El Camino de Santiago es una experiencia única que muchos sueñan con realizar al menos una vez en la vida. Nosotros, hace años, tuvimos la suerte de recorrer parte del Camino Francés en pareja. Ya que a nuestro pequeño le encanta la naturaleza y las excursiones, hace tiempo que nos llamaba la idea de hacer el Camino de Santiago en familia.
Entre las diversas rutas que existen, escogimos el Camino Portugués de la Costa que destaca por sus paisajes impresionantes y su cercanía al mar. Esta ruta, que parte de Oporto y sigue la costa atlántica, es una opción fantástica para hacer el Camino de Santiago con niños, ya que combina naturaleza, cultura y aventura con escaso desnivel en la mayor parte de sus tramos.
A continuación, te ofrecemos una guía completa en la que no solo compartiremos nuestra experiencia, sino que también os daremos muchos consejos para que puedas organizar y disfrutar al máximo de tu Camino con tus pequeños.
Nuestro Camino de Santiago en familia: el resumen de una experiencia única
Recién volvimos de nuestra experiencia mágica en el Camino y nos gustaría compartirla contigo ahora, cuando los recuerdos son todavía frescos e intensos.
En nuestra ruta hemos recorrido algo más de 250 km en familia durante 20 días para llegar a Santiago de Compostela desde Oporto. Diego, a pesar de tener solamente 5 años, consiguió caminar un promedio de unos 12,5 km al día. Es cierto que lleva años haciendo mucho senderismo con nosotros, aún así nos sorprendió muchísimo su capacidad de andar. Obviamente, para cada niño la distancia manejable varía mucho, por eso en el intentaremos daros recomendaciones más generalizadas.
El esfuerzo de caminar más de 10 km cada día durante 20 días (el máximo que caminó en el día fue 19 km) ha sido importante para él y algunos días llegó algo cansado al alojamiento. Sin embargo, en la mayoría de los días se revitalizaba en pocos minutos para luego jugar en el albergue o en el pueblo donde nos alojábamos.
La experiencia misma fue realmente mágica y, después de hacerlo, solo podemos recomendar hacer el Camino de Santiago con niños a todo el mundo. Además de la felicidad que sentimos, y que especialmente sintió nuestro pequeño por el logro, el Camino nos trajo una serie de experiencias inolvidables que no olvidaremos nunca.
Lo que hemos visto
La mayor parte del Camino discurría por lugares con muchísimo encanto. Tramos largos a escasos metros del mar con vistas del majestuoso Atlántico dominaron la primera parte del recorrido, mientras que en la segunda mitad (después de Vigo) predominaban los bosques mágicos de Galicia, que te hacen sentir dentro de una película del Señor de los Anillos.
También pasamos por campos, pequeñas aldeas gallegas con sus encantadores hórreos e iglesias, y también por localidades con gran patrimonio histórico como Viana do Castelo en Portugal, Baiona, Pontevedra o Caldas de Reis, por solamente mencionar algunas.
Encuentros con personas únicas
Otro aspecto destacable de la ruta fue el encuentro con personas, una experiencia que se intensifica al recorrer el Camino con niños, ya que ellos son una pequeña minoría entre los peregrinos y se convierten en el centro de interés para muchos. Tuvimos la suerte de conversar con lugareños que nos paraban en la calle, salían de sus casas para hablar con nosotros o incluso daban algún regalo a Diego. Uno de los momentos más memorables fue cuando una señora en una aldea gallega nos invitó a su jardín para enseñarle a Diego cada uno de sus animales y hasta dejarlo montar una de sus ponis.
La experiencia de compartir momentos con otros peregrinos también fue gratificante. Gente de todas partes del mundo saludaba a Diego y conversaba con él si compartían un idioma, y nos preguntaban sobre los detalles de la experiencia del Camino con un niño.
Valores y aprendizajes
Creemos que, además de la aventura y las experiencias que se le quedarán para siempre, la ruta nos ayudó a seguir fomentando algunos valores en nuestro pequeño que consideramos esenciales. La paciencia y la perseverancia que se requerían a veces para llegar a algún lugar, ya fuera el primer bar para disfrutar del merecido desayuno, el restaurante donde íbamos a comer o el albergue al final de la etapa.
El contacto con la naturaleza a través de la exploración de los paisajes y la interacción con la fauna, acariciando caballos u otros animales, y el interés por la cultura e historia local, como por ejemplo la leyenda de Santiago o la función de los hórreos gallegos.
Cómo planificar el itinerario del Camino de Santiago con niños
Realizar el Camino de Santiago con niños requiere una planificación cuidadosa para asegurar que la experiencia sea agradable y manejable para todos los miembros de la familia. Elegir la ruta y dividirla en etapas adecuadas es crucial. El Camino Portugués de la Costa es una excelente opción debido a su terreno mayoritariamente llano y sus vistas costeras.
Cada niño es un mundo, por lo tanto, es difícil dar números exactos, pero con niños pequeños (a menos que sean una máquina como el nuestro) generalmente es mejor no superar los 10 km diarios. Con niños un poco más grandes, el límite debería estar entre 15 y 20 kilómetros al día. Esto permite un ritmo más relajado y tiempo suficiente para descansos y exploraciones.
Respecto al número de días, dependerá de cuánto tiempo tengas disponible para el viaje. Generalmente, no deberías extenderte más de 10-15 días para evitar que el niño se agobie de caminar tantos días seguidos. Es muy importante que dejes espacio para el descanso y, si es posible, caminéis solamente por la mañana, para tener la tarde libre para descansar y jugar. También es importante incluir etapas fáciles cada ciertos días porque los niños pueden necesitar más tiempo para recuperarse.
Antes de hacer el Camino, deberás conocer las etapas, porque más allá del número de kilómetros, hay una serie de características que tendrás que conocer para anticipar posibles desafíos y planificar adecuadamente. Infórmate sobre el terreno, porque no es lo mismo recorrer 10 km llanos que una ruta con subidas y bajadas. En días de calor, es muy importante saber si hay tramos de bosque donde esconderse en la sombra o si deberás caminar todo el rato bajo el sol.
Otra cosa esencial es identificar puntos de interés y actividades a lo largo de la ruta. Los niños se sentirán más motivados si hay cosas divertidas o interesantes que ver o hacer cada día. No debes pensar en cosas complicadas: una pastelería que sirve desayunos especiales (en Portugal esto se encuentra en cada esquina), restaurantes o bares con una terraza relajante o con vistas, parques infantiles o tramos de playa donde hacer una parada entretenida, son solo algunos puntos de interés para motivar a los peques.
Una opción interesante para los niños que se cansan rápido al caminar es utilizar un cochecito o uno de esos remolques que se enganchan a las bicicletas. Hemos visto a algunas familias en las que los niños caminaban hasta que se cansaban, y luego se subían a estos vehículos para descansar o echar una siesta. Si decides optar por esta opción, ten en cuenta que hay bastantes senderos donde empujar los cochecitos requerirá bastante esfuerzo.
Finalmente, aunque es importante tener un plan, también debes estar preparado para adaptarlo según las necesidades del momento. Si el niño muestra señales de cansancio o malestar, ajusta el ritmo, la distancia diaria o incluso para antes. Los adultos muchas veces nos esforzamos al límite, pero con nuestros peques deberíamos evitarlo. Por estos mismos motivos, es crucial tener en mente opciones alternativas, como transporte local o taxis, en caso de que algún tramo se vuelva demasiado difícil.
Cómo gestionar el alojamiento en el Camino de Santiago con niños?
Uno de los puntos clave del Camino de Santiago es el alojamiento. La oferta es bastante amplia en la mayoría de las rutas, aunque varía significativamente entre tramos más y menos populares.
Albergues Públicos
Los albergues públicos son destinados únicamente para peregrinos y su principal característica es que no puedes reservar tu plaza con antelación; las camas se ocupan por orden de llegada. Es importante saber que tampoco es posible que alguien del grupo llegue antes para reservar para el resto. Eso sabemos, porque cuando llegamos a Redondela solo había tres camas disponibles y cuando entré, Diego y Rachele se quedaron fuera por alguna razón. La chica de la recepción enseguida me dijo que les hiciera entrar ya, porque si entraba por la puerta alguien antes, las plazas no serían suyas.
Estos albergues públicos son bastante económicos, aunque no tanto como antes. Nosotros solo dormimos en uno que funcionaba con donación; en la mayoría se pagaban al menos 10 euros por plaza. En algunos nos permitían pagar solo dos plazas, con la idea de que Diego durmiera con uno de nosotros; en otros insistían en el reglamento de asignar una plaza a cualquier persona (aunque tenga solo 5 años) y pagamos tres camas. Los albergues públicos generalmente tienen solo dormitorios compartidos, que varían mucho entre habitaciones pequeñas de 4-6 camas a otras donde una treintena de personas duermen en el mismo espacio.
Nosotros solo podemos opinar del estado actual de los albergues del Camino Portugués, pero en general nos parecieron que cumplían con los requisitos esperados de este tipo de alojamientos. Los colchones eran bastante nuevos, las instalaciones viejas pero limpias, y el agua caliente de la ducha funcionaba adecuadamente.
Aunque los albergues públicos generalmente tienen una calidad inferior a los alojamientos privados que utilizamos, disfrutamos mucho de nuestras estancias. En estos albergues casi siempre encontramos buen ambiente, gente con ganas de compartir y cenas con muchas personas, como la que tuvimos en el albergue público de Caminha. Estos momentos fueron de los más memorables del viaje, y aunque en muchas webs se recomienda que haciendo el Camino de Santiago con niños reservar alojamiento en albergues o hoteles privados es siempre la mejor opción, nosotros no estamos de acuerdo con esta afirmación.
Eso sí, si viajas con niños y quieres dormir en este tipo de alojamientos, tendrás que considerar el aforo limitado de estos lugares. Cualquier Camino tiene unas etapas oficiales y recomendadas para el público general, y los puntos finales de estas etapas siempre suelen contar con su albergue público que, como no podría ser de otra manera, son muy demandados y se llenan a menudo poco tiempo después de abrir (suelen hacerlo entre las 12 y las 14, dependiendo del lugar). Luego, en los puntos intermedios de las etapas oficiales, a veces hay otros albergues públicos, otras veces no.
Nosotros generalmente aprovechamos el hecho de que no caminábamos tanto como la mayoría de los peregrinos y parábamos a mitad de las etapas oficiales, salíamos con ventaja por la mañana y generalmente llegábamos pronto, logrando así camas para nosotros sin problema. Sin embargo, después de casi quedarnos sin plazas en el albergue público de Redondela (en la etapa entre Vigo y Redondela prácticamente no hay opción de alojamiento intermedio), decidimos no arriesgarnos más y, todas las veces que vimos dudoso que no pudiéramos llegar pronto, descartamos la opción del albergue público y reservamos alojamiento privado. Llegar a un lugar y quedarte sin albergue, teniendo que buscar alojamiento es algo desagradable, y aún más con niños cansados, por lo que es algo que deberías evitar a toda costa.
Alojamientos privados
Después de los albergues públicos, también hay una serie de albergues privados y hostales que ofrecen tanto dormitorios compartidos como habitaciones privadas, además de una gran oferta de hoteles, casas rurales y hospedajes privados. Todos estos alojamientos se pueden reservar con antelación, algo muy útil si no te gusta jugártela y quieres asegurar tu alojamiento al final de cada etapa (especialmente importante en temporada alta).
Muchos de estos alojamientos están en Booking, pero yo generalmente contacté por WhatsApp con los propietarios, explicando que viajábamos con un niño de 5 años. En muchos de estos alojamientos nos ofrecieron una cama gratis para Diego en el dormitorio, y de esta forma llegamos a pagar menos que en los albergues públicos. En otros lugares dormimos en habitaciones privadas, aunque buscando la opción económica siempre optamos por el baño compartido.
Cómo preparar a los niños para el Camino de Santiago
Para nosotros, involucrar a nuestro peque en ciertas partes de la planificación y en la logística del viaje ha sido clave para mantener su motivación. Mostrarle nuestra credencial del Camino anterior y prometerle que él sería el encargado de sellarla esta vez (en algún lugar acabó sellando para todo el bar, jeje) o mirar juntos el mapa con la etapa del día le hizo sentirse más importante y motivado.
También es importante dedicar tiempo a la preparación física. Realizar caminatas cortas y aumentar gradualmente la distancia para que los niños se acostumbren a caminar distancias más largas es esencial. Hacer alguna escapada de fin de semana a la montaña, donde puedan caminar un par de días seguidos para ver cómo se sienten, son pasos útiles para preparar el Camino. Nosotros llevamos años haciendo excursiones durante todo el año, tanto durante los viajes en autocaravana como durante las escapadas que solemos hacer a los Pirineos en verano, por lo que no hemos necesitado pensar mucho en este aspecto. Sin embargo, la mayoría de los niños necesitan entrenarse un poquito para estar listos para el Camino.
Qué llevar al Camino de Santiago con niños
Llevar el equipo correcto puede marcar la diferencia entre una experiencia cómoda y una desafiante. La verdad es que la mayoría del equipo que deberás llevar contigo es el mismo con o sin niños.
Calzado: Elegir mal el calzado es el error más grave que se puede cometer y que pronto podrá estropear la experiencia. Asegúrate de que todos tengan zapatos de caminata bien ajustados y previamente usados para evitar ampollas.
Ropa: Lleva ropa ligera, transpirable y adecuada para el clima. Incluye capas adicionales para el frío y la lluvia. Limita la cantidad de ropa para reducir el peso. La mayoría de los alojamientos tienen espacios para lavar y tender ropa, y en muchos cuentan con lavadoras y secadoras, por lo tanto llevar mucha ropa del mismo tipo es innecesario.
Mochilas: Usa mochilas cómodas y bien ajustadas. Para los niños, una pequeña mochila con lo esencial será suficiente. Si el niño es pequeño como el nuestro, la mochila deberá ser simbólica para que pueda llevar su concha. Ya será suficiente caminar todos estos kilómetros, la mayor parte del peso deberán llevar los adultos.
Juguetes y libros: Aunque habrá pocos momentos de aburrimiento, es importante que el niño tenga algunas de sus cositas para entretenerse. Nosotros llevamos algún juguete, cartas para jugar en familia (que es lo mejor porque pesan muy poco) y uno de sus libros favoritos. También teníamos descargados en el teléfono otros libros para leerle antes de ir a la cama.
Identificación y contacto: Asegúrate de que cada niño tenga una identificación y un número de contacto en caso de que se pierdan.
Botiquín de primeros auxilios: Lleva un botiquín con lo esencial para tratar pequeñas heridas, ampollas y enfermedades menores.
Protección solar: Lleva protector solar y gorros para protegerse del sol, y asegúrate de tener siempre suficiente agua.
Agua: Mantenerse hidratado es esencial para todos. En Galicia, el agua del grifo es potable y hay muchas fuentes en el Camino, pero siempre deberás llevar algo de agua contigo. Los niños a menudo olvidan hidratarse, así que los adultos tenemos que recordarles que beban con suficiente frecuencia.
Snacks saludables: Lleva snacks ligeros y nutritivos como frutas, frutos secos y barras de cereales para mantener la energía entre las paradas de comidas más consistentes.
Otras consideraciones para hacer el Camino de Santiago con niños
Usar o no transporte de mochilas en el Camino de Santiago con niños?
Cuando hablamos del equipaje, es importante saber que hay varias empresas que pueden ayudarte con el transporte de mochilas, enviándolas de un alojamiento a otro. Es una opción genial para aliviar la espalda, pero nosotros no la utilizamos. La principal razón es que para usar este servicio debes planificar tu itinerario al 100% y también se limitan los alojamientos donde podrías quedarte.
Yo personalmente prefería cargar los 12 kg de mochila en la espalda a limitar nuestra flexibilidad y estresarnos por tener que llegar a un alojamiento concreto donde nos esperaría el equipaje. Sin embargo, si decides organizar un Camino definido con los alojamientos reservados con antelación, es una excelente forma de no tener que llevar la mayor parte del peso, solo una mochila pequeña con los imprescindibles.
Qué es la credencial del peregrino y dónde obtenerla?
Para los niños, tener su propia credencial y sellarla durante el Camino es uno de los grandes placeres. Obtén la credencial del peregrino para cada miembro de la familia. Puedes obtener tu credencial antes de salir en alguna de las muchas asociaciones de amigos del Camino presentes en tu país, o también al inicio del Camino en iglesias, oficinas o albergues.
Para el Camino Portugués, nosotros sacamos las nuestras en la Catedral de Oporto. Durante el Camino, deberás mostrar la credencial en todos los alojamientos exclusivos para peregrinos y sellarla en diferentes lugares para obtener la Compostela (más detalles en el próximo apartado). Hay muchos lugares donde sellar: albergues, bares, restaurantes, tiendas, incluso puestos ambulantes. Con niños, es importante poner un límite para que no llenen la credencial el primer día. Sin embargo, hay mucho espacio en la credencial, así que podréis sellar en muchos lugares.
Qué es la Compostela y cómo conseguirla?
La Compostela es un certificado otorgado por la Catedral de Santiago de Compostela a los peregrinos que han completado al menos 100 kilómetros a pie o a caballo, o 200 kilómetros en bicicleta del Camino de Santiago. Este documento, escrito en latín, acredita que el peregrino ha realizado la peregrinación por motivos religiosos, espirituales o de búsqueda personal. Obtener la Compostela es una tradición significativa que simboliza la culminación de la travesía y el esfuerzo realizado a lo largo del Camino.
Para conseguir la Compostela, deberás obtener sellos al menos dos veces al día durante los últimos 100 kilómetros para cumplir con los requisitos establecidos. Al llegar a Santiago de Compostela, deberás presentarte con tu credencial en la Oficina del Peregrino, donde se verifican los sellos que certifican el recorrido y la distancia mínima requerida. Una vez validada, la oficina expide la Compostela, marcando oficialmente la finalización de la peregrinación.
La Compostela es totalmente gratuita, pero si quieres, también puedes obtener un documento en el que se muestran los kilómetros exactos y el tramo del Camino que recorriste por un coste de 3 €. Para nosotros, ha sido una gran noticia que, respecto al año 2018 cuando realizamos nuestro primer Camino, el sistema se ha agilizado muchísimo. Está todo informatizado y, en lugar de estar una hora en la cola, hemos hecho los trámites en menos de 5 minutos.
Es importante aclarar que a los niños pequeños (los que obviamente son menores de la edad de haber pasado la Comunión) no se les emite la Compostela, sino otro documento llamado Compostela Infantil. Es muy bonito y, a diferencia de la Compostela de los adultos, esta por defecto contiene los kilómetros recorridos por el peque. Diego no podría haber estado más orgulloso cuando posaba con su Compostela delante de la Catedral.
Qué Camino de Santiago escoger con niños?
Si es el primer Camino que vas a realizar con niños, deberás adaptarlo a las habilidades de tus peques. Nosotros elegimos el Camino de Santiago Portugués por su belleza, la cercanía de la playa en la mayor parte de la ruta y también por su desnivel muy contenido. Nosotros caminamos 250 km en 20 días, pero Diego es una máquina y nosotros disponíamos de bastante libertad de tiempo, así que quizás la mejor opción es elegir un tramo que apenas supere los mínimos 100 km para obtener la Compostela. Podría ser el Camino Francés desde Sarria, el Camino Portugués desde Tui o desde Vigo.
Aquí terminamos esta guía del Camino de Santiago con niños. Para nosotros, recorrer el Camino Portugués de la Costa entre Oporto y Santiago ha sido una de las experiencias de viaje más memorables de nuestra vida. 20 días con un sinfín de lugares mágicos, experiencias únicas, gente maja y una gran sensación de realización al final para nuestro peque (y un poco para nosotros también).
Creemos que planificar el Camino de Santiago con niños implica un equilibrio entre preparación detallada y flexibilidad. Al considerar cuidadosamente la ruta, las etapas, el alojamiento, el equipamiento y las necesidades físicas y emocionales de los niños, puedes asegurar una experiencia enriquecedora y memorable para toda la familia. Al final, el objetivo es disfrutar del viaje, crear recuerdos inolvidables y fortalecer los lazos familiares mientras se explora la belleza y la cultura del Camino de Santiago.
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