Escrito por Gábor Kovács
Nada menos que 28 pueblos de Castilla y León forman parte actualmente de la red de los Pueblos Más Bonitos de España, según los datos más recientes. Esta comunidad autónoma, la más extensa del país, es también la que concentra el mayor número de localidades incluidas en esta prestigiosa asociación, repartidas entre sus nueve provincias: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.
Pero si algo hemos aprendido recorriendo esta tierra en distintos viajes es que el encanto de Castilla y León no se limita a una lista oficial. Hay muchos otros pueblos que, sin figurar en rankings o galardones, conservan una identidad única, paisajes inolvidables o una historia que ha dejado huella en sus calles.
Desde aldeas de origen medieval que parecen detenidas en el tiempo hasta villas fortificadas rodeadas de murallas, sin olvidar pueblos de montaña en valles tranquilos o pequeñas localidades enclavadas en parajes naturales espectaculares, Castilla y León ofrece una variedad que sorprende a cada paso. Su riqueza no está solo en los monumentos, sino en la vida cotidiana que aún pervive en estos lugares: en las plazas porticadas, las casas blasonadas, las iglesias románicas, los mercados tradicionales o las fiestas populares.
Después de explorar la región en profundidad, hemos preparado una lista muy personal y diversa que va más allá de los clásicos. En esta guía encontrarás una selección en orden alfabético de 50 pueblos que nos han conquistado, y que creemos representan a la perfección la esencia cultural, patrimonial y natural de Castilla y León. Hemos preparado también algunos itinerarios de fin de semana para que te resulte más fácil organizar tu viaje.
1. Aguilar de Campoo, Palencia – uno de los pueblos de Castilla y León con encanto
Comenzamos en el norte de la provincia de Palencia, en plena Montaña Palentina, una de las regiones más sorprendentes y menos conocidas de Castilla y León. Aguilar de Campoo es una villa con mucha historia, famosa por su pasado medieval, su entorno natural y, curiosamente, también por ser tierra de galletas. De hecho, aquí se encuentran antiguas fábricas como Galletas Gullón, que todavía mantienen la actividad.
El casco antiguo conserva un trazado lleno de callejuelas que invitan al paseo tranquilo, con la elegante Plaza Mayor porticada como uno de sus rincones más animados. En lo alto de una colina, dominando el pueblo, están las ruinas del castillo medieval, desde donde se obtienen buenas vistas. Entre los edificios más importantes destacan el Monasterio de Santa María la Real, hoy convertido en centro cultural y educativo, la Colegiata de San Miguel, de estilo románico, y la pequeña Iglesia de Santa Cecilia, que guarda una bellísima portada escultórica.
Si te apetece un paseo más relajado, puedes recorrer el paseo fluvial junto al río Pisuerga, muy agradable tanto en verano como en otoño, cuando los colores del bosque le dan un aire muy especial.
2. Alba de Tormes
En la provincia de Salamanca, a orillas del río Tormes, se encuentra Alba de Tormes, una localidad con fuerte vínculo con Santa Teresa de Jesús. Aquí pasó sus últimos días y su figura sigue muy presente en el pueblo.
El Convento de las Carmelitas Descalzas, donde descansan sus restos, es el lugar más visitado por los peregrinos y curiosos. A pocos pasos, se alza la Basílica de Santa Teresa, una construcción de estilo neogótico que quedó inacabada, pero cuya nave principal impresiona por su verticalidad.
El Castillo de los Duques de Alba, con su Torre del Homenaje aún en pie, guarda una interesante exposición sobre la historia de la poderosa familia que tuvo aquí una de sus residencias principales. Desde arriba se domina todo el valle del Tormes. El puente medieval, uno de los símbolos del pueblo, todavía conecta ambas orillas del río. También merece la pena entrar en la Iglesia de San Juan o en la Iglesia de San Pedro, cuya portada gótica sorprende por la riqueza de detalles.
3. Ampudia, Palencia
Regresamos a Palencia para descubrir Ampudia, un pueblo con una estética muy cuidada y un ambiente medieval que se respira desde el primer paso. Su edificio más famoso es, sin duda, el Castillo de Ampudia, del siglo XV, que pertenece a la familia Fontaneda. Aunque es de propiedad privada, se puede visitar y en su interior se conservan colecciones muy curiosas, como una antigua farmacia, piezas de arqueología y hasta esqueletos y animales disecados.
El resto del pueblo también merece un paseo pausado. La Colegiata de San Miguel, conocida como “la Giralda de Tierra de Campos” por su estilizada torre, destaca en el perfil del pueblo. Y no te pierdas el Hospital de Nuestra Señora de la Clemencia, que alberga el Museo de Medicina, una colección que recorre la evolución de la ciencia médica desde la Edad Media. Pero quizá lo que más llama la atención a pie de calle son sus casas con soportales, perfectamente alineadas a ambos lados de la vía principal.
4. Arenas de San Pedro, Ávila
En el sur de la provincia de Ávila, ya en la vertiente del Tiétar y protegida por las cumbres de la Sierra de Gredos, se encuentra Arenas de San Pedro, un destino muy completo para quienes buscan naturaleza, arquitectura y buena gastronomía.
Una de las visitas más recomendables son las Cuevas del Águila, situadas a unos 10 kilómetros del centro, con formaciones de estalactitas y estalagmitas espectaculares. En el centro histórico se alzan el Castillo de Don Álvaro de Luna, que ha sido restaurado y se puede visitar, y el Palacio del Infante Don Luis de Borbón, del siglo XVIII, muy vinculado a la historia de la Ilustración española.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el Convento de San Pedro de Alcántara completan el conjunto patrimonial. Además, esta zona es ideal para hacer senderismo o bañarse en pozas naturales en verano.
5. Arévalo, Ávila
Terminamos esta primera tanda en otra localidad abulense con mucho carácter. Arévalo, al norte de la provincia, es un ejemplo excelente de arquitectura mudéjar castellana. Fue uno de los lugares donde creció Isabel la Católica y su casco antiguo conserva ese aire sobrio y medieval que tanto caracteriza a la región.
Entre sus iglesias, destacan la Iglesia de San Martín, con su doble torre, la Iglesia de Santa María la Mayor, y la Iglesia de San Nicolás de Bari, todas con una notable mezcla de elementos cristianos e islámicos en ladrillo.
No te vayas sin acercarte al Castillo de Arévalo, también llamado Castillo de los Zúñiga, una fortaleza en la que se ha instalado un pequeño museo sobre los cereales y el pan. Otros edificios que puedes visitar son el Palacio de los Sedeño y el Palacio de Gutiérrez-Altamirano, ejemplos de arquitectura civil que hablan del pasado noble de la villa.
6. Astorga, León – uno de los pueblos más bonitos de Castilla y León
En pleno corazón de la Maragatería, Astorga reúne siglos de historia en un casco antiguo que sorprende tanto por sus monumentos como por su ambiente tranquilo y acogedor. Esta ciudad fue una importante urbe romana conocida como Asturica Augusta, y hoy conserva vestigios de aquella época como su Muralla Romana o las termas. También es una parada destacada en el Camino de Santiago, lo que le añade aún más riqueza cultural.
Uno de los iconos del pueblo es el Palacio Episcopal, una de las pocas obras de Gaudí fuera de Cataluña. Su estética neogótica y la forma de castillo de cuento lo convierten en una visita imprescindible. Justo enfrente se alza la Catedral de Santa María, una construcción que mezcla gótico, renacimiento y barroco de forma armoniosa.
No te vayas sin recorrer su cuidada Plaza de España y perderte por sus calles hasta el Jardín de la Sinagoga. Si te apetece profundizar en la historia local, hay varios museos interesantes como el Museo Romano La Ergastula o el Museo del Chocolate, ideal si viajas con niños. Y si quieres conocer lo esencial sin perder detalle, puedes apuntarte a este free tour por los imprescindibles de Astorga.
7. Ayllón, Segovia
Ayllón es uno de esos pueblos en los que parece que el tiempo se ha detenido. Situado en el nordeste de la provincia de Segovia, en la comarca de la Sierra de Ayllón, esta villa medieval conserva un conjunto urbano muy bien cuidado, con casas de tonos rojizos que le dan una identidad propia.
El corazón del pueblo es su Plaza Mayor porticada, rodeada de soportales de madera y presidida por la Iglesia románica de San Miguel. Muy cerca encontrarás la Fuente de los Cuatro Caños, uno de los lugares más fotografiados del pueblo. Ayllón también guarda palacios señoriales como el Palacio de los Contreras y el Palacio del Obispo Vellosillo.
Durante el mes de julio, el pueblo viaja a su pasado con las Jornadas Medievales, en las que todo el centro se llena de puestos artesanales, representaciones teatrales y gente vestida de época. Una excusa perfecta para conocerlo en un ambiente todavía más especial.
8. Baltanás, Palencia
En plena comarca del Cerrato palentino, Baltanás sorprende con una imagen muy singular: la de sus bodegas excavadas en la ladera del cerro que forman una especie de pequeño pueblo subterráneo con chimeneas saliendo del suelo. Es uno de los conjuntos etnográficos más curiosos de Castilla y León, y además fue declarado Bien de Interés Cultural.
Además de sus bodegas, Baltanás ofrece una bonita combinación de arquitectura tradicional y patrimonio religioso. Puedes visitar el Convento de San Francisco, fundado en el siglo XIII, o el Hospital de Santo Tomás. En la Plaza de España, centro neurálgico del pueblo, se encuentra el Monumento a La Aguadora, símbolo de las mujeres que transportaban el agua hasta las casas.
9. Béjar, Salamanca
Béjar se encuentra en el extremo sur de la provincia de Salamanca, en las faldas de la Sierra de Béjar, y combina naturaleza y patrimonio como pocos lugares. Uno de sus rincones más interesantes es el Jardín Histórico de El Bosque, un jardín renacentista con estanques y una casa de recreo que perteneció a los duques de Béjar.
El Palacio Ducal es otro de los símbolos del pueblo, una construcción sobria que domina el perfil urbano. También merece la pena visitar la Iglesia de Santa María la Mayor y pasear por el casco antiguo, donde descubrirás rincones con mucho encanto. Béjar fue además un importante centro de la industria textil, y algunas de sus antiguas fábricas se han reconvertido en espacios culturales.
10. Berlanga de Duero, Soria
Berlanga de Duero tiene uno de los castillos más impresionantes que puedas ver en Castilla y León. Aunque originalmente fue una fortaleza califal, su aspecto actual se debe a reformas posteriores en época renacentista. La fortaleza de Berlanga, con sus imponentes murallas y vistas panorámicas, te transporta directamente a los siglos de lucha fronteriza.
Pero este pueblo soriano no es solo su castillo. También podrás visitar la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado, con un interior sorprendente y una gran cúpula, o la Plaza Mayor, presidida por soportales y casas tradicionales. Muy cerca se encuentra el Palacio de los Marqueses de Berlanga, y en las afueras se puede visitar el Convento de Paredes Albas, un lugar tranquilo entre campos de cereal.
11. Bonilla de la Sierra, Ávila
En el corazón del Valle del Corneja, Bonilla de la Sierra es una de las joyas medievales mejor conservadas de Ávila. A pesar de su tamaño reducido, concentra un patrimonio histórico sorprendente. Fue residencia de obispos durante siglos, y todavía hoy se puede ver esa huella de poder eclesiástico en sus calles.
La entrada al casco histórico a través de su arco medieval ya marca el tono del paseo. Dentro del recinto amurallado encontrarás casas nobles como la Casa de los Herrera o la Casa de La Fonda, además de los restos del castillo, que aún conserva parte de sus muros.
El edificio más emblemático es la Iglesia Colegiata de San Martín de Tours, de estilo gótico, que sorprende por su tamaño y elegancia en un entorno tan rural.
12. Calatañazor, Soria
Con su silueta recortada sobre un cerro y sus casas de adobe y madera, Calatañazor es uno de los pueblos más pintorescos de Soria. Según la tradición, aquí tuvo lugar la batalla en la que Almanzor fue derrotado, dando lugar a la famosa expresión “donde Almanzor perdió el tambor”.
La visita al pueblo comienza por sus calles empedradas y estrechas, que ascienden hasta las ruinas de su castillo, con buenas vistas sobre el valle. Junto a la fortaleza, encontrarás también la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo y la Ermita de la Soledad, rodeadas de un paisaje casi intacto.
Muy cerca se encuentra el Sabinar de Calatañazor, uno de los bosques de sabinas mejor conservados de Europa, perfecto para hacer una pequeña ruta por la naturaleza.
13. Caleruega, Burgos
Caleruega destaca por su vinculación con Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos y figura clave en la historia religiosa de Castilla. El pueblo mantiene un ambiente sosegado, rodeado de colinas y campos de viñedos vinculados a la Denominación de Origen Ribera del Duero.
El conjunto monumental más relevante es el Monasterio de Santo Domingo de Caleruega, que incluye dos iglesias, un claustro-museo, una sacristía con cripta y el llamado Torreón de los Guzmanes. Desde el mirador de la Peña de San Jorge se obtiene una buena vista del monasterio y del paisaje rural de la zona.
Además de la visita espiritual, Caleruega es también una buena opción para quienes buscan bodegas familiares o quieren pasear entre viñedos y arquitectura tradicional castellana.
14. Candeleda, Ávila
En el sur de Ávila, dentro del Valle del Tiétar, Candeleda destaca por su arquitectura popular y su entorno natural. Las casas con balcones de madera, muchas de ellas adornadas con flores, forman un entramado encantador por el que merece la pena callejear sin rumbo.
Entre sus monumentos destacan la Iglesia gótica de Nuestra Señora de la Asunción, la Casa Consistorial y varias viviendas históricas como la Casa de la Judería o la Casa de las Flores, que alberga el curioso Museo del Juguete de Hojalata.
Candeleda también es un buen punto de partida para rutas por la Sierra de Gredos y actividades al aire libre, ya que el entorno está lleno de gargantas, senderos y zonas de baño naturales.
15. Candelario, Salamanca
Situado en las estribaciones de la Sierra de Béjar, Candelario es uno de los pueblos que mejor ha conservado su arquitectura tradicional. Las casas de piedra, muchas de ellas con balcones de madera y detalles artesanales, se reparten a lo largo de empinadas calles atravesadas por regaderas, los antiguos canales de agua que todavía hoy recorren el pueblo.
Entre sus edificios más relevantes están la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, la Ermita del Santo Cristo del Refugio y el Museo Etnográfico de la Casa Chacinera, que explica la importancia que tuvo la industria del embutido en la economía local.
Candelario es también un destino ideal para quienes buscan combinar cultura y senderismo, ya que desde aquí parten varias rutas hacia la sierra.
16. Carrión de los Condes, Palencia
Carrión de los Condes es uno de los puntos clave del Camino de Santiago a su paso por Palencia. El paso continuo de peregrinos durante siglos ha dejado una huella visible en su patrimonio monumental, especialmente en el ámbito religioso.
Entre los edificios más importantes destacan las iglesias románicas de Santa María del Camino y Santiago, ambas con una portada esculpida que merece detenerse a observar. También sobresale el Real Monasterio de San Zoilo, que tuvo gran relevancia en la Edad Media y conserva un bello claustro renacentista.
En total, el pueblo llegó a tener cinco conventos, nueve iglesias y cuatro hospitales para atender a los peregrinos. Pasear por sus calles es también recorrer una parte viva de la historia del Camino.
17. Castrillo de los Polvazares, León
Muy cerca de Astorga, Castrillo de los Polvazares es uno de los pueblos más representativos de la comarca de la Maragatería. Declarado conjunto histórico-artístico, mantiene su trazado original, con calles empedradas y casas construidas en piedra rojiza, muchas de ellas con grandes portones pintados en colores vivos.
Este antiguo pueblo de arrieros conserva el espíritu de quienes lo habitaban y lo recorrían transportando mercancías entre Galicia y la meseta. La Iglesia de San Juan Bautista es su edificio más notable, aunque lo más auténtico es simplemente pasear por el centro histórico, donde el tiempo parece haberse detenido.
Además, Castrillo es un lugar perfecto para probar el cocido maragato, una receta muy típica de la zona que se sirve “al revés”, empezando por las carnes.
18. Ciudad Rodrigo, Salamanca
Aunque oficialmente es ciudad, Ciudad Rodrigo forma parte de la red de los Pueblos Más Bonitos de España y su conjunto monumental está entre los más valiosos de Castilla y León. Su casco antiguo amurallado conserva la atmósfera de una ciudad fronteriza fortificada, clave en tiempos medievales.
El Castillo de Enrique II de Trastámara, que actualmente alberga un Parador, domina una parte del recinto. También es imprescindible visitar la Catedral de Santa María, que combina elementos románicos y góticos, y fue durante siglos el principal centro religioso del suroeste salmantino.
En el centro encontrarás casas señoriales como el Palacio de los Águila, el Palacio de la Marquesa de Cartago y edificios históricos como el Hospital de la Pasión o las iglesias de San Pedro y San Andrés. Para conocer bien su historia, te recomendamos hacer una visita guiada por Ciudad Rodrigo.
19. Covarrubias, Burgos
Conocida como la “cuna de Castilla”, Covarrubias es una localidad con un peso histórico notable. El conde Fernán González y su familia establecieron aquí uno de los centros de poder monástico más relevantes del siglo X, y esa herencia sigue presente en sus calles.
Entre sus monumentos principales están la Colegiata de San Cosme y San Damián, el Torreón de Fernán González, la Iglesia de Santo Tomás y la Casa de Doña Sancha, todo dentro de un entramado urbano que conserva el estilo tradicional castellano.
La arquitectura popular, con entramados de madera y piedra, y la ubicación a orillas del río Arlanza hacen que el paseo por Covarrubias sea especialmente agradable.
20. El Barco de Ávila, Ávila
El Barco de Ávila se encuentra en un enclave privilegiado, entre montañas y a orillas del río Tormes, en la cara norte de la Sierra de Gredos. Desde el puente medieval que cruza el río se obtienen algunas de las imágenes más conocidas del pueblo.
El patrimonio histórico del lugar es notable. El Castillo de Valdecorneja, la Puerta del Ahorcado o la muralla recuerdan la importancia defensiva del enclave. También destacan la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y varias casas palaciegas, como la Casa de los Balcones o la Casa de los Gasca.
Es una base interesante para hacer excursiones por el Parque Regional de Gredos o para visitar otras localidades del valle del Alto Tormes.
21. Frías, Burgos
Si buscas un pueblo pequeño con un encanto fotogénico único, no puedes dejar pasar la villa medieval de Frías, en la provincia de Burgos. Ubicado en pleno Parque Natural de los Montes Obarenses, Frías destaca por sus famosas casas colgadas sobre el Peñasco de La Muela, su pintoresco puente medieval que cruza el Río Ebro y el imponente Pico Humión como telón de fondo.
Aunque su tamaño es pequeño, Frías es en realidad la ciudad más pequeña de España, título que le otorgó el Rey Juan II de Castilla en 1435. Además, forma parte de la red de los pueblos más bonitos de España, una distinción que no sorprende al visitar este lugar lleno de historia, arquitectura tradicional y naturaleza alrededor.
22. Frómista, Palencia
Muchos pueblos de Castilla y León, especialmente en Palencia y Zamora, esconden joyas del románico y Frómista es uno de los mejores ejemplos. Situada en pleno Camino de Santiago, esta localidad destaca por su magnífica Iglesia de San Martín de Tours, una obra maestra del siglo XI reconocida por su elegancia y simetría.
Otro lugar a visitar es la Iglesia de San Martín del Castillo, donde puedes disfrutar de la proyección audiovisual «Vestigia«, que narra leyendas relacionadas con el Camino. Este audiovisual ayuda a comprender mejor el valor cultural y espiritual que rodea a este histórico tramo de peregrinación.
23. Fuentidueña, Segovia
Con tres puertas medievales que conservan la entrada al casco antiguo y las ruinas de un castillo del siglo XII, Fuentidueña es una joya de la provincia de Segovia. Ubicada en el Valle del Río Duratón, esta villa mantiene un aire medieval con monumentos destacados como el Palacio de los Luna, la Iglesia románica de San Martín y la Iglesia de San Miguel, que sorprende por sus arcos de estilo bizantino.
También merecen atención la Iglesia de Santa María la Mayor y el Palacio de la Familia Lara. Curiosamente, el nombre de este pueblo también aparece fuera de España: en el Fort Tryon Park de Nueva York, dentro del Museo The Met Cloisters, se conserva el ábside románico de Fuentidueña, una conexión fascinante entre ambos lugares.
24. La Alberca, Salamanca
En la pintoresca Sierra de Francia, La Alberca destaca por sus calles estrechas y sus casas de piedra con balcones de madera, que mantienen el espíritu tradicional del lugar. Este pueblo, que forma parte de los Pueblos Más Bonitos de España, transmite una atmósfera auténtica y tranquila.
Entre los puntos que no debes perderte están la encantadora Plaza Mayor, la Iglesia Parroquial con sus magníficas tallas, la imponente Gran Torre y la acogedora Ermita de San Blas. Pasear por sus calles permite descubrir detalles de la arquitectura popular y tradiciones vivas que se mantienen intactas.
25. Ledesma, Salamanca
Por último, en la provincia de Salamanca visitamos Ledesma, un pueblo con profundas raíces históricas que se remontan a su época romana, cuando era conocido como La Bletisa. Su patrimonio histórico es notable y abarca desde una antigua muralla hasta un puente medieval sobre el río Tormes que ofrece vistas pintorescas.
El imponente Castillo de Ledesma es un símbolo del pueblo, junto a las numerosas casas palaciegas góticas y renacentistas que se encuentran en el casco histórico. También sobresalen la Iglesia de Santa María la Mayor, que alberga una magnífica sillería coral gótica, y la Iglesia de Santa Elena, con su arquitectura singular.
26. Lerma, Burgos
La historia de Lerma está muy ligada al influyente Duque de Lerma, quien dejó una huella imborrable en este pueblo burgalés. Uno de los grandes atractivos es el imponente Palacio de los Duques, que hoy funciona como Parador Nacional y es un claro ejemplo de la arquitectura herreriana, caracterizada por su sobriedad y elegancia.
Además, Lerma cuenta con varios edificios religiosos que merecen una visita, como la Colegiata de San Pedro, el Monasterio de Nuestro Señor y el Convento de San Blas, todos ellos con interesantes historias y detalles artísticos. El conjunto urbano se completa con calles y plazas que mantienen el sabor de siglos pasados, invitando a pasear sin prisas y disfrutar del ambiente.
27. Maderuelo, Segovia
Enclavado en un paisaje espectacular dentro del Parque Natural de las Hoces del Río Riaza, Maderuelo es una villa medieval con una ubicación privilegiada junto al Embalse de Linares del Arroyo. Además de su entorno natural, Maderuelo destaca por su patrimonio histórico muy bien conservado.
Entre sus puntos clave se encuentran la Puerta de la Villa, que da acceso al casco antiguo, las ruinas de la muralla medieval y un puente medieval con encanto. No pueden faltar las visitas a la Iglesia mudéjar de Santa María, a la Iglesia románica de San Miguel y a la Ermita de la Vera Cruz, que aportan una rica variedad arquitectónica en este pequeño pueblo. La playa fluvial ofrece además una buena opción para disfrutar de las vistas y relajarse junto al agua.
28. Madriguera, Segovia
Madriguera forma parte del grupo conocido como los pueblos rojos de Segovia, una serie de localidades que llaman la atención por el color característico de sus edificios. Situado en la Sierra de Ayllón, este pueblo destaca por sus casas construidas con arcilla y piedra rojiza, combinadas con balcones de madera que le dan un aire tradicional muy auténtico.
Aunque el pueblo ha sufrido la despoblación que afecta a muchos lugares rurales, merece la pena visitarlo para sentir su atmósfera y detenerse en la Iglesia de San Pedro, famosa por su espadaña hecha con la misma piedra roja. Un paseo por Madriguera es una invitación a viajar al pasado y conectar con la arquitectura popular más genuina de la zona.
29. Medinaceli, Soria – uno de los pueblos de Castilla y León con más historia
Medinaceli, en Soria, es un pueblo que acumula capas de historia de diferentes civilizaciones, desde los celtíberos hasta la época romana. Destaca especialmente su arco de triunfo romano, el único de triple arco que se conserva en la Península Ibérica, símbolo de la importancia que tuvo esta localidad como punto clave en la vía que unía Caesaraugusta (Zaragoza) y Emerita Augusta (Mérida).
Además del arco, Medinaceli cuenta con una serie de casas palaciegas como el Palacio de los Duques de Medinaceli, y construcciones religiosas de interés, como la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. Su Plaza Mayor, con sus pórticos, es un lugar encantador para pasear y sentir el ambiente histórico que rodea al pueblo.
30. Miranda del Castañar, Salamanca
En la hermosa Sierra de Francia, la villa amurallada de Miranda del Castañar destaca por conservar más de 600 metros de murallas medievales que rodean su casco antiguo. Caminar por sus calles estrechas y empinadas es como retroceder en el tiempo y descubrir rincones que mantienen intacto el encanto medieval.
Entre sus monumentos destacan el Castillo de los Zúñiga (que no se puede visitar por dentro), las casas palaciegas, la Iglesia Parroquial de San Ginés y Santiago, varias ermitas y una curiosa Plaza de Toros cuadrada, que resulta muy particular frente a las clásicas formas circulares. El conjunto hace de Miranda del Castañar un destino recomendable para quienes buscan autenticidad y paisaje rural.
31. Mogarraz, Salamanca
Mogarraz es una localidad única dentro de la provincia de Salamanca y uno de los pueblos más singulares de Castilla y León. Su principal atractivo es el curioso y emotivo conjunto de retratos de más de 400 antiguos habitantes que decoran las fachadas de muchas casas en el casco antiguo. Estos rostros, fotografiados en los años 60, ofrecen una ventana directa al pasado y una experiencia casi palpable de la historia y vida del pueblo.
Además de estos retratos tan especiales, Mogarraz cuenta con monumentos destacados como la Iglesia Parroquial, la Torre del Campanil y la Ermita del Humilladero, que completan un recorrido perfecto para quienes buscan algo diferente en sus viajes por Castilla y León.
32. Molinaseca, León
Cercano a Ponferrada y situado a orillas del río Meruelo, Molinaseca es otro de esos pueblos que debe gran parte de su riqueza histórica y cultural al Camino de Santiago. Aquí se conjugan a la perfección monumentos, paisaje y ambiente tradicional.
Entre los edificios más destacados está la Iglesia neoclásica de San Nicolás de Bari y el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias, ambos con gran valor histórico. Pero lo que realmente hace especial a Molinaseca es la sensación de recorrer sus calles empedradas, admirar las casas blasonadas con sus balcones de madera y disfrutar del aire medieval que se respira, especialmente en la Calle Real.
No olvides visitar el puente de origen romano, que conecta las dos orillas del río, y acercarte a la playa fluvial con su zona de césped, perfecta para una pausa en medio de la naturaleza.
33. Monteagudo de las Vicarías, Soria
Muchos pueblos de Castilla y León cuentan con fortalezas que marcan su identidad, pero Monteagudo de las Vicarías destaca especialmente porque alberga dos castillos. El más imponente es el Castillo-Palacio de Monteagudo, construido por la poderosa familia Hurtado de Mendoza, que domina la localidad desde lo alto con sus grandes torres.
No muy lejos, en las afueras, se encuentran las ruinas del Castillo de Raya, un vestigio con su propio atractivo. Dentro del casco histórico, la Puerta de la Villa marca el acceso principal, mientras que la Iglesia gótica de Nuestra Señora de la Muela y la Ermita de Nuestra Señora de Bienvenida aportan un toque religioso y artístico que merece la pena descubrir.
34. Montemayor del Río, Salamanca
La villa salmantina de Montemayor del Río se caracteriza por su impresionante Castillo de San Vicente, con cuatro grandes torres cuadradas que, aunque no conservan su estructura original árabe, imponen por su tamaño y presencia.
El conjunto urbano con sus típicas casas blancas asentadas en la ladera de la Sierra de Béjar crea un paisaje lleno de contrastes que vale la pena recorrer. Entre sus rincones destaca la Plaza Mayor, rodeada de casas señoriales que conservan el aire tradicional, y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que mezcla elementos románicos y góticos, mostrando la riqueza artística de la zona.
35. Oña, Burgos
Situado en pleno Parque Natural de los Montes Obarenses, Oña es un pueblo con encanto y un importante legado histórico. Su mayor joya es el Monasterio de San Salvador, un complejo monástico que reúne estilos desde el gótico hasta el barroco.
El claustro gótico es especialmente bello y también merece una visita el Panteón Real y Condal, así como el Jardín Secreto, que ofrece un espacio tranquilo dentro del monasterio. El casco antiguo de Oña mantiene ese sabor medieval con calles estrechas y casas blasonadas que cuentan historias de siglos pasados.
Además, no te pierdas la antigua judería, la Iglesia y Torre de San Juan, el Arco de la Estrella y la Plaza del Ayuntamiento, espacios que muestran la riqueza cultural y arquitectónica de esta villa burgalesa.
36. Orbaneja del Castillo, Burgos
La cascada y las pozas naturales dentro del mismo pueblo son la principal atracción de Orbaneja del Castillo, otra joya escondida en la provincia de Burgos. Situado en el espectacular entorno del Cañón del Ebro, este pequeño pueblo ofrece paisajes naturales que impresionan, como la Cueva del Azar y la curiosa formación rocosa conocida como el Beso de los Camellos.
Aunque su población es inferior a un centenar de habitantes, Orbaneja se llena de vida especialmente durante los fines de semana. Entre sus monumentos destacan el Antiguo Hospital y la Iglesia Parroquial, que suman valor histórico a un entorno ya de por sí extraordinario.
37. Pedraza, Segovia
La Plaza Mayor de Pedraza es, sin duda, una de las más bonitas de Castilla y León, famosa por su ambiente y arquitectura. Cada verano acoge el popular Concierto de las Velas, un evento que transforma la plaza con la luz tenue de miles de velas.
El Castillo de Pedraza, una fortaleza del siglo XIII, es otra gran atracción. Propiedad de la familia Zuloaga, se puede visitar parte del castillo y subir a sus torres para disfrutar de vistas panorámicas del pueblo. Otros lugares importantes son la Puerta de la Villa, la torre vigía, la antigua cárcel, la Iglesia de San Juan y la Ermita de Nuestra Señora del Carrascal.
38. Peñafiel, Valladolid
El imponente Castillo de Peñafiel, situado sobre un cerro, domina la localidad y la comarca vinícola de la D.O. Ribera del Duero. Construido en el siglo XV, el castillo no solo destaca por su arquitectura sino porque alberga el interesante Museo Provincial del Vino.
En Peñafiel también merece la pena visitar la Plaza del Coso, con sus casas tradicionales y balcones amplios, la Casa Museo de la Ribera, la Torre del Reloj y los conventos de Santa Clara y San Pablo, que aportan un toque histórico y cultural a esta villa vallisoletana.
39. Peñalba de Santiago, León
En la comarca de El Bierzo, la localidad de Peñalba de Santiago destaca por su enclave único en el Valle de Silencio, rodeado por montañas como la Silla de la Yegua y el Pico Tuerto.
Este pequeño pueblo medieval conserva intactas sus calles estrechas, casas de piedra, balcones de madera y tejados de pizarra, un reflejo fiel de su historia. Su principal monumento es la Iglesia de Santiago de Peñalba, una joya excepcional de la arquitectura mozárabe, que merece una visita detallada.
40. Puebla de Sanabria, Zamora
El primer pueblo de Zamora en esta lista, Puebla de Sanabria, se encuentra cerca del hermoso Lago de Sanabria. Su casco histórico medieval invita a pasear por calles empedradas entre casas de piedra con balcones llenos de flores que aportan color y vida.
El monumento más destacado es el Castillo de los Condes de Benavente, rodeado por una antigua muralla. También vale la pena visitar la Iglesia de Santa María de Azogue, con sus portadas románicas, el Fuerte de San Carlos y el elegante edificio renacentista del Palacio Consistorial.
41. Puente del Congosto, Salamanca
Uno de los atractivos más reconocidos de Puente del Congosto es su playa fluvial en el río Tormes, una de las zonas de baño preferidas en la provincia de Salamanca. Es un lugar perfecto para refrescarse en verano y disfrutar del entorno natural.
Pero Puente del Congosto ofrece más que solo su playa. En el centro del pueblo destaca el Castillo de los Dávila, una fortaleza con un pasado vinculado a Isabel la Católica, que desde sus torres domina el paisaje. El puente medieval sobre el río es otro rincón pintoresco, ideal para pasear con calma. Completa la visita la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo gótico que conserva un aire solemne y elegante.
42. Puentedey, Burgos
En la provincia de Burgos, Puentedey destaca principalmente por su espectacular entorno natural. Aquí se encuentra el famoso Puente de Dios, un enorme puente natural sobre el río Nera que impresiona por su tamaño y forma. Pasear por este puente es una experiencia que combina naturaleza y historia.
Además del paisaje, Puentedey cuenta con patrimonio histórico como el Palacio de los Porres, un edificio con varios siglos de antigüedad, y la Iglesia románica de San Pelayo, que conserva su estructura original y detalles muy interesantes para los amantes del arte románico.
43. Santo Domingo de Silos, Burgos – uno de los pueblos monumentales de Castilla y León
Santo Domingo de Silos es conocido en toda España por su imponente conjunto monástico. Este pueblo burgalés ha sido durante siglos un punto clave en rutas históricas como la Ruta de la Lana y el Camino de Cid.
El Monasterio de Santo Domingo de Silos es la joya de la corona: una abadía benedictina que destaca por su claustro románico, considerado uno de los más bellos de la península. Además, en el monasterio todavía se celebran oficios con cantos gregorianos, una experiencia que transporta a otra época.
En el pueblo puedes visitar la Iglesia de San Pedro, pasear por la acogedora Plaza Mayor y admirar el Arco de San Juan, una puerta histórica que aún se conserva en pie.
44. Sepúlveda, Segovia
Cercano al Parque Natural de las Hoces del Duratón, Sepúlveda es otro pueblo con mucho encanto en la provincia de Segovia. Su Plaza Mayor porticada, de forma rectangular, es uno de sus puntos más animados y fotografiados.
Entre los monumentos destacados se encuentran las ruinas de la antigua fortaleza del siglo XVII y el característico «reloj de la plaza«. Pero Sepúlveda es mucho más que eso: cuenta con una muralla medieval que conserva varias puertas originales, como la Puerta del Azogue o la Puerta del Ecce Homo.
En cuanto a templos, sobresalen la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña, la Iglesia del Salvador y la Iglesia de San Bartolomé. Además, puedes descubrir construcciones históricas como la Antigua Cárcel de Sepúlveda y varias casas blasonadas, entre ellas la Casa de los Palomares y Díaz o la Casa del Conde.
45. Támara de Campos, Palencia
Situada en la comarca de Tierra de Campos, Támara de Campos tiene una relevancia histórica importante, especialmente por la Batalla de Támara, que fue decisiva en el proceso de unión entre los reinos de Castilla y León.
Este pueblo palentino está atravesado por el Camino de Santiago y el Canal de Castilla, dos vías que han marcado su desarrollo a lo largo de los siglos. Su casco histórico conserva un aire tradicional muy auténtico.
El monumento más destacado es la Iglesia Catedralicia de San Hipólito el Real, que es la segunda iglesia más grande de la provincia. También llaman la atención construcciones como la Casa Palacio de Mayorazgo, que muestran la arquitectura tradicional de la zona.
46. Tiedra, Valladolid
En la provincia de Valladolid, Tiedra es conocida principalmente por sus impresionantes campos de lavanda, que alcanzan su máximo esplendor en julio y atraen a fotógrafos y amantes de la naturaleza. Además de esta maravilla natural, la localidad cuenta con un importante patrimonio histórico.
El Castillo de Tiedra es una fortaleza estratégica construida en la frontera entre Castilla y León, que aún conserva sus murallas y torres, y ofrece bonitas vistas de los alrededores. Entre los templos destacamos la Iglesia románica de San Miguel y la Iglesia gótica de El Salvador. La Plaza Mayor con sus pórticos es un lugar ideal para pasear y sentir el ambiente tranquilo del pueblo.
Para quienes disfrutan del cielo nocturno, el Centro Astronómico de Tiedra ofrece observaciones gracias a la baja contaminación lumínica de la zona, permitiendo contemplar estrellas y planetas con un telescopio potente.
47. Toro, Zamora
Situada a orillas del río Duero y rodeada de viñedos, Toro es una localidad con un patrimonio histórico que sorprende por su riqueza y variedad. El Alcázar Real, que en su día fue residencia de los Reyes Católicos, destaca entre los monumentos civiles. Aún se pueden recorrer los restos de su muralla medieval y descubrir palacios como el Palacio de los Marqueses de Alcañices o el Palacio de Valparaíso.
El patrimonio religioso es igualmente relevante, con la imponente colegiata románica de Santa María La Mayor y su famoso Pórtico de la Majestad, una obra maestra del arte medieval. Otros edificios que merecen atención son el Monasterio de Sancti Spiritus el Real —donde se conserva el sepulcro de la reina Beatriz de Portugal—, la Iglesia mudéjar de San Salvador de los Caballeros, ligada a los templarios, y las iglesias de San Pedro y San Sebastián de los Caballeros, que alberga un interesante Museo de Pintura Gótica.
Si quieres descubrirlo todo, te recomendamos realizar una visita guiada por Toro.
48. Urueña, Valladolid
La pequeña villa de Urueña destaca por su bien conservado recinto amurallado y su rico patrimonio. Su muralla medieval rodea el casco histórico, donde se pueden ver las ruinas del castillo y monumentos como la Iglesia renacentista de Santa María del Azogue, que combina elementos góticos y barrocos. La Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada es una joya del románico lombardo que vale la pena visitar.
Pero Urueña no solo llama la atención por sus monumentos: esta villa es conocida como la «Villa del Libro» gracias a sus numerosas librerías especializadas que conservan ejemplares únicos y eventos culturales relacionados con la literatura. Pasear por sus calles es una invitación a descubrir rincones con encanto y la tranquilidad de un pueblo que ha sabido conservar su historia.
49. Vinuesa, Soria
Ubicada al pie de los Picos de Urbión y cerca de la Sierra de Cebollera, Vinuesa es un destino que combina patrimonio histórico con naturaleza. Su Iglesia de Nuestra Señora del Pino, con estilo renacentista, es uno de los edificios principales del pueblo, junto con casas palaciegas como el Palacio de Don Pedro.
Vinuesa es especialmente conocida por su proximidad a la Laguna Negra, uno de los paisajes naturales más emblemáticos de Soria. Allí podrás realizar rutas de senderismo, disfrutar de paisajes de alta montaña y, si te gusta la fotografía, capturar imágenes impresionantes.
50. Yanguas, Soria
Por último, Yanguas es otra joya soriana con un entorno natural encantador, rodeada de colinas y atravesada por los ríos Cidacos y Masas. Forma parte de la asociación de los Pueblos Más Bonitos de España, un reconocimiento a su valor histórico y paisajístico.
Su Castillo de planta cuadrada es un símbolo imponente desde donde se observa el pueblo y sus alrededores. Pasear por sus calles permite descubrir la antigua muralla, el Puente Medieval, y la Iglesia de San Lorenzo, que conserva detalles góticos y barrocos. También es destacable el Museo de Arte Sacro, que guarda piezas religiosas con siglos de historia.
Mapa pueblos de Castilla y León
🚗 Itinerarios de fin de semana por los pueblos de Castilla y León
Castilla y León es una comunidad rica en historia, naturaleza y cultura, con una gran variedad de pueblos que destacan por su patrimonio, arquitectura tradicional y paisajes. Para facilitarte la planificación de tus escapadas, hemos diseñado varios itinerarios de fin de semana que agrupan los pueblos más interesantes según su proximidad y atractivos, combinando visitas culturales, naturaleza y gastronomía. Así podrás aprovechar al máximo tu tiempo y descubrir lo mejor de cada zona sin desplazamientos innecesarios.
🏰 Itinerario 1: Valladolid y alrededores, castillos y cultura del vino
Día 1: Comienza la ruta en Peñafiel, con su imponente castillo y el Museo del Vino. Continúa hacia Curiel de Duero, un pequeño pueblo con encanto y su propio castillo, y finaliza en Tiedra, famoso por su castillo y sus campos de lavanda en julio.
Día 2: Visita Urueña, la Villa del Libro, con sus murallas y museos. Después, pasa por Montealegre de Campos para admirar su castillo y termina en Mucientes, donde se encuentra el Aula Museo Paco Díez y varias bodegas locales.
🏛️ Itinerario 2: Segovia medieval y pueblos rojizos
Día 1: Explora Sepúlveda, con su muralla medieval, Plaza Mayor y varias iglesias. Sigue hacia Fuentidueña, conocida por su iglesia románica y entorno rural, y acaba en Maderuelo, un pueblo amurallado con vistas panorámicas.
Día 2: Visita Pedraza, con su muralla y plaza principal, luego Ayllón, un pueblo rojizo con un bonito casco histórico, y termina en Madriguera, un pueblo tranquilo con arquitectura tradicional.
🌿 Itinerario 3: Burgos, historia y naturaleza
Día 1: Descubre el monasterio y claustro románico de Santo Domingo de Silos. Luego visita Covarrubias, con sus calles medievales y palacios, y termina el día en Lerma, con su plaza mayor y palacio ducal.
Día 2: Conoce Puentedey, con su puente natural y palacio, sigue a Orbaneja del Castillo para disfrutar de cascadas y paisajes, y finaliza en Frías, una ciudad amurallada con puente colgante.
🏞️ Itinerario 4: Salamanca, pueblos con carácter y tradición
Día 1: Recorre La Alberca, con su casco histórico tradicional. Después, visita Miranda del Castañar, otro pueblo amurallado, y Mogarraz, famoso por sus fachadas pintadas.
Día 2: Explora Ciudad Rodrigo, con sus murallas y catedral, y acaba el día en Ledesma, con su puente y casco antiguo lleno de historia.
🏞️ Itinerario 5: Palencia, románico y tradiciones
Día 1: Comienza en Aguilar de Campoo, con su arquitectura medieval. Visita la iglesia románica de Frómista y termina en Ampudia, con su plaza mayor y castillo.
Día 2: Descubre Baltanás, conocido por sus chimeneas curiosas y convento. Sigue a Carrión de los Condes, con su patrimonio religioso, y finaliza en Támara de Campos, donde destacan su iglesia catedralicia y arquitectura tradicional.
🏰 Itinerario 6: León, patrimonio y pueblos tradicionales
Día 1: Visita Astorga, con su Palacio Episcopal y catedral. Luego, conoce Castrillo de los Polvazares, con su arquitectura típica y gastronomía, y finaliza en Peñalba de Santiago, un pintoresco pueblo de montaña.
Día 2: Explora Molinaseca, con su puente medieval y calles estrechas, y termina en Ponferrada, famosa por su castillo templario y casco antiguo.
🏞️ Itinerario 7: Soria, historia y naturaleza
Día 1: Recorre Medinaceli, con sus arcos romanos y patrimonio histórico. Continúa hacia Berlanga de Duero, con su castillo califal y colegiata, y visita Monteagudo de las Vicarías, con su castillo.
Día 2: Descubre Vinuesa, con su iglesia y entorno natural cercano a la Laguna Negra. Sigue a Yanguas, con su castillo y museo, y termina en Calatañazor, un pueblo medieval lleno de encanto.
🏛️ Itinerario 8: Ávila, castillos y naturaleza
Día 1: Visita Arévalo, con su casco histórico y palacios, y El Barco de Ávila, con su puente y centro histórico. Finaliza en Candeleda, un lugar con entorno natural y gastronomía.
Día 2: Explora Arenas de San Pedro, con su castillo y naturaleza, y termina en Bonilla de la Sierra, con su castillo y ambiente medieval.
🏞️ Itinerario 9: Zamora, riberas y monumentos
Día 1: Recorre Toro, con su alcázar, murallas y colegiata románica. Sigue hacia Puebla de Sanabria, con su casco medieval y entorno natural.
Día 2: Visita Alcañices, un pueblo tradicional, y Villardiegua de la Ribera, con su arquitectura popular y entorno rural.
🌄 Itinerario 10: Segovia y Palencia, rutas rurales y románicas
Día 1: Explora Sepúlveda, con su muralla y plaza mayor. Continúa en Fuentidueña, con su iglesia románica, y finaliza en Maderuelo, un pueblo amurallado con vistas.
Día 2: Visita la iglesia románica de Frómista, el Canal de Castilla, Villalcázar de Sirga con su iglesia y arquitectura, y termina en Carrión de los Condes, con su patrimonio histórico.
Con esta propuesta cerramos el recorrido por los pueblos con más encanto de Castilla y León. Cada uno de ellos guarda tradiciones, arquitectura y paisajes que reflejan la esencia auténtica de la región. Esperamos que estos itinerarios te sirvan para planificar un viaje donde puedas disfrutar de la tranquilidad, el patrimonio local y esos rincones que hacen única a esta tierra. Una oportunidad perfecta para descubrir la riqueza cultural y rural que ofrece Castilla y León a quienes buscan experiencias auténticas.
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