Melbourne, junto con Sídney, es otra de las ciudades populares de Australia. Un ambiente multicultural, es una de las ciudades más agradables para vivir en Austria. Cerca de Melbourne se encuentra una de las carreteras costeras más espectaculares del mundo, la Great Ocean Road. Aquí te contamos nuestra experiencia por esta zona del país.
Viaje de Sídney a Melbourne
Después de habernos despedido de la familia Mackey hemos ido a recoger Red, el coche/furgoneta alquilado de la empresa Spaceship, que nos acompañó en todo el camino de la Great Ocean Road.
La Great Ocean Road empieza en Torquay que se encuentra al sur de Melbourne. La idea era ir desde Sydney hasta Melbourne por la costa y de allí coger la Great Ocean Road. Sin embargo, como pudimos alquilar el coche solo desde el lunes en lugar del sábado, decidimos ir directos a Melbourne por la autopista. La primera noche paramos en un área de descanso que se encuentra en un pueblo cerca de la autopista.
Las autopistas en Australia tienen muchas áreas de descanso y en muchos se puede quedar por la noche, no como en Nueva Zelanda, incluso durante el verano hay voluntarios que te dan té y café gratis «Drive Revive Survive».El segundo día llegamos a tirón después de Melbourne cerca de donde empieza la Great Ocean Road; dormimos otra vez en un área de descanso, esta vez al lado de la autopista y el día siguiente empezamos la aventura.
Great Ocean Road – Día 1.
El tiempo no era nuestro amigo, hacía mucho viento y las nubes no prometían nada bueno. Primero nos dirigimos a Bells Beach , una playa muy grande perfecta para los amantes del surf. Obviamente, como todos los turistas que vienen a Australia queríamos ver los canguros y los koalas en libertad, pues en Anglesea hay un campo de golf donde vive un grupo de canguros y todas las oficinas de turismo te recomiendan pasar por allí.
Como hemos dicho el día no acompañaba mucho y de los canguros ni sombra. En Aireys Inlet hay un faro con vista al mar muy bonita. La particularidad de esta costa es que las paredes de rocas son muy muy altas y casi verticales. Aquí encontramos dos señoras que nos dijeron que en esta parte de la costa se pueden ver delfines, pero ni de estos había rasgo, tendremos más suerte con los koalas! En Lorne paramos para ver las Erskine Falls, unas cascadas bonitas y luego fuimos al Teddys Lookout, un mirador del cual se ve una buena parte de la costa.
Para acabar el día decidimos tentar la suerte con los koalas. A la altura de Kennet River hay una carretera que se llama Grey River Road donde dicen que es imposible no ver koalas. Todos emocionados empezamos a recorrer la carretera despacito mirando a los árboles…. siiiiii!!!! después de nada, encima de un árbol muy alto vimos el primer koala, luego el segundo y el tercero. Tomamos algunas fotos y tuvimos que volver atrás porque hacía mucho viento y un ranger nos dijo que no se podía seguir adelante ya que había muchos árboles caídos. Un poco tristes de tener que dejar aquella carretera, pero felices por haber visto por lo menos tres koalas fuimos hacia Apollo Bay para encontrar un sitio donde pasar la noche.
En la Great Ocean Road casi no hay áreas de descanso donde se acampa gratis, los únicos que hay están en el bosque y con el viento que había y todos los árboles caídos que habíamos visto, queríamos estar lo más lejos posible de ellos. Al final acampamos en un área de descanso cerca de unos baños donde había un cartel que indicaba que no se podía acampar, esperábamos que los rangers se quedaran en casa con la lluvia y el viento que hacía. Por la noche llovió a cántaros y hizo tanto viento que parecía que se llevara el coche, a veces teníamos la sensación de volar.
Great Ocean Road – Día 2.
Menos mal que la mañana siguiente el viento paró un poco y salió un tímido sol. Decidimos tentar la suerte una vez más con los koalas, hemos leido en el mapa que en la carretera que conduce al Cape Otway Ligthouse (faro) hay buenas posibilidades de ver koalas. Con los ojos aún medio cerrados del sueño nos pusimos a buscar koalas en los eucaliptos altísimos al cabo de un rato vimos una madre con el niño en la espalda, no nos parecía ni verdad, era increíble, una emoción enorme!!!<
Seguíamos y parábamos a medida que veíamos algún koala hasta que llegamos allí al sitio perfecto adonde una persona a la cual les gustan los koalas desea llegar: el Árbol de los koalas, nosotros lo hemos llamado así. Es como un manzano solo que en lugar de manzanas tiene koalas, habrá habido más de 30 koalas en este eucalipto, y alrededor en los otros había muchos más. El árbol de los koalas no es muy alto con lo cual los animales te quedan muy cerca. Nos dió mucha risa uno que dormía en una rama justo encima de la carretera y los coches le pasaban debajo y él como si no fuese su problema seguía durmiendo y comiendo. Seguimos el camino hacia el faro y paramos otras dos veces porque vimos koalas en la carretera, conseguimos hasta tocarlos con dos dedos!!! Rachele no podía ser más feliz!!
Al faro no entramos porque era muy caro y no deja de ser un faro. A la vuelta paramos otra vez en el árbol de los koalas donde vimos una madre con un niño en brazo, estuvimos otro buen rato mirándolos.
Seguimos por Wattle Hill para llegar al Wreck Beach donde se hundieron varios barcos y hay anclas en la playa que se ven cuando hay marea baja, la marea era alta así no vimos nada. Paramos para ver las formaciones rocosas más famosas de la ruta, los 12 Apostoles y Loch Ard Gorge, es impresionante ver cómo estas rocas caen en el mar y la forma que el viento y el mar les han dado.
Pasamos la noche en un campamento gratuito cerca de un lago, pero como aqui no había baño fuimos a una escuela en el pueblo al lado a pedir que por favor nos dejaran usar el baño un momento.
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Great Ocean Road – Día 3.
El último día fuimos a la reserva natural de Tower Hill que queda fuera de la Great Ocean road, en esta reserva hay muchos animales y esperábamos ver algunos canguros en su entorno natural. Llovía y paraba, otro día que no prometía nada bueno, menos mal que los canguros decidieron esconderse de la lluvia debajo de algunos árboles que nos quedaban cerca. Vimos muchísimos canguros algunos de un poco lejos, otros de 2 metros de distancia, fue muy bonito también porque vimos un niño que se ponía dentro de la madre, una pasada!!!!!!!!!
Visita relámpago a Melbourne
Felices y satisfechos de haber visto lo que más deseábamos en Australia, nos dirigimos a Melbourne dormimos otra vez en un área de servicio de la autopista y al día siguiente nos vimos con Nicki la chica neozelandesa que habíamos conocido en Fiji.
Nicki fue tan amable que nos acompañó a visitar la ciudad. Dimos una vuelta al centro, tomamos el tranvía antiguo para visitar la ciudad (es gratis), subimos a la planta 35 del Hotel Sofitel de donde había buena vista de la ciudad a través de los cristales del lavabo. Por la felicidad de Gábor fuimos a ver el estadio Rod Laver Arena donde se juega uno de los torneos de tenis más importantes, el Australian Open. Gábor estuvo contento de poder hacerse unas fotos con el estadio y la estatua de Rod Laver.
Melbourne nos ha gustado aunque no hemos tenido la oportunidad de conocer la verdadera vida de la ciudad. El noreste de Australia nos espera… y esperamos también el calor y el sol!!!!!
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