Escrito por Javier de la web Sobre Tenerife
Hace ya nueve años que me mudé a Tenerife y, a día de hoy, sigo sorprendiéndome con sus paisajes. Me impresiona lo distintos que pueden ser de una zona a otra: desde parajes salvajes y áridos hasta rincones verdes y frondosos, todo salpicado por ese contraste de colores tan característico de la isla. El sonido constante del mar acompaña casi cualquier momento, y los acantilados, que parecen resistir a diario el embate del Atlántico, forman parte del paisaje cotidiano.
Recuerdo perfectamente la primera vez que me planteé no solo visitar Tenerife, sino quedarme a vivir aquí. Lo primero que pensé fue: “playas y sol, más de lo mismo”. Lo asocié de inmediato al verano en mi tierra natal, Málaga. Pensé que me encontraría con algo parecido, sin grandes sorpresas. Pero bastó una semana para darme cuenta de que estaba muy equivocado.
Lo que imaginaba como un clima caluroso y uniforme resultó ser un mosaico mucho más complejo y variado. Aquí el sol no es siempre protagonista, y el calor no tiene nada que ver con esas jornadas interminables del verano peninsular. Tenerife no encaja fácilmente en los tópicos del llamado turismo de sol y playa, aunque a veces se intente resumir así lo que ofrece.
En este post quiero llevarte al norte de Tenerife, una parte de la isla que me tiene completamente atrapado. Es una zona que a veces pasa desapercibida frente al protagonismo turístico del sur, pero que guarda rincones con muchísimo encanto, paisajes que parecen sacados de otro mundo y una autenticidad difícil de encontrar en otros lugares. Aquí la naturaleza se muestra más salvaje, los pueblos conservan su esencia tradicional y cada curva del camino te regala una nueva sorpresa. Para mí, es una de las zonas más especiales de la isla.
Tenerife: norte vs. sur
El clima de Tenerife varia muchísimo según la zona que vistas. En cuestión de pocos kilómetros puedes pasar de un cielo totalmente despejado a una bruma espesa, o de un paisaje seco y árido a un entorno verde y húmedo. El sur es más seco, con más horas de sol al año y temperaturas suaves casi constantes, mientras que el norte es más húmedo, más verde, y con ese aire fresco que le da el Atlántico y las nubes que suelen quedarse enganchadas en las montañas.
Si lo que buscas son días de sol casi garantizados y largas playas donde tumbarte sin pensar en nada más, entonces lo tuyo seguramente esté en el sur de Tenerife: zonas como Costa Adeje o Los Cristianos concentran gran parte del turismo que llega a la isla. Allí el clima es más seco, el ambiente más animado y todo gira en torno al descanso y la diversión junto al mar, con sus terrazas llenas de gente y una Dorada bien fría en la mano.
Eso sí, he visto muchas veces cómo algunos visitantes llegan al norte, por ejemplo al Puerto de la Cruz, esperando ese mismo tipo de experiencia… y claro, se encuentran con una realidad bastante distinta. Aquí el clima es más cambiante, las playas no tienen esa estampa de postal con arena dorada y aguas tranquilas, y a veces el mar impone su carácter con fuerza.
Pero eso no significa que sea menos interesante, al contrario. El norte de Tenerife hay que vivirlo con otros ojos. Yo, después de casi una década viviendo aquí, sigo agradeciendo cada día haber elegido esta parte de la isla. Muy cerca del Puerto de la Cruz, donde me instalé, las playas tienen esa arena negra volcánica tan especial, el océano rompe con fuerza contra los acantilados y la vegetación se vuelve exuberante. Es un paisaje que cambia constantemente, que sorprende y que invita a recorrerlo sin prisas.
Además, hay algo muy especial cuando cae la noche. Desde aquí se puede disfrutar de un cielo estrellado como en pocos lugares del mundo. Tenerife forma parte de la Red de Destinos Starlight, lo que garantiza unas condiciones excelentes para la observación astronómica. Es uno de esos lujos que no todo el mundo conoce.
Por eso, si estás pensando en viajar a Tenerife, mi consejo es que te quedes en el norte. El Puerto de la Cruz es un buen punto de partida para descubrir una isla que, más allá de sus tópicos, tiene mucho que ofrecer a quien esté dispuesto a mirar con curiosidad y dejarse sorprender.
💡Consejo útil
Para aprovechar al máximo tu viaje al Tenerife, es recomendable reservar con antelación algunas actividades. Nosotros valoramos mucho la flexibilidad, pero un poco de organización es muy recomendable. Aquí te dejamos algunos enlaces para hacer las reservas más útiles.
🎟️ Entradas y excursiones recomendadas:
- 🐦 Entrada al Loro Parque, un parque zoológico con espectáculos y una gran variedad de animales.
- 🏖️ Entrada combinada Loro Parque + Siam Park para un día completo de naturaleza y diversión acuática.
- 🚠 Excursión al Teide con teleférico desde el Norte, imprescindible para admirar el paisaje volcánico y disfrutar de vistas panorámicas.
- 🗺️ Free tour por el Parque Nacional del Teide, una forma excelente de conocer en detalle este espacio natural único.
- 🌌 Senderismo nocturno en las Cañadas del Teide, una experiencia diferente para descubrir el parque bajo las estrellas.
🏨 Alojamiento: si aún no tienes alojamiento, puedes consultar las mejores opciones para dormir en Tenerife
🚗 Alquiler de coche: recorrer el Norte de Tenerife con vehículo propio es la mejor opción para llegar a sus playas, miradores y pueblos con total libertad. El transporte público no cubre bien las zonas más naturales y rurales. Puedes consultar opciones de alquiler aquí y comparar precios.
🚐 Traslado desde el aeropuerto: para llegar cómodo y sin preocupaciones hasta tu alojamiento, te recomendamos reservar un traslado directo desde el aeropuerto.
Lugares que visitar en el Norte de Tenerife
Loro Park Tenerife
Uno de los grandes clásicos del norte de Tenerife —y casi una visita obligada para muchos viajeros— es el Loro Parque. No importa cuántas veces lo hayas oído mencionar: sigue siendo uno de los lugares más visitados no solo de la isla, sino de todo el archipiélago canario. La verdad es que tiene mucho que ver con su capacidad de reinventarse y ofrecer experiencias para todo tipo de público.
Es cierto que muchos lo asocian a un plan perfecto para familias, sobre todo si viajáis con niños, pero nosotros también lo disfrutamos como adultos. Entre jardines tropicales, zonas recreadas al detalle y especies animales de lo más variadas —desde loros de todos los colores hasta orcas, pingüinos o tigres—, el parque ofrece una jornada entretenida y muy cuidada. Los espectáculos, que a veces generan opiniones diversas, están bien organizados y en general el parque transmite un gran respeto por el entorno y por el trabajo de conservación que realizan.
Lo visitamos hace un par de años con nuestro hijo y no sabríamos decir quién de los tres se lo pasó mejor. Nos gustó especialmente la zona de los pingüinos, donde se recrea el ambiente polar con nieve artificial incluida, y el aviario, que da nombre al parque y alberga especies realmente impresionantes.
Si tienes pensado incluirlo en tu ruta, puedes reservar con antelación tu entrada al Loro Parque, o incluso optar por una entrada combinada con el Siam Park, en el sur de la isla, si vas a visitar también esa zona.
Ruta por el Norte de Tenerife
Después de hablar un poco sobre el Loro Park, que quiero proponeros una ruta va en otra dirección. Más allá de los grandes parques temáticos, Tenerife es una isla con mucha historia, con rincones naturales que te dejan sin palabras y con lugares que, cuando los recuerdas, sabes que solo podrían haber sido vividos aquí. Por eso, en vez de hablaros de lo más conocido, me gustaría llevaros por una ruta más personal, con paradas que tienen alma, que cuentan cosas. Lugares que no siempre salen en los folletos, pero que se quedan en la memoria por lo que transmiten.
Mirador de San Pedro
Para empezar la ruta, os recomiendo tomar la carretera que bordea la costa y salir desde el Puerto de la Cruz en dirección a Los Realejos. Justo antes de llegar, no dejéis de hacer una parada en el Mirador de San Pedro. Desde allí comienza un sendero rural de unos 4 kilómetros que recorre los acantilados, ofreciéndoos panorámicas espectaculares del océano Atlántico y de la costa norte de Tenerife.
El camino es agradable y accesible, con tramos rodeados de vegetación típica de la isla y el constante sonido del mar acompañando la caminata. A medida que avanzáis, las vistas se van abriendo y permiten contemplar acantilados escarpados, pequeños pueblos costeros y, si el día está claro, incluso la silueta de las montañas en la lejanía.
Es una manera perfecta de conectar con la naturaleza y disfrutar de un paseo tranquilo que se aleja del bullicio turístico, sumergiéndoos en la esencia del norte de Tenerife.
Icod de los Vinos
Siguiendo la carretera rumbo al norte, pasaréis cerca de Icod de los Vinos, un municipio que, aunque no destaca por su arquitectura o animación, guarda un tesoro natural que merece la pena visitar. Se trata del famoso Drago Milenario, un árbol emblemático que se ha convertido en uno de los símbolos más reconocidos de Tenerife.
Durante mucho tiempo se creyó que este drago tenía alrededor de 3.000 años, pero las investigaciones más recientes apuntan a una edad más moderada, entre 600 y 900 años. Aun así, no deja de ser un ejemplar imponente y majestuoso que impresiona por su tamaño y su forma única. Su tronco grueso y sus ramas retorcidas lo hacen parecer salido de un cuento, y no es raro encontrar visitantes que se quedan un buen rato simplemente contemplándolo y haciendo fotos.
El entorno que lo rodea es tranquilo y está bien cuidado, con un pequeño parque que invita a pasear y disfrutar del ambiente. Es un buen lugar para hacer una pausa y apreciar una parte muy auténtica del patrimonio natural de la isla.
Garachico
A solo unos kilómetros más adelante está Garachico, un lugar que para mí es, sin duda, la localidad más bonita de Tenerife. Este pequeño pueblo tiene un encanto especial que no se olvida fácilmente. Lo que más llama la atención es su peculiar paseo marítimo, formado por las corrientes de lava volcánica que, hace tres siglos, arrasaron gran parte del pueblo y su entonces próspero puerto.
Esa historia trágica dejó una huella imborrable en Garachico, pero también creó un paisaje único: piscinas naturales de agua de mar, formaciones rocosas con formas sorprendentes y rincones ideales para pasear tranquilamente mientras se escucha el sonido del Atlántico. Caminar por sus calles es como viajar en el tiempo, entre casas antiguas de colores y plazas con encanto donde la vida local sigue su ritmo pausado.
Garachico es un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza y la historia se entrelazan en Tenerife, regalando momentos para la reflexión y la admiración. Es un lugar para detenerse, tomar algo en una terraza y simplemente dejarse llevar por el paisaje y la atmósfera.
La Punta de Teno
Tras dejar atrás Buenavista del Norte, llegamos a la Punta de Teno, el último punto accesible en esta parte de la isla y un lugar que parece detenido en el tiempo. Desde aquí, al mirar al horizonte, solo se extiende el océano Atlántico, un vasto azul que termina, mucho más allá, en el continente americano. Estar en este extremo de Tenerife es conectar con esa sensación de inmensidad y de aislamiento, donde el mar se convierte en el protagonista absoluto.
Aunque geográficamente la Punta de Teno marca el extremo más al oeste, la forma particular de la isla y las costumbres locales hacen que la orientación se entienda de manera diferente. Entre los tinerfeños es habitual hablar de “ir al norte” o “bajar al sur” no en función de las brújulas o mapas, sino según una división tradicional que parte la isla en dos mitades. En este sentido, “ir al sur” significa cruzar Santa Cruz de Tenerife hacia zonas como Adeje o Los Cristianos, ya sea por la autopista o partiendo desde la misma Punta de Teno hacia Santiago del Teide. Por otro lado, recorrer el “norte” implica hacer el camino desde Santa Cruz hacia la Punta de Teno, atravesando paisajes verdes y acantilados impresionantes.
Esta manera de entender la isla refleja también sus contrastes: el sur seco y turístico frente al norte verde y auténtico, cada uno con su propia personalidad. La Punta de Teno es, por tanto, mucho más que un punto en el mapa; es un símbolo de esa dualidad que hace de Tenerife un lugar tan especial.
Parque Nacional del Teide
Os recomiendo regresar al final de la jornada para descansar y tomar fuerzas, porque el segundo día lo dedicaréis a uno de los mayores tesoros naturales de Tenerife: el Parque Nacional del Teide. Si os animáis, podréis subir en teleférico hasta la mayor altitud accesible en España, una experiencia que merece la pena por las vistas y la sensación única que se vive allí arriba.
En el camino hacia el Teide, iréis dejando atrás paisajes muy diversos y sorprendentes. Los miradores del Valle de la Orotava —como el de Humboldt, el del Lance o el de la Corona— ofrecen panorámicas que quitan el aliento sobre uno de los valles más bonitos de la isla. Mi consejo es visitarlos primero para ir tomando contacto con el entorno antes de empezar la subida desde la villa tradicional de La Orotava hacia el Pico del Teide.
En apenas unos kilómetros pasaréis de los valles verdes y frondosos a las formaciones volcánicas que parecen salidas de otro mundo. Un ejemplo claro es el desierto volcánico de los Llanos de Ucanca, un paisaje árido y extenso que contrasta con la exuberancia del norte. Muy cerca, dentro del Parque Natural, encontraréis el Parador Nacional del Teide, un lugar perfecto para alojarse o simplemente hacer una parada. Es un hotel acogedor y bien situado, ideal para quienes quieran calzarse unas botas y lanzarse a explorar los senderos que ofrece el parque.
Si quieres visitar el Parque Nacional del Teide en un tour, te recomendaríamos aprovechar este excursión al Teide con entrada al teleférico desde Puerto de la Cruz, un free tour por el parque nacional y disfrutar de una inolvidable salida de senderismo nocturno por las Cañadas del Teide.
Más lugares
El “Norte” de Tenerife da para mucho más. Solo hacen falta varios días para ir descubriéndolo y disfrutándolo con calma. Por ejemplo, La Laguna, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una ciudad llena de historia y vida que merece una visita tranquila para absorber su encanto. También está Santa Cruz, la capital de la provincia, con su ambiente urbano y sus rincones interesantes para conocer.
Y no podemos olvidar la impresionante belleza natural del Parque Rural de Anaga, una zona que ofrece paisajes únicos, caminos entre laurisilva y pueblos con un carácter muy especial. Esta mezcla de patrimonio cultural y naturaleza hace que el norte de Tenerife sea un destino completo, ideal para quienes buscan algo más que sol y playa.
🛏️ Dónde dormir en el Norte de Tenerife
El Norte de Tenerife ofrece una variedad de alojamientos que se adaptan a diferentes gustos y estilos, desde hoteles con encanto en ciudades históricas hasta casas rurales rodeadas de naturaleza. A continuación te dejamos algunas ideas para disfrutar de una estancia cómoda y con mucho ambiente local.
🌅 Hoteles con vistas y buen entorno
- H10 Costa Adeje Palace (Puerto de la Cruz): Situado cerca del litoral, este hotel combina comodidad con acceso fácil al casco histórico y al famoso Lago Martiánez.
- Parador de las Cañadas del Teide (Parque Nacional del Teide): Un alojamiento único y sobrio, ubicado dentro del Parque Nacional, perfecto para quienes buscan contacto directo con la naturaleza y un punto de partida para hacer senderismo.
- Bahía Príncipe Sunlight San Felipe (San Cristóbal de La Laguna): Un hotel con vistas al mar y a la ciudad Patrimonio de la Humanidad, ideal para combinar cultura y relax.
🏡 Alojamientos con encanto
- Casa Rural El Lagar (La Orotava): Una casa tradicional canaria restaurada con mucho cuidado, rodeada de jardines y con fácil acceso a senderos naturales.
- Finca Las Rosas (Los Realejos): Un alojamiento rural con ambiente tranquilo, ideal para quienes quieren desconectar y disfrutar de la naturaleza del norte.
🏠 Alquileres vacacionales
En el Norte de Tenerife también abundan los apartamentos, villas y casas rurales en alquiler. Plataformas como Vrbo son buenas opciones para quienes prefieren alojarse con más independencia. Esta alternativa es ideal para familias, grupos o para estancias más largas.
💡 Consejos prácticos
- Ubicación: Si quieres estar cerca de la vida cultural y comercios, alojarte en ciudades como La Laguna o Puerto de la Cruz es una buena idea. Para una experiencia más tranquila y en contacto con la naturaleza, considera alojamientos en La Orotava o los alrededores de Anaga.
- Temporada: La primavera y el otoño son momentos ideales para visitar el norte, cuando el clima es suave y hay menos turistas que en verano.
- Reservas: En temporada alta y fines de semana, especialmente en verano y Semana Santa, conviene reservar con antelación para asegurar disponibilidad y mejores precios.
Para ver más opciones y comparar precios, puedes consultar este enlace.
¿Os seguís preguntando? ¿Tenerife Norte o Sur? Allá, los playeros. Yo, desde luego, me quedo en el Norte.
💸 Ahorra con nuestros enlaces
🏨 Reserva tu HOTEL al MEJOR PRECIO en TENERIFE
🏛️ Reserva las MEJORES VISITAS GUIADAS y EXCURSIONES en TENERIFE
🚗 Encuentra TU COCHE de ALQUILER al MEJOR PRECIO
✈️ Reserva tus TRASLADOS DESDE EL AEROPUERTO
📶 Hazte con una tarjeta eSIM de Holafly con un 5 % de descuento para estar siempre conectado.
🛡️ Considera contratar el MEJOR SEGURO de VIAJE con HEYMONDO y disfruta de un 5% de descuento por ser nuestro lector.
Preciosas fotografías de Tenerife.
Nos lo apuntamos. Al Parque Nacional del Teide ibamos a ir sí o sí. Pero el resto de lugares también apuntan muy bien.