Escrito por Rachele Cervaro y Gábor Kovács
Argentina es uno de esos destinos que sorprenden en cada etapa, y nuestro viaje nos llevó a descubrir paisajes muy variados, desde los glaciares de la Patagonia hasta las impresionantes cataratas de Iguazú. A lo largo del recorrido, encontramos rincones con mucha personalidad, como el silencioso Valle de la Luna en San Juan, donde el terreno parece salido de otro planeta, o la vibrante Mendoza, con sus viñedos y montañas de fondo.
Más allá de los paisajes, este país también nos quedó grabado por su gente y las pequeñas historias que compartimos con ellos en el camino.El viaje no fue solo una sucesión de lugares espectaculares, sino un descubrimiento constante de cómo se vive y se siente Argentina en cada región.
En este diario te contamos cómo fueron nuestras jornadas, qué lugares nos atraparon y qué consejos prácticos aprendimos para recorrer este país con calma y curiosidad.
Buenos Aires
Nuestra entrada a Argentina, como la de casi todos los que visitan el país, fue Buenos Aires, donde pasamos una semana magnífica. Desde los cafés clásicos de San Telmo hasta los murales coloridos de La Boca, la capital argentina nos conquistó por completo. Además, consideramos que esta ciudad merece un artículo detallado por separado, por eso preparamos una guía completa en la que compartimos nuestra experiencia en profundidad. Puedes encontrar toda la información en este post sobre qué ver en Buenos Aires en una semana.
Ushuaia, la ciudad más austral del mundo
Ushuaia es la ciudad más austral del mundo, un destino que siempre habíamos querido conocer. Se trata de una ciudad bastante aislada, rodeada de naturaleza salvaje y con un clima que puede ser bastante duro. Sin embargo, las excursiones en Ushuaia ofrecen la oportunidad de descubrir paisajes únicos: bosques densos, colores vivos propios de la Patagonia y la fauna típica de este territorio extremo. Aquí te contamos cómo fueron nuestros días en esta ciudad tan especial, además de recomendarte todo lo que consideramos imprescindible para hacer en Ushuaia en 3 días.
Visitar la ciudad de Ushuaia
En la ciudad misma no hay muchas atracciones, pero merece la pena visitar algunos museos interesantes. Entre ellos, el Museo del Presidio, el Museo Antártico y el Museo Marítimo. Los tres están ubicados en una antigua cárcel que fue utilizada para los presos más peligrosos de Argentina, lo que le da un aire muy particular y cargado de historia.
Aunque Ushuaia en sí no tiene muchas actividades urbanas, las excursiones alrededor son el gran atractivo. Nosotros hicimos una excursión en barco por el Canal Beagle, una experiencia que no puede faltar en un viaje a Ushuaia. El tour dura unas cinco horas y pasa por lugares emblemáticos como el faro conocido como el “fin del mundo” — aunque no sea el faro más austral del planeta, tiene su encanto.
Navegamos cerca de islas donde habitan leones marinos, focas y cormoranes, y el momento más emocionante fue la visita a una isla con pingüinos. A pesar del viento que azotaba el barco, fue emocionante ver a estos animales en su hábitat natural por primera vez. Si te apetece vivir una experiencia similar, podrías unite este passeo en yate por el Canal Beagle que incluye trekking por isla Bridges.
Excursiones en Ushuaia: Visita al Parque Nacional Tierra del Fuego
La tarde la dedicamos a uno de los momentos más especiales del viaje: la visita al Parque Nacional Tierra del Fuego. Fuimos con María, una amiga local, junto con Carolina (una viajera alemana que conocimos) y algunos niños de la familia. Pasar tiempo en el parque, y si es posible pernoctar, es una de las mejores formas de vivir Ushuaia. El parque está muy cerca de la ciudad y ofrece paisajes patagónicos increíbles: lagos y lagunas de distintos colores, bosques de pinos, montañas nevadas y vistas al mar. En cuanto a fauna, pudimos ver castores, zorros y una gran variedad de aves típicas de la región. Si quieres visitar este parque en un tour, aprovecha esta excursión al Parque Nacional Tierra del Fuego que incluye el Tren del Fin del Mundo.
El parque es bastante extenso, así que para recorrerlo lo mejor es disponer de un vehículo propio. Pero también hay senderos muy bien señalizados, tanto cortos como más largos, para quienes disfrutan del contacto directo con la naturaleza.
En Argentina, la entrada a los parques nacionales tiene un costo, pero como viajamos con María, pagamos la tarifa local, que es considerablemente más baja que la que pagan los turistas extranjeros. Recorrimos el parque en coche, parando en diferentes puntos para caminar y tomar fotos. Llegamos hasta el final de la ruta nacional 3, que comienza en Buenos Aires y recorre casi 4.000 kilómetros.
La mañana siguiente nos despertó con un sol radiante. Cerca de nuestra tienda, conejos y pájaros nos daban los buenos días. Pasamos el día recorriendo algunas lagunas impresionantes dentro del parque y disfrutando del buen clima. Incluso vimos un zorro cruzar la carretera. Subimos a un mirador desde donde las vistas del parque y el Canal Beagle son espectaculares. Para cerrar, preparamos un picnic en la orilla de un pequeño río, disfrutando de la tranquilidad del lugar y de la comida que nos había sobrado del día anterior.
Nuestro viaje por la Patagonia empezó de la mejor manera posible: buena compañía, buen tiempo y excursiones en Ushuaia que realmente valen la pena. Tanto el Canal Beagle como el Parque Nacional Tierra del Fuego son lugares que no pueden faltar en tu itinerario.
El Calafate y el increíble Perito Moreno
La Patagonia argentina está llena de lugares naturales impresionantes, pero algunos realmente destacan y te dejan sin palabras. El Glaciar Perito Moreno es, sin duda, uno de los parajes naturales más impactantes que ver en Argentina. Es uno de los glaciares más impresionantes de toda la Patagonia, con unas dimensiones que sorprenden a cualquiera. Además, es uno de los pocos glaciares en el mundo que no está retrocediendo, sino que crece año tras año. El Perito Moreno se encuentra en el Lago Argentino, dentro del Parque Nacional Los Glaciares. La manera más común de visitarlo es con una de las excursiones desde El Calafate, un pueblo que queda a unos 70 kilómetros. Aquí te compartimos nuestra experiencia con este gigante de hielo y algunos consejos para tu visita.
Qué ver, hacer y comer en El Calafate
Pasamos dos noches en El Calafate, un pueblo turístico que vive principalmente del glaciar Perito Moreno, probablemente el más famoso del mundo. Nosotros llegamos desde Puerto Natales en bus, un viaje que duró cinco horas, pero dos de ellas las pasamos en la frontera esperando para sellar el pasaporte. Esta fue la segunda vez que no encontraban el país de Gábor en sus registros, ya que buscaban “Hungría” sin la “h”.
En pocos años, El Calafate ha pasado de ser un pueblo pequeño a una ciudad que recibe miles de visitantes en temporada alta. La cantidad de opciones para alojarse y hacer excursiones ha crecido mucho. Nosotros dormimos en un hostal a unas cuadras del centro, donde la mayoría de los huéspedes eran israelíes, algo común porque muchos viajan tras el servicio militar con apoyo económico de su gobierno.
El primer día descansamos, solo reservamos la excursión al Perito Moreno. Para comer, siempre fuimos a un lugar llamado “Doña Merché”, donde disfrutamos empanadas, pizzas y bocadillos gigantes de milanesa a buen precio.
Excursiones en El Calafate – Paseo por el Lago Argentino
El segundo día, después de un paseo por el pueblo, queríamos visitar una laguna cercana, pero la entrada costaba 25 pesos argentinos (casi como una noche en el hostal), y no teníamos tiempo suficiente, así que decidimos caminar por la ciudad. El entorno de El Calafate junto al Lago Argentino es muy agradable para pasear, y aunque hay un mirador al que se puede subir, nosotros no llegamos a ir.
Excursión al Perito Moreno
La excursión al Perito Moreno es la principal razón por la que la mayoría visita El Calafate. Casi todas las compañías salen por la mañana, pero hay una opción que sale por la tarde, que fue la que elegimos para evitar aglomeraciones. Esta excursión no es barata, pero es una experiencia imprescindible en la Patagonia. Además del transporte, hay que pagar la entrada al Parque Nacional Los Glaciares, que es única por día, así que si quieres volver otro día, tendrás que pagar de nuevo. En temporada alta es recomendable reservar con anticipación; aquí puedes reservar tu excursión al Perito Moreno.
Qué hacer durante la excursión al Perito Moreno
Aunque pueda parecer que con una hora basta para ver un glaciar desde lejos, nosotros pasamos cinco horas caminando por las pasarelas y no nos cansamos. El glaciar es un organismo vivo en constante movimiento, lo que hace que la visita sea siempre diferente. Este gigante de hielo te hace sentir muy pequeño y es uno de los paisajes más impresionantes que hemos visto.
Es sorprendente cómo la naturaleza crea estas formaciones. Al visitarlo, se entiende la fuerza que tiene y la importancia de respetarla. Hay carteles que advierten sobre los riesgos, ya que hace años algunas personas murieron por acercarse demasiado al hielo. Los desprendimientos de hielo son fuertes y las astillas pueden salir disparadas a varios metros. Esperar para ver la caída de bloques de hielo en el glaciar es una de las experiencias más memorables que ver en la Patagonia.
Tuvimos un día de mucho calor y la suerte de presenciar varios desprendimientos. Ver cómo enormes bloques se desprenden y caen al agua es impresionante, y el ruido que hacen recuerda a una explosión. Al principio el sonido nos sorprendió, pero pronto cada vez que lo escuchábamos sabíamos que se acercaba un nuevo espectáculo. El primer desprendimiento que vimos fue emocionante, y el más grande nos dejó con una sensación de privilegio enorme. Aquí dejamos algunas fotos de estos momentos únicos. Para quienes tengan presupuesto, hay excursiones en barco que se acercan un poco más al glaciar, aunque no demasiado.
El Chaltén: el paraíso del senderismo
El Chaltén, un pequeño pueblo ubicado dentro del Parque Nacional de los Glaciares, es conocido en Argentina como la capital nacional del trekking. Es una de las zonas más bonitas de la Patagonia y un destino imprescindible que ver en Argentina. Este pueblo pequeño y bastante aislado no cuenta con cobertura móvil, y la señal de internet llega solo vía satélite. Al igual que en El Calafate, cerca del glaciar Perito Moreno, la economía local depende en gran medida del turismo, ofreciendo muchas actividades para los amantes de la naturaleza. Para quienes disfrutan del senderismo, El Chaltén es un paraíso con caminatas realmente memorables. Aquí te contamos nuestra experiencia con las mejores excursiones en El Chaltén.
Cómo llegar a El Chaltén y dónde dormir
Si vuelas a la Patagonia, el aeropuerto más cercano para llegar a El Chaltén es el aeropuerto de El Calafate, desde donde hay un trayecto en bus de unas 3 horas hasta el pueblo. Si tu viaje incluye una visita a El Calafate y al impresionante Glaciar Perito Moreno, puedes tomar un bus directo desde la ciudad de El Calafate a El Chaltén. La distancia se cubre en unas tres horas. Si planeas seguir hacia el norte, lugares como Esquel y el Parque Nacional de los Alerces quedan a unas 20 horas en bus, un viaje largo y cansado que nosotros hicimos.
En cuanto al alojamiento, tuvimos suerte porque Pablo, el único anfitrión de Couchsurfing en el pueblo, nos hospedó durante nuestra estancia. Nos alojamos en un bar que estaba cerrado esos días, justo detrás del hostal donde él trabaja. Fue nuestra primera vez durmiendo en un bar y, aunque parecía extraño, estuvimos cómodos y aprovechamos la cocina y los baños del hostal cercano. De todas formas, hay varios hostales donde dormir en El Chaltén.
El pueblo es pequeño y cuenta con un supermercado y algunos kioskos con productos básicos, aunque la oferta de frutas y verduras frescas es limitada, por lo que conseguirlas es todo un lujo. En cambio, los restaurantes y bares no son muchos y los precios suelen ser algo elevados. La economía local se sostiene principalmente con el turismo, ya que la mayoría de visitantes vienen a realizar las distintas excursiones que ofrece El Chaltén. Un detalle curioso del pueblo son los cubos de basura, que tienen forma de figuras humanas hechas en hierro, con elementos como mochilas o carritos que funcionan como contenedores.
Excursiones en El Chaltén – El Chorrillo del Salto
Nuestro primer día fue tranquilo. Optamos por una caminata sencilla hasta una cascada cercana llamada Chorrillo del Salto. La cascada es bonita, pero el paseo en sí no fue especialmente agradable, ya que la mayor parte del camino no tenía sendero y caminamos por una carretera de tierra donde los coches levantaban mucho polvo. A la vuelta, para evitar el polvo, hicimos dedo y finalmente unos chicos brasileños nos recogieron en la caja de su 4×4. Fue divertido, aunque terminamos igual de polvorientos.
Excursiones en El Chaltén – Laguna Torre
Al día siguiente el cielo estaba bastante cubierto y parecía que iba a llover, así que elegimos la caminata más sencilla entre las dos que teníamos planeadas: la ruta hacia la Laguna Torre, una de las excursiones más populares en El Chaltén. Caminamos unas tres horas hasta llegar a la laguna, pero en lugar de ver el famoso Cerro Torre, estaba todo nublado y no lo vimos. Continuamos la ruta durante una hora más hasta un mirador con buenas vistas del Glaciar Grande, que en comparación con el Perito Moreno es mucho más pequeño.
La caminata no es difícil, es algo larga pero con pocas pendientes, apta para personas de cualquier edad. Al volver a la laguna, el cielo se despejó y finalmente pudimos ver la silueta del Cerro Torre, uno de los picos más impresionantes que ver en la Patagonia Argentina, y tomar algunas fotos con la cumbre visible.
Excursiones en El Chaltén – Fitz Roy y Laguna de los Tres
El último día en El Chaltén nos levantamos con un sol radiante y muchas ganas para hacer la ruta estrella: la caminata a la Laguna de los Tres. También conocida como el trekking al Fitz Roy, es una de las rutas más famosas de la Patagonia y el símbolo del Parque Nacional de los Glaciares.
El camino no es especialmente difícil; las primeras tres horas son por senderos con subidas y bajadas suaves, pero la segunda parte, que lleva a los pies del Fitz Roy, es una subida empinada y bastante exigente. Llegar hasta arriba fue duro, pero la recompensa valió la pena: las vistas eran impresionantes y, con una temperatura agradable, disfrutamos un buen rato allí comiendo.
Los paisajes del Parque Nacional de los Glaciares son realmente espectaculares, por eso las excursiones desde El Chaltén se encuentran entre las más populares de toda la Patagonia. Nosotros ya tenemos ganas de volver para hacer más caminatas.
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Viajar por Argentina sin un buen seguro es como subir a un colectivo en Buenos Aires sin saber la ruta: puede salir todo bien, pero una vuelta inesperada puede complicar las cosas. Aunque Argentina es un país muy acogedor y con buena infraestructura, las distancias son enormes y las actividades al aire libre, como el trekking en los Andes, la visita a glaciares o los paseos por la Patagonia, pueden traer imprevistos.
Durante nuestro recorrido por este país de paisajes infinitos y ciudades llenas de vida, contar con un seguro nos dio mucha tranquilidad. Con Heymondo contratamos todo en minutos desde el móvil y pudimos acceder a asistencia 24/7 con su app. Desde una caída en una caminata, hasta algún malestar por cambios bruscos de clima o situaciones médicas inesperadas, tener un seguro adaptado a la variedad y extensión de Argentina es algo esencial.
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Esquel y el Parque Nacional de los Alerces
Esquel es una pequeña ciudad tranquila situada en la provincia de Chubut, en la Patagonia argentina. Aunque la ciudad en sí no ofrece grandes atractivos, su ubicación es ideal para realizar varias excursiones muy interesantes. Cerca de Esquel se encuentra Trevelin, un pueblo con raíces galesas, y también uno de los grandes desconocidos de la Patagonia: el Parque Nacional de los Alerces. Si quieres hacer excursiones bonitas sin encontrar demasiada gente, esta zona es uno de los mejores lugares que hacer en Argentina. Aquí te contamos todo lo que puedes hacer en Esquel y sus alrededores.
Cómo llegar a Esquel
Si llegas desde el norte, el viaje es relativamente corto, ya que El Bolsón o Bariloche no están muy lejos. En cambio, si viajas a Esquel desde el sur, por ejemplo desde El Chaltén, te espera un viaje largo y cansado. Cruzar la Patagonia de sur a norte se puede hacer de tres formas distintas: por la ruta 3, que recorre la costa este de Argentina; por la Carretera Austral número 7 en Chile; o por la famosa ruta 40 en Argentina. Nosotros elegimos esta última opción porque, en ese momento, la carretera austral en Chile tenía algunos tramos cerrados por conflictos.
El trayecto por la ruta 40 duró más de 20 horas. El bus no tenía semi-camas como nos habían prometido, pero las sillas se reclinaban lo suficiente para intentar dormir en la primera parte del viaje. La ruta atraviesa una zona casi desértica, con tramos donde durante horas no se pasa cerca de ningún pueblo, y apenas hay tráfico. Gran parte del camino no está asfaltado, sino cubierto por ripio, lo que provoca que se escuchen las piedras al golpear la carrocería del bus.
Esta característica le da un aire especial a la llamada “mítica ruta 40”. Durante el viaje comimos (una comida estaba incluida en el billete), dormimos un poco y aprovechamos para adelantar trabajo para el blog. A pesar de eso, llegamos bastante cansados a Esquel, ya casi a medianoche. Cuando sacamos las mochilas del maletero, estaban cubiertas de polvo; la mochila de Rachele, originalmente morada, había quedado gris. Para colmo, estaba lloviendo, pero por suerte nos habíamos informado y encontramos un hostal cercano a la estación con camas libres para pasar la noche.
Excursiones desde Esquel – Trevelin, un pueblo galés
Una excursión que merece la pena desde Esquel es visitar Trevelin, un pueblo fundado por colonos galeses. Nos interesaba conocer su historia y cultura. Aunque el ambiente actual muestra menos esa influencia, todavía se pueden ver varias tradiciones galesas: casas de té, una capilla y un pequeño museo que recrea la primera casa galesa. Cuando llegamos, el museo estaba cerrado, pero un hombre nos permitió entrar tras explicarle que no podríamos volver más tarde. Nos contaron que hay un movimiento de recuperación de la lengua y cultura galesa, aunque no pudimos profundizar en ese aspecto por falta de tiempo.
Excursiones en Esquel – Subir a la cruz para disfrutar las vistas
La ciudad de Esquel es pequeña y agradable, pero sin grandes atractivos propios. Otra actividad sencilla y recomendable es subir al monte que está junto a la ciudad para llegar hasta la cruz situada en la cumbre. La subida son unos 530 metros con una pendiente considerable, pero las vistas desde arriba valen la pena y ofrecen un buen panorama de Esquel y sus alrededores.
Excursiones en Esquel – El Parque Nacional de los Alerces
La excursión más importante para hacer desde Esquel es la visita al Parque Nacional de los Alerces. Para llegar al parque, hay un bus que sale por la mañana y recorre el interior del parque haciendo varias paradas. Es importante consultar bien los horarios para no perder el bus de regreso a Esquel. Dentro del parque hay también zonas habilitadas para acampar.
Al ingresar al parque, los guardaparques subieron al bus para cobrar la entrada. Como ya estábamos un poco cansados de pagar precios mucho más altos que los locales, Gábor imitó el acento argentino y logramos pagar solo la tarifa para residentes. El parque es muy grande y el bus realiza varias paradas en diferentes puntos. Los lugareños nos recomendaron visitar especialmente la zona del Lago Verde y del Río Arrayanes.
Vistas panorámicas de los lagos
Nuestra primera parada fue el mirador del Lago Verde, desde donde se pueden apreciar vistas muy bonitas del Lago Verde, el Lago Menéndez y los bosques que los rodean.
Este parque es mucho menos visitado que otros de la Patagonia, lo que lo hace perfecto para disfrutar de tranquilidad y naturaleza sin aglomeraciones.
El sendero interpretativo siguiendo el Río Arrayanes
Desde el mirador descendimos hacia la pasarela del Río Arrayanes. Allí hay senderos interpretativos que muestran la vegetación local. A Rachele le impresionaron los arrayanes con su color canela, mientras que a Gábor le llamaron la atención los alerces solitarios, algunos con varios cientos de años.
Durante las últimas horas en el parque encontramos un sendero muy tranquilo junto a la orilla del río, con pequeñas playas donde Rachele decidió sentarse a contemplar el entorno mientras Gábor siguió caminando un poco más para encontrar “el abuelo”, un alerce de aproximadamente 800 años.
Dónde dormir en Esquel
Aunque se puede alojar en el Parque Nacional de los Alerces, lo más común es hospedarse en Esquel y hacer las excursiones desde allí. Nosotros elegimos el hostal El Caminante, un lugar sencillo con dormitorios compartidos y habitaciones privadas, donde nos sentimos cómodos. David, el encargado, nos atendió muy bien durante toda nuestra estancia.
Más adelante también hicimos Couchsurfing en casa de Luciano, que nos ofreció hospedaje.
Esquel no nos pareció una ciudad especialmente bonita, pero la gente que conocimos fue muy amable y las excursiones desde allí compensaron con creces el tiempo que pasamos en la ciudad. La visita al Parque Nacional de los Alerces fue uno de los momentos más destacados de nuestro viaje, y seguramente volveríamos para pasar más tiempo explorando sus bosques y lagos.
El Bolsón: cerveza artesanal y bonitos paisajes
El Bolsón es una pequeña ciudad en la Patagonia, ubicada al sur de Bariloche. Aunque la distancia entre Bariloche y El Bolsón es corta, el ambiente en cada ciudad es muy diferente. El Bolsón destaca por su estilo relajado y hippy, mientras que su cerveza artesanal y su comida orgánica atraen a viajeros que se quedan varios días. En contraste, Bariloche es una ciudad más grande y comercial.
Situado en una ubicación privilegiada entre montañas, El Bolsón ofrece un entorno natural que junto a su ambiente tranquilo lo convierten en un destino imprescindible que visitar en Argentina. Aunque hay muchas excursiones en El Bolsón, también se puede disfrutar simplemente del ambiente sin hacer grandes desplazamientos. Aquí compartimos nuestra experiencia y algunos consejos para aprovechar tu visita.
Cómo llegar a El Bolsón
Desde Esquel, el trayecto en bus dura unas dos horas y media por la ruta 40, que está en buen estado y asfaltada. Si llegas desde el norte, la distancia entre Bariloche y El Bolsón se recorre fácilmente en un par de horas en bus, lo que facilita combinar ambos destinos.
Hospedaje en El Bolsón
Cuando llegamos a Bariloche nos tocó un día lluvioso, así que nos dirigimos a la oficina de turismo para consultar sobre alojamiento en El Bolsón. La oferta es amplia, pero finalmente elegimos el Hospedaje Salinas. Allí una señora mayor alquila habitaciones dobles a un precio por persona muy económico, similar a lo que pagaríamos por una cama en un hostel compartido. Ella fue muy amable (aunque algo sorda) y nos contó muchas historias familiares. Además, tenía dos gatos divertidos que nos acompañaban en el desayuno en la terraza.
Qué hacer en El Bolsón
Probar la comida y la cerveza artesanal local
El clima no acompañó mucho durante nuestra estancia, y ya estábamos un poco cansados, así que dedicamos los días a probar la gastronomía local y las cervezas artesanales que son uno de los principales atractivos del lugar.
Probamos un buen bife de chorizo en un restaurante recomendado y en la feria artesanal, donde coincidimos con la fiesta de la cerveza, degustamos empanadas, hamburguesas, choripanes, milanesas y unas patatas fritas hechas a mano que estaban deliciosas. Una tarde nos sentamos en un bar donde trabajaban camareros catalanes, con quienes compartimos muchas risas.
Excursiones para disfrutar la naturaleza
La única excursión que hicimos fue subir al Cerro Amigo, desde donde las vistas del Bolsón son muy buenas. La hicimos con Alex, una amiga eslovaca que encontramos de nuevo en la feria artesanal.
Hay muchas otras opciones para recorrer, como la visita al Bosque Tallado con sus impactantes esculturas de madera o la caminata hasta el Cabeza del Indio, una roca con la forma de una cabeza humana. Pero la joya del lugar es sin duda El Cajón Azul, un paisaje natural impresionante.
El Cajón Azul, la excursión más recomendada en El Bolsón
El trekking al Cajón Azul es uno de los mejores que se pueden hacer en El Bolsón. Se trata de una caminata accesible que lleva hasta un valle estrecho, con paredes de roca de casi 40 metros de altura que se acercan tanto que parecen cerrar el paso, por eso se llama “cajón”. En este lugar hay un refugio al que se llega tras unas 4 horas de caminata desde la chacra de Wharton.
Para empezar esta ruta, hay que seguir el circuito de Mallín Ahogado y tomar la señalización hacia el cerro Perito Moreno (no confundir con el glaciar). A unos 15 km de El Bolsón, un cartel indica el camino hacia el Cajón Azul. El punto de partida está en la confluencia de los ríos Blanco y Azul, donde se puede dejar el coche y comenzar el sendero.
Comprar recuerdos en la feria artesanal
En la feria artesanal de El Bolsón compramos un mate de calabaza, un recuerdo auténtico para seguir disfrutando de la costumbre argentina. La feria ofrece muchos objetos interesantes, como porta-inciensos con formas curiosas, pero el peso extra en la mochila limita las compras cuando se viaja por varios destinos.
El Bolsón es un lugar perfecto para recargar energías si llegas tras varios días de caminatas exigentes. Su ambiente tranquilo, junto con la buena comida y las cervezas artesanales, crean una combinación difícil de superar. Sin duda, es un destino ideal para quienes buscan desconectar en la Patagonia.
Bariloche y la Ruta de los 7 lagos
Muchos dicen que Bariloche es una ciudad demasiado turística y consumista. Puede que tengan algo de razón, y durante nuestra visita vimos algunas muestras de eso (muy diferente al ambiente relajado y hippy de El Bolsón). Sin embargo, Bariloche es uno de esos destinos imprescindibles para conocer en Argentina, especialmente por su magnífico entorno natural, lleno de lagos y paisajes impresionantes.
La ciudad está situada dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, en una orilla del lago Nahuel Huapi. Esta zona, conocida como la región de los lagos, ofrece un paisaje realmente atractivo. Desde aquí se pueden hacer muchas excursiones, aunque la actividad más popular es alquilar un coche para recorrer la famosa Ruta de los 7 lagos. A continuación te contamos nuestra experiencia y los principales lugares para visitar en Bariloche.
Lugares para visitar en Bariloche – La ciudad
Bariloche no tiene muchos sitios turísticos dentro de la ciudad misma, pero hay varios espacios agradables para sentarse a tomar un café o probar la gastronomía local. Nosotros pasamos buenos ratos en el Café Providencia, que se convirtió en nuestra “oficina” durante esos días. Tenían empanadas muy ricas y la conexión Wi-Fi funcionaba bastante bien al principio, aunque en los últimos días dejó de funcionar y nos causó algo de estrés.
También aprovechamos para probar platos típicos, como unos ñoquis y un guiso de cordero patagónico, que fue un buen descubrimiento en uno de los restaurantes del centro.
Excursiones en Bariloche – Subir al Cerro Campanario
Los primeros dos días que estuvimos en Bariloche el tiempo no acompañó, pero el tercer día amaneció soleado y aprovechamos para salir temprano. Desde el centro tomamos el bus número 20 que lleva al Cerro Campanario, uno de los mejores miradores de Bariloche. Allí las vistas panorámicas son impresionantes: se pueden ver varios lagos, siendo el más grande el lago Nahuel Huapi.
Se puede subir en telesilla, aunque también hay un sendero para hacerlo a pie en poco más de media hora. Eso sí, el camino es empinado y algo complicado. Cuando llegamos, el viento era tan fuerte que no pudimos disfrutar del picnic con empanadas que habíamos llevado.
Excursiones en Bariloche – Recorrer el Circuito Chico
Una de las excursiones clásicas cerca de Bariloche es el Circuito Chico, una ruta circular que pasa por puntos emblemáticos como el Cerro Campanario o el parque Llao Llao. Después de la subida al cerro, tomamos de nuevo el bus 20 para continuar hacia el parque Llao Llao, cuyo nombre nos sonó curioso.
En el regreso, tuvimos la suerte de que tres argentinas nos invitaron a subir a su coche. En vez de ir directamente a Bariloche, nos llevaron a dar la vuelta completa al parque Llao Llao, lo que nos permitió ver paisajes muy bonitos, aunque desde el coche porque estaba lloviendo.
Excursiones en Bariloche – La Ruta de los 7 Lagos
La Ruta de los 7 Lagos – Día 1
Esta ruta es la excursión más popular y probablemente la razón principal por la que mucha gente visita Bariloche. La ruta conecta una serie de lagos en un paisaje realmente hermoso. Para hacerla, lo ideal es alquilar un coche, ya que el transporte público es muy limitado en esta zona.
Un detalle importante es que en Argentina no suele ofrecerse seguro a todo riesgo para los coches de alquiler, algo que nos sorprendió. Nos comentaron que se eliminó esta opción porque había mucha gente que aprovechaba el seguro para dañar los vehículos.
Salimos temprano para recoger a nuestra amiga Alex y comenzar nuestro “road-trip” por la ruta. Pronto nos dimos cuenta de que toda la zona estaba cubierta por ceniza. El volcán Puyehue, en Chile, había entrado en erupción el año anterior y la ceniza todavía cubría techos y caminos fuera de los pueblos, donde incluso habían apilado la ceniza en montañitas.
La primera parada fue Villa La Angostura, que solía ser una de las ciudades más bonitas de la Patagonia. Aunque todavía conserva su encanto, la ceniza le había dejado huella.
A partir de ahí, la carretera se convirtió en un camino de ripio bastante irregular, donde había que conducir con cuidado. La belleza de la ruta está muy ligada a los lagos, aunque, para ser sinceros, tras un rato algunos se nos empezaron a parecer entre sí. Creemos que aunque la Ruta de los 7 Lagos es un clásico, otros parques como el Parque Nacional de Aigüestortes en España tienen un paisaje más impresionante, pero Argentina sabe cómo promocionar bien sus atractivos.
Antes de llegar a San Martín de los Andes, nos desviamos hacia Villa Traful. Allí dejamos el Parque Nacional Nahuel Huapi para entrar al Parque Nacional Lanín, que nos sorprendió mucho. La geología con formas rocosas impresionantes y los valles profundos recordaban a la película “A la búsqueda del Valle Encantado”. Nos hubiera gustado quedarnos más tiempo, pero ya era tarde.
Villa Traful es un pueblo pequeño y tranquilo junto a un lago. Gracias a Alex, disfrutamos de uno de los mejores alojamientos hasta ahora: unas cabañas Ruca Lico de diseño en madera, con jacuzzi y vistas al lago. Fue una noche fantástica.
La Ruta de los 7 Lagos – Día 2
Al día siguiente salimos temprano, desayunando con vistas al lago. Nuestra siguiente parada fue San Martín de los Andes, una ciudad bonita aunque turística. Teníamos muchas ganas de visitar la comunidad mapuche Quila Quina, situada a orillas del lago Lácar, pero la experiencia fue un poco decepcionante: vimos algunas casas típicas y personas ofreciendo cabalgatas, pero poco más.
El tiempo empeoró con lluvia intensa, así que descartamos acercarnos al Volcán Lanín, otro lugar interesante para visitar desde Bariloche, y regresamos antes para devolver el coche.
Cómo llegar a Bariloche
Si llegas desde el sur, El Bolsón está a unas dos horas en bus desde Bariloche, y Esquel a unas cuatro. Bariloche también es una parada común para quienes cruzan a Chile y continúan hacia la isla de Chiloé.
Aunque Bariloche puede parecer comercial, con muchas tiendas de ropa de montaña y souvenirs, es una ciudad tranquila ubicada en una zona de naturaleza realmente espectacular. La variedad de excursiones en Bariloche y sus alrededores es amplia, destacando especialmente el Circuito Chico y la Ruta de los 7 lagos.
Mendoza, la capital del vino argentino
Mendoza es una de las ciudades más relevantes de Argentina. Aunque se encuentra en una zona muy árida, sus sistemas de riego han hecho posible el cultivo de la tierra, y hoy Mendoza es reconocida principalmente como el corazón de la producción de vino en el país. Tanto para quienes disfrutan del enoturismo como para los amantes del senderismo, Mendoza es una de las ciudades imprescindibles que visitar en Argentina. La ciudad y sus alrededores ofrecen muchos atractivos. A continuación, compartimos nuestra experiencia y te mostramos los lugares turísticos más importantes de Mendoza.
Cómo llegar a Mendoza
Mendoza cuenta con un aeropuerto propio, pero volar dentro de Argentina suele ser costoso, por lo que la forma más común y accesible de llegar es en autobús. Por ejemplo, desde Rosario puedes tomar un bus nocturno con un viaje que dura aproximadamente 11 horas. Desde Santiago de Chile, la distancia es menor, con un trayecto de unas 6 horas. En este recorrido por carretera tendrás la oportunidad de pasar cerca de varios lugares destacados de Mendoza, aunque para visitarlos con tranquilidad es recomendable alquilar un coche o contratar algún tour.
Si viajas desde Santiago en invierno, es importante estar atento a las condiciones meteorológicas, ya que el paso fronterizo se encuentra en la montaña y puede estar cerrado cuando hay nieve.
Qué hacer en Mendoza capital
Mendoza es conocida por sus cinco plazas principales. Entre ellas, la Plaza de la Independencia y la Plaza Pedro del Castillo son las más emblemáticas. La ciudad también tiene varias avenidas con casas de arquitectura interesante para pasear.
Uno de los lugares que no puedes dejar de visitar es el Cerro de la Gloria, ubicado en las afueras de la ciudad. Para llegar, debes tomar un bus desde el centro hasta la base del cerro. Allí se encuentra un monumento imponente y se puede disfrutar de algunas vistas, aunque no muy espectaculares. Si quieres recorrer los imprescindibles de la ciudad en una visita guiada, únete a un free tour por Mendoza.
Para quienes buscan un ambiente agradable para tomar algo, la calle Villanueva es una opción popular, con varios bares que suelen estar animados, aunque los precios son algo elevados. Nosotros tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia diferente en el Parque de Mendoza durante la noche, donde había un concierto, puestos de comida y mucha gente disfrutando.
Fue un ambiente muy distendido y divertido. Algo curioso que vimos es que muchos jóvenes aparcan el coche en la carretera alrededor del parque y se quedan charlando junto a él, una costumbre que nos pareció simpática. Durante esa fiesta probamos un plato típico: el pollo al disco, una preparación que consiste en pollo cocinado en una especie de paella con verduras y salsa, muy sabroso.
Lugares turísticos en Mendoza – Maipú y la zona de viñedos
La zona de viñedos es probablemente el área más atractiva de Mendoza. Nosotros nos alojamos en Maipú, justo en el corazón de esta región, gracias a la hospitalidad de dos chicos que conocimos por Couchsurfing, Romina y Javier. La plaza principal de Maipú es encantadora, con una fuente en el centro y muchas flores.
En esta zona visitamos el Museo Nacional del Vino y de la Vendimia, donde un guía nos contó la historia de la casa que alberga el museo. Fue construida por la familia Gargantini, pioneros en la producción de vino en Mendoza, que lograron prosperar gracias a esta actividad. Aunque el clima es muy seco y las lluvias son escasas, la combinación del suelo fértil, el sol abundante y los sistemas de riego permiten cultivar uvas de excelente calidad, lo que convierte a Mendoza en una región con vinos reconocidos a nivel mundial.
Luego visitamos la antigua bodega Giol, ahora cooperativa, donde aprendimos sobre las técnicas de producción tradicionales. La bodega conserva más de 400 barriles de madera para la crianza del vino. También pudimos ver un barril gigante hecho para una ocasión especial, y entramos en un enorme contenedor de acero oscuro donde almacenan el vino joven, lo que generó un eco impresionante. Si quieres visitar las bodegas de la zona en una excursión, no te pierdas este tour de viñedos y bodegas.
Lugares poco turísticos en Mendoza – Embalse de Potrerillos
Uno de los rincones menos conocidos pero que vale la pena visitar es el embalse de Potrerillos, famoso por sus aguas cristalinas. Nosotros disfrutamos de la orilla del lago, tomando el sol y compartiendo mate con amigos mientras charlábamos sobre nuestros viajes y planes futuros. El embalse está ubicado al pie de la Precordillera y se pueden ver en el horizonte algunos picos altos de la Cordillera de los Andes, formando un paisaje realmente hermoso.
Lugares turísticos en Mendoza – Ruta de alta montaña
Una de las actividades más recomendadas en Mendoza es apuntarse a esta excursión para conocer la alta montaña, un recorrido que conecta Mendoza capital con la frontera chilena y que incluye varios sitios que no debes perderte. Nosotros viajamos en un microbús con un grupo pequeño y un guía llamado Gustavo, que fue muy simpático.
Potrerillos
La excursión comienza con una parada en Potrerillos, que ya habíamos visitado antes.
Uspallata
Este pequeño pueblo de apenas unos habitantes cuenta con un casino dirigido principalmente a camioneros que suelen quedar atrapados aquí en invierno debido a la nieve. También hay un bar donde se conservan objetos de la película Siete años en el Tíbet, que fue filmada en la zona y donde se dice que Brad Pitt comía a diario durante el rodaje. Sin este detalle cinematográfico, Uspallata probablemente no estaría entre los lugares turísticos más destacados de Mendoza.
El Puente del Inca
La ruta sigue ascendiendo por un valle flanqueado por montañas, con vistas espectaculares que nos mantuvieron pegados a las ventanas. Llegamos a un puente antiguo cercano a un cañón, pero el plato fuerte fue el Puente del Inca, una formación natural única. Este puente natural tiene debajo un río cuyas aguas ricas en azufre le dan tonalidades amarillas y otros colores sorprendentes a las rocas. En épocas pasadas, estas aguas termales servían para calentarse durante los inviernos. Pasamos un buen rato fotografiando el puente y observando el túnel por donde fluye el agua entre las piedras cubiertas por una capa de azufre que crea un efecto visual muy particular.
El Aconcagua, el pico más alto del hemisferio sur
La excursión incluye una parada en una curva de la carretera con una vista privilegiada del Aconcagua, la montaña más alta del hemisferio sur con sus 6.962 metros. Aunque la cumbre se encuentra detrás de otras montañas de 4 y 5 mil metros que dificultan apreciar su altura completa, estar tan cerca de este gigante es una experiencia impresionante y uno de los puntos más importantes de cualquier viaje a Argentina.
Subida a la estatua del Cristo Redentor
El recorrido termina con la subida al Cristo Redentor, la estatua que marca la frontera con Chile. El camino es estrecho y se encuentra a una altitud considerable, lo que hace que el aire sea más liviano y las vistas más amplias. Desde aquí se aprecia la extensión de la cordillera y el valle que se extiende a ambos lados. Este lugar nos dejó una gran impresión por la majestuosidad del entorno natural.
Rosario, la ciudad de El Che
Rosario es la tercera ciudad más grande de Argentina, ubicada en la provincia de Santa Fe, en el corazón del país. Para muchos viajeros, Rosario es más conocida como el lugar de nacimiento de personajes emblemáticos como El Che Guevara y Lionel Messi que por sus atractivos turísticos. Sin embargo, esta ciudad ofrece una experiencia interesante para quienes quieran entender mejor la historia y el día a día argentino. Nosotros tuvimos la suerte de visitarla en compañía de nuestra amiga Patricia, que nos hospedó, y nos dejó una impresión muy agradable. A continuación te contamos nuestra experiencia y los principales lugares para visitar en Rosario.
Cómo llegar a Rosario
Rosario está situada en el centro de Argentina y tiene buenas conexiones por autobús con las principales ciudades del país. Por ejemplo, desde Mendoza se tarda unas 11 horas en bus nocturno; desde Córdoba el viaje dura alrededor de 5 horas; y si vienes desde el este, desde Buenos Aires son unas 4 horas de recorrido.
Lugares para visitar en Rosario
Paseo por la orilla del río Paraná
Una de las actividades más recomendables en Rosario es dar un paseo por la orilla del río Paraná. Es un espacio muy tranquilo y agradable, donde los locales suelen relajarse, caminar o hacer deporte. El agua del río tiene un tono marrón debido al fondo de barro y la actividad portuaria cercana, así que no invita a nadar, pero el ambiente es realmente agradable para desconectar.
En el paseo marítimo encontrarás mucha gente corriendo o en bici, y un pabellón municipal diseñado para bicicletas de montaña. También hay varios restaurantes con terraza, algunos accesibles solo por ascensor desde el paseo, que ofrecen un ambiente auténtico y vistas al río.
Visitar el Monumento a la Bandera
El Monumento a la Bandera es sin duda uno de los principales símbolos de la ciudad. Situado en el centro, es un punto de interés fundamental para entender la historia argentina. En sus placas explicativas se detalla el origen y la simbología de la bandera nacional, un elemento muy presente en la identidad de Rosario. El entorno invita a pasear con calma y a detenerse a contemplar la arquitectura del monumento.
⚠️ No viajes a Argentina sin seguro de viaje 🛡️
Moverse por Argentina sin un buen seguro es como recorrer la Patagonia sin abrigo: puede parecer que todo va bien, hasta que surge un imprevisto. Aunque viajar por este país suele ser seguro, sus paisajes variados —desde las caminatas por glaciares y rutas de montaña hasta excursiones por las cataratas de Iguazú o travesías por la estepa— hacen que los accidentes o contratiempos puedan ocurrir en cualquier momento. Además, la atención médica, aunque en las grandes ciudades es muy buena, no siempre está tan accesible o resulta asequible en zonas más remotas.
En nuestro caso, después de recorrer desde la vibrante Buenos Aires hasta los paisajes salvajes de la Patagonia y la selva misionera, tener un seguro que nos cubriera nos dio una tranquilidad enorme. Con Heymondo contratamos el seguro en minutos desde el móvil, y durante todo el viaje contamos con asistencia 24/7 a través de su app. No importa si es una caída durante una caminata, una alergia por comida típica o un cambio inesperado en los planes por condiciones climáticas: cuando viajas por Argentina, disponer de un seguro adaptado a estos destinos marca la diferencia.
Si estás preparando tu viaje a Argentina, te recomendamos contratar aquí tu seguro Heymondo a través de este enlace y aprovechar un 5% de descuento exclusivo por ser lector de Surfing the Planet. Además, Heymondo ofrece ventajas extra si viajas en familia o practicas actividades como trekking, senderismo o paseos en barco.
Casa natal del Che Guevara
Rosario es famosa en Europa por ser la ciudad natal del Che Guevara y de Lionel Messi. Para los seguidores de estas figuras, visitar la casa natal del Che es una parada interesante. El lugar está señalado como punto turístico y cerca se encuentra un monumento dedicado a él. Por otro lado, Messi es una presencia constante en la ciudad, con camisetas y murales que lo celebran, y recientemente protagonizó una campaña publicitaria para promover Rosario, lo que refleja el orgullo local por su estrella.
Relajarse en las playas del río
A lo largo de la orilla del río Paraná hay tramos con arena que funcionan como pequeñas playas urbanas. Son perfectas para descansar y disfrutar del sol. Nosotros pasamos una tarde en una de ellas, donde aprovechamos para comer un típico sándwich de carne en un kiosco cercano y luego quedarnos leyendo y tomando el sol. Esta es sin duda una de las formas más agradables de disfrutar el ambiente de Rosario.
Participar en un asado argentino
Entre todas las actividades, lo que más recordamos fue compartir un auténtico asado argentino. Esta tradición forma parte fundamental de la vida cotidiana en Rosario y en toda Argentina. Vimos muchas casas con parrillas encendidas y disfrutamos de una parrillada con nuestro amigo Juan, que nos visitó desde Barcelona. La calidad y el sabor de la carne hacen que un asado pueda levantarle el ánimo a cualquiera.
Rosario nos pareció una ciudad muy alegre y con gente amable. Quizás no destaque tanto por sus monumentos o atractivos turísticos como Buenos Aires o Mendoza, pero merece la pena dedicarle unos días para disfrutar de su ambiente y su forma de vida.
Las cataratas de Iguazú – una experiencia inolvidable en el lado argentino
Las cataratas del Iguazú son un espectáculo natural que muchas personas sueñan con conocer alguna vez en la vida. De hecho, forman parte de las 7 maravillas naturales del mundo. Durante tu visita, no podrás dejar de tomar fotos, porque la magnitud y belleza de las cascadas impresionan desde cualquier ángulo. Estas cataratas están compartidas por dos países: Brasil y Argentina. Para aprovechar al máximo tu experiencia, es ideal recorrer ambos lados, ya que cada uno ofrece perspectivas diferentes. En Argentina te podrás acercar a las cascadas y sentir de cerca la fuerza del agua, mientras que en Brasil tendrás una vista panorámica inmejorable de este paisaje monumental. Aquí te contamos todo lo que puedes hacer en Iguazú.
Cómo llegar a las cataratas del Iguazú
Iguazú cuenta con su propio aeropuerto, y desde Buenos Aires el vuelo dura aproximadamente una hora. Aunque el viaje en autobús es más económico, puede resultar agotador debido a la duración y las conexiones necesarias.
Nuestro viaje fue toda una aventura: partimos desde Montevideo temprano, cruzamos la frontera entre Uruguay y Argentina por el paso entre Salto y Concordia, y luego tomamos un autobús nocturno de larga distancia. Para llegar al autobús, tuvimos que usar un taxi contratado por la compañía, que nos llevó hasta la carretera donde pasaba. El bus era muy cómodo, pero a unas tres horas de destino se averió y quedamos detenidos varias horas en una gasolinera. Finalmente, llegamos a Puerto Iguazú después de 27 horas de viaje.
Dónde dormir en Iguazú
La mejor base para visitar el lado argentino es alojarse en la ciudad de Puerto Iguazú, donde hay muchas opciones de hospedaje para todos los presupuestos. Nosotros fuimos en Semana Santa, una época en la que muchos hostales estaban llenos, pero conseguimos un lugar bueno y económico que acababa de abrir.
Qué hacer en Puerto Iguazú
Puerto Iguazú es un pueblo pequeño, y aunque no ofrece muchas atracciones, vale la pena visitar el Hito Tres Fronteras. Desde este mirador se puede ver la confluencia del Río Paraná con el Río Iguazú y las fronteras de Brasil y Paraguay.
Qué hacer en el parque de las Cataratas de Iguazú
Vivir la fuerza de la Garganta del Diablo
Por la mañana tomamos el primer autobús hacia el Parque Nacional Iguazú para explorar las cataratas. En el lado argentino hay muchas actividades para disfrutar con calma, por lo que recomendamos quedarse al menos un par de días.
Al entrar al parque, nos recibieron numerosos coatís, que no temen a las personas y se acercan con curiosidad. La primera parada obligatoria es la famosa Garganta del Diablo. Para llegar, se toma un pequeño tren que te lleva hasta unas pasarelas de aproximadamente 1 km, construidas sobre el río.
A medida que te acercas, el sonido del agua se intensifica y la vista impacta desde el primer momento. Fuimos temprano para evitar multitudes, y pudimos contemplar la cascada casi en silencio. La sensación es abrumadora: la cantidad de agua cayendo, el ruido ensordecedor y el vapor que surge crean una atmósfera única.
Después de disfrutar de este espectáculo, tomamos el tren de regreso y bajamos en otra estación para recorrer el circuito inferior, que pasa justo por debajo de varias cascadas principales, incluida la Garganta del Diablo vista desde otra perspectiva.
Acercarse a las cascadas con una excursión en barco
Una experiencia que no puedes perder es la excursión en barco que te lleva a estar muy cerca de las cascadas. El recorrido dura unos 15 minutos y aunque es algo costoso, la emoción lo compensa. Los barcos son pequeños y potentes, y la velocidad te pone directamente bajo la caída de agua. Terminarás empapado por completo y con la adrenalina a tope.
Visitar la Isla San Martín
Desde el lado argentino también puedes tomar un barco gratuito hacia la Isla San Martín, donde hay senderos para recorrer. Al ser menos transitada, vimos muchos animales, entre ellos aves parecidas a buitres y un gran lagarto. Desde el mirador más alto de la isla tienes vistas cercanas a algunas cataratas. Pasamos un buen rato simplemente escuchando el sonido del agua y observando el entorno.
Recorrer los circuitos superior e inferior
Las diferentes cascadas del parque se pueden observar desde las pasarelas que recorren el circuito inferior y el circuito superior. Recomendamos hacer ambos para no perder detalle de las cascadas principales.
Caminar el tranquilo Sendero Macuco
Para quienes buscan algo más relajado, el Sendero Macuco es ideal. Es un camino en la selva donde apenas hay gente y se pueden escuchar y ver numerosos animales. Nosotros caminamos despacio, atentos a cada sonido y movimiento. Estar en medio de la selva y sentir la presencia de la vida salvaje fue una experiencia inolvidable.
Durante la caminata logramos ver y fotografiar un armadillo, varios lagartos, muchas mariposas y pequeños pájaros. Como broche final, logramos captar una serpiente verde que estaba cazando, un momento que quedó grabado en nuestra memoria.
El sendero termina en una pequeña cascada con un pozo y un mirador con vistas al bosque. Pero lo que más disfrutamos fue detenernos a escuchar y observar a los animales.
Consejos para visitar el parque nacional Iguazú
Como el lado argentino merece al menos un día completo, te recomendamos sellar la entrada al salir del parque para aprovechar un descuento del 50% si decides entrar nuevamente al día siguiente. Si te apetece, podrías también reservar tu excursión a las Cataratas de Iguazú.
La Quebrada de Humahuaca
La Quebrada de Humahuaca es uno de los destinos más impresionantes y llenos de color que puedes visitar en Argentina. Está ubicada en el norte del país, una zona donde los pueblos conservan viva la herencia indígena argentina. Aunque las montañas de esta región son muy diferentes a las de la Patagonia, su diversidad de colores y formas tiene un encanto especial. No es casualidad que la Quebrada haya sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. En esta guía te contamos nuestra experiencia y todo lo que tienes que ver y hacer en la Quebrada de Humahuaca.
Cómo llegar a la Quebrada de Humahuaca
Muchos viajeros llegan al norte argentino desde el desierto de Atacama, en Chile. Nosotros tomamos un bus por la mañana en San Pedro de Atacama. El viaje incluye cruzar el Paso Jama, un recorrido espectacular que pasa cerca de picos nevados, lagunas y un salar muy extenso. Por los retrasos, llegamos a Purmamarca ya de noche, pero valió la pena el trayecto.
Qué ver y hacer en la Quebrada de Humahuaca
Admirar el Cerro de los Siete Colores en Purmamarca
El pueblo de Purmamarca es bastante turístico, pero mantiene un encanto especial. Su gran atractivo es el famoso Cerro de los Siete Colores, una montaña con franjas naturales de varios tonos que parecen capas de un pastel gigante. Es una de las imágenes más conocidas de la Quebrada y merece la pena recorrer sus alrededores para observarlo desde diferentes perspectivas.
Además, recomendamos subir al mirador del Cerro Morado, ubicado al otro lado del pueblo. Desde allí, las vistas del Cerro de los Siete Colores son inolvidables y ofrecen una panorámica diferente.
Excursión a Tilcara y la Garganta del Diablo
Tilcara es un pueblo más grande que Purmamarca, con calles de tierra y muchas casas de adobe. Aunque bonito, a nosotros nos gustó un poco más Purmamarca por su entorno.
En Tilcara se puede visitar el Pucará de Tilcara, una antigua fortaleza inca reconstruida. Es interesante, aunque hay que tener en cuenta que gran parte de lo que se ve fue rehecho, y algunos detalles, como un monumento en forma de pirámide maya, no encajan con la cultura local.
Una excursión que recomendamos es caminar hasta la Garganta del Diablo de Tilcara, ubicada a unos 4 km del pueblo. Se trata de un valle con paredes rocosas impresionantes y un río que cruza el sendero varias veces. El recorrido termina en una cascada de 14 metros, ideal para una caminata tranquila y diferente. Nosotros disfrutamos mucho saltando de piedra en piedra y compartiendo la ruta con una pareja argentina que también viajaba por la región.
Visitar el pueblo remoto de Iruya
Iruya fue una visita improvisada que terminó siendo uno de los mejores recuerdos del viaje. Nuestro plan inicial era quedarnos en Humahuaca, pero justo al llegar a la terminal salió un bus hacia Iruya, y decidimos cambiar de planes.
El trayecto dura unas tres horas y se hace mayormente por una carretera de ripio, que primero sube hasta más de 4000 metros y luego baja hacia el valle donde se encuentra el pueblo. El paisaje es muy bonito, aunque el polvo que levanta el bus es inevitable.
El pueblo es pequeño y tranquilo, con una sensación bastante moderna para estar tan aislado. En temporada alta debe haber más turistas, porque vimos muchos alojamientos, pero cuando fuimos nosotros apenas había visitantes. Encontrar un lugar abierto para cenar fue complicado, aunque allí conocimos a Candela, una chica de Buenos Aires que nos contó mucho sobre la región.
Al día siguiente desayunamos en la terraza del hospedaje, con vistas muy bonitas al valle, y luego dimos un paseo por el pueblo. Lo más interesante de Iruya es visitar el cementerio, con su atmósfera y arquitectura propia, y subir al mirador para contemplar el pueblo y las montañas que lo rodean.
Paseo breve por Humahuaca
Humahuaca es el pueblo que da nombre a toda la quebrada, pero fue el que menos nos impresionó. Solo estuvimos un par de horas antes de tomar el bus hacia Salta.
Entre lo más destacado está la plaza principal, que tiene un ambiente muy agradable, y la escalera que lleva al Monumento a la Independencia. Desde allí se puede ver el pueblo desde arriba, pero en nuestra opinión, Purmamarca e Iruya son más atractivos para el visitante.
La Quebrada de Humahuaca es un destino único para conocer otra Argentina, muy distinta a la que ves en Buenos Aires o en el sur del país. Aquí predominan las comunidades indígenas y sus tradiciones, que nos recordaron en muchos sentidos a Perú. Más allá de sus paisajes, los pueblos y la cultura hacen que este lugar sea imprescindible para quienes quieren descubrir la diversidad de Argentina.
Salta, una de nuestras ciudades favoritas en Argentina
La ciudad de Salta, ubicada en la provincia homónima, es una de las ciudades más importantes del norte de Argentina. Durante nuestro viaje por el país, descubrimos que es una de las ciudades más agradables y fáciles de vivir. Su clima es muy agradable, el tamaño de la ciudad es perfecto para moverse sin complicaciones y la gente nos pareció especialmente amable. Además, Salta cuenta con una arquitectura interesante, parques tranquilos y está cerca de varios espacios naturales que invitan a hacer excursiones muy interesantes. Pasamos unos días muy agradables aquí y ahora queremos compartir contigo todo lo que consideramos imprescindible para conocer en Salta.
Cómo llegar a Salta
Nosotros viajamos a Salta desde Humahuaca y el trayecto fue bastante largo y cansado. Durante los primeros minutos del viaje tuvimos que ir de pie porque el bus estaba lleno y sólo había asientos desde Tilcara. Además, el bus llegó con retraso a Humahuaca y más adelante nos hicieron una parada larga para revisar el equipaje, ya que venía desde la frontera con Bolivia y en estos viajes suelen hacer controles estrictos por la posible presencia de drogas o hojas de coca. Finalmente, llegamos a Salta varias horas más tarde de lo previsto, pero afortunadamente nuestra amiga Candela ya conocía un buen hostal donde nos instalamos los tres en la misma habitación.
Qué hacer en Salta
Recorrer la plaza central y sus alrededores
La plaza 9 de Julio, el corazón de la ciudad, es un espacio muy agradable donde se respira tranquilidad. En sus alrededores se encuentran varios edificios emblemáticos, como la Catedral de Salta y la Basilica Menor y Convento de San Francisco, este último uno de los edificios más bellos que vimos en la ciudad.
Descansar en el parque San Martín
El Parque San Martín es otro de nuestros lugares favoritos para pasar un rato tranquilo. Allí hay un pequeño lago y puestos de comida donde puedes conseguir platos abundantes a buen precio. Es un buen espacio para relajarse y disfrutar del ambiente local.
Visitar el museo de Arqueología de Alta Montaña
Este museo es único en su tipo. Durante la época incaica, se realizaban sacrificios de niños para ofrecerlos a los dioses, eligiendo a los niños más saludables y llevándolos a las alturas para enterrarlos. En uno de estos volcanes se encontraron tres niños que murieron por hipotermia y que se conservaron en perfecto estado gracias al frío extremo y la falta de oxígeno. En el museo se expone uno de ellos y la experiencia resulta realmente impresionante: parece que estuviera dormido después de 500 años.
Ver un espectáculo folclórico
Nuestra amiga Candela nos invitó a una cena con espectáculo folclórico en una de las peñas más conocidas de Salta. La comida estuvo deliciosa y el ambiente con música y bailes tradicionales fue muy ameno, lo que completó una noche muy especial.
Excursiones en Salta
Excursión a Cachi
Uno de los planes que no puedes perderte es la excursión a Cachi, un pequeño pueblo del Valle de Calchaquíes. Nosotros hicimos la excursión con la agencia Guadalquivir, que nos atendió muy bien y nos ayudó a organizar el resto del viaje; si decides ir, menciona que vienes de nuestra parte. Durante el camino hicimos varias paradas para disfrutar del paisaje: cerros coloridos, valles profundos, picos nevados y el Parque Natural de los Cardones.
Finalmente, llegamos a Cachi, un pueblo con un aire muy tranquilo que recuerda a algunos pueblos del sur de España.
El tren a las nubes
Otra experiencia destacada es el famoso tren a las nubes, que parte desde San Antonio de los Cobres. Este viaje permite admirar paisajes impresionantes del altiplano, cruzando más de 20 puentes y túneles, una experiencia única para los amantes del paisaje y la ingeniería.
Excursión a las salinas
Si no has tenido oportunidad de visitar el Salar de Uyuni en Bolivia, esta excursión es una buena alternativa. Las Salinas Grandes ofrecen un paisaje blanco que contrasta con el intenso azul del cielo. Todavía hoy en día se extrae sal allí con técnicas tradicionales, lo que añade interés al recorrido.
Salta se ha ganado un lugar especial entre nuestras ciudades favoritas de Sudamérica. No descartamos volver a pasar una temporada en esta ciudad tan agradable. Esperamos que esta guía te ayude a aprovechar al máximo tu visita y a descubrir lo mejor que ofrece Salta y sus alrededores.
Cafayate y la Quebrada de las Conchas
Cafayate es una ciudad tranquila en la provincia de Salta, Argentina. Aunque es conocida principalmente por su zona de viñedos alrededor, nosotros descubrimos aquí uno de los paisajes más impresionantes que ver en Argentina: la Quebrada de las Conchas. En esta guía te contamos lo mejor que puedes hacer en Cafayate y sus alrededores.
Qué hacer en Cafayate y sus alrededores
Pasear por el centro de la ciudad
Cafayate es una ciudad pequeña, así que bastará con dar un paseo por los alrededores de la plaza principal. Este es el punto central donde se encuentran la iglesia principal, el ayuntamiento, la oficina de turismo y varios restaurantes ideales para probar comida local.
Visitar una bodega
La fama de Cafayate está muy ligada al vino, y puedes visitar numerosas bodegas en las inmediaciones. En la ciudad hay opciones para todos los tamaños y estilos. Muchas bodegas no solo ofrecen degustaciones, sino también platos típicos para acompañar. Nuestra recomendación es elegir alguna con terraza y vistas a los viñedos para disfrutar mejor de la experiencia.
Descubrir la Quebrada de las Conchas
Para nosotros, la Quebrada de las Conchas es uno de los paisajes naturales más impactantes que hemos visto en Argentina. Además, es un destino todavía poco masificado por turistas, lo que lo hace aún más especial y auténtico.
Recorrimos la zona con un guía local, Leo, que no solo nos mostró los puntos clave, sino que también nos transmitió su pasión por este entorno. La primera parada fue el Anfiteatro, un cañón con paredes de roca impresionantes y una acústica natural sorprendente. Aunque no tuvimos la suerte de escuchar a alguien cantar, es común que músicos aprovechen este lugar.
Luego visitamos la Garganta del Diablo, un tramo con un pequeño trekking entre formaciones rocosas. Más adelante, en el mirador de Las Tres Cruces, disfrutamos de una vista espectacular del valle, el río y las montañas cercanas.
La parada más larga fue en Yesara, donde caminamos cerca de una hora y media entre formaciones rocosas de colores sorprendentes.
Este lugar nos dejó sin palabras. Ver esas montañas de variados colores y texturas parece sacado de un sueño. La diversidad de minerales y piedras que conforman estas formaciones es impresionante y fue, sin duda, uno de los paisajes más hermosos que vimos durante todo el viaje.
Leo también nos enseñó a reconocer piedras con pirita, un detalle curioso para quienes gustan de la geología. Justo cuando íbamos a tomar más fotos, se agotó la batería de la cámara, así que tuvimos que regresar rápidamente al coche para cambiarla.
De regreso, paramos en Los Castillos, una formación de rocas rojizas que, como su nombre indica, recuerdan a un castillo natural.
Al caer el sol, subimos a una de las rocas más altas para contemplar el valle teñido por la luz del atardecer. Los colores se intensificaron de forma espectacular y quedamos realmente impresionados. Agradecemos mucho a Leo por mostrarnos estos lugares que consideramos imprescindibles si visitas Cafayate.
En definitiva, Cafayate y especialmente la Quebrada de las Conchas nos dejaron una impresión imborrable. Tenemos muchas ganas de volver para dedicarle más tiempo a este lugar mágico y reencontrarnos con Leo.
El Valle de la Luna
El Parque Provincial de Ischigualasto, conocido popularmente como el Valle de la Luna, es uno de los paisajes más singulares que se pueden visitar en Argentina. Sus formaciones rocosas y el terreno árido recuerdan un paisaje lunar que no es fácil de encontrar en otro lugar del país. Aunque menos concurrido que otros destinos argentinos, el Valle de la Luna en San Juan ofrece una experiencia auténtica y sorprendente para quienes disfrutan de la naturaleza y la historia geológica.
Esta región también incluye el Parque Nacional de Talampaya, en la provincia vecina de La Rioja, famoso por sus imponentes muros de roca roja que alcanzan gran altura y por sus cañones. En este post te compartimos nuestra experiencia visitando el Valle de la Luna, junto con información práctica para organizar tu viaje.
Cómo llegar al Valle de la Luna desde San Juan
Nosotros llegamos a la ciudad de San Juan tras un viaje nocturno en bus desde Tafí del Valle, pasando por San Miguel de Tucumán. Desde San Juan, el mejor punto de partida para visitar el Valle de la Luna es el pueblo de San Agustín de Valle Fértil, un lugar pequeño pero muy pintoresco. Desde San Juan se tarda unas 4 horas en autobús hasta allí, aunque solo hay tres frecuencias diarias. En nuestro caso, tuvimos que esperar hasta las 14 horas para tomar el bus.
Visitar el Valle de la Luna por libre sin tour
Queríamos conocer tanto el Parque Provincial Ischigualasto como el Parque Nacional Talampaya, pero los tours organizados requieren un grupo mínimo de 4 personas y nosotros solo éramos dos. La alternativa era ir autostop para llegar al Valle de la Luna, así que nos levantamos temprano y nos colocamos a la salida del pueblo. En pocos minutos un conductor nos llevó hasta el pueblo siguiente, donde esperamos unos 30 minutos, y finalmente un camión nos acercó hasta Baldecitos.
Desde allí, dos viajeras muy amables que recorrían la zona desde hacía semanas no solo nos llevaron hasta la entrada del parque, sino que además compartieron con nosotros el coche durante toda la visita. El recorrido dentro del parque se realiza en vehículo formando una caravana, y un guía acompaña el grupo en uno de los coches para dar explicaciones durante las paradas.
Qué ver en el Valle de la Luna: las formaciones y paisajes más destacados
Uno de los primeros puntos que visitamos fue El Gusano, una formación rocosa con una forma alargada que recuerda a un gusano gigante. En diferentes zonas del parque también pudimos observar petróglifos grabados en las piedras, vestigios de las culturas que habitaron esta región hace miles de años.
El mirador del Valle de la Luna fue, sin duda, la parada más impresionante. La superficie de este lugar parece realmente sacada de la Luna, con tonos y texturas únicas. En las noches de luna llena, la luz se refleja en el terreno y crea una atmósfera muy especial, que refuerza la sensación de estar en otro mundo.
Durante el recorrido vimos otras formaciones rocosas con formas muy variadas: las bochas o bolas de piedra, el famoso Submarino y el Hongo. Lamentablemente, el Submarino perdió recientemente una de sus columnas, lo que disminuye un poco su impacto visual, aunque sigue siendo una visita muy interesante.
Estos últimos dos, el Submarino y el Hongo, destacan no solo por su forma, sino también por el entorno en que se encuentran, con paredes rocosas rojas muy altas que realzan el paisaje.
Durante la visita conocimos a Micaela y Nacho, una pareja de Córdoba que viajaba en coche por la región y con quienes compartimos el resto de nuestra ruta hacia Mendoza. Cuando ya estábamos saliendo del parque, la luna llena apareció en el horizonte, con unos colores que parecían los del sol, un espectáculo natural que completó una jornada muy especial.
El Valle de la Luna en San Juan puede no ser tan conocido ni visitado como el Valle de la Luna en el desierto de Atacama, Chile, pero sin duda es un lugar que ofrece un paisaje lunar de gran valor geológico y visual. Su combinación de formaciones únicas, petroglifos y colores lo convierte en una parada que quedará grabada en la memoria de cualquier viajero que recorra Argentina.
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Wow, los pinguinos y lobos marinos son increibles!
Hola chicos!!
Acabo de leer todo lo que han hecho hasta ahora, me alegro un montón que lo estén pasando tan bien y la verdad me dan un poco de envidia ( de la buena) y veo que todo el mundo los ayuda, que alegría saber que en el mundo existe todavía mucha gente dispuesta a ayudar y de muy buen rollo, cuando nos pasa esas cosas nos deja tan contentos! Así se un trozo de pan, es la gratitud de la gente! y es también una de las cosas maravillosas que tiene el viajar, la gente que encontramos en nuestro camino!. Sigan disfrutando y contándonos como les va, no se con que tiempo pueden escribirlo todo… como lo hacen? yo no tendría la paciencia de hacerlo, creo…
Un besote desde Bcn y ya los extraño mucho. Sigan disfrutandoooOOOOO 🙂
Hola:
Les acabo de escribir un mail largo pero no se puede publicar nose porque, ahora lo estoy intentando de nuevo! estoy muy contenta que les estén pasando todas estas cosas maravillosas y estén disfrutando mucho 🙂 una de las cosas mas lindas de viajar es la gente que encontramos en nuestro camino. Sigan disfrutandOOO, los quiero y extraño!e
Hey Ursula!!!
Gracias por los comentarios. Todos los comentarios no aparecen en el blog hasta que nosotros no los autoricemos y generalmente lo hacemos cuando tengamos una conexión.
Un besote!!!!
The combination of both landscapes and the personal experience… people you find on the way… this makes such trip a genuine experience 🙂 Guys, I’m a bit jealous… 😉 Keep enjoying… and posting updates!
quiero porfa localizar a María !!!!!
Estoy en FB con este nombre
mi sueño está por llegar por eso quiero contactos en Ushuaia
Hola Amparo, sentimos decirte que al ser Maria una persona privada no podemos darte sus contactos. Pero podemos ayudarte en todo lo que necesites saber relativamente a Ushuaia.