes tiempo, puedes pasar por la Fuente Azul o el Pozo Azul, lugares con aguas cristalinas en entornos muy tranquilos.
Aquí termina nuestro recorrido por los lugares imprescindibles que ver en la provincia de Burgos y los itinerarios que te ayudarán a organizar tu escapada según los días que tengas y las zonas que más te apetezca conocer. Esperamos que esta guía te resulte útil para planificar un viaje que combine patrimonio histórico, buena gastronomía, pueblos con carácter y paisajes naturales donde desconectar del ritmo diario.
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Muchísimas gracias Marta por tu comentario!