Escrito por Rachele Cervaro
Si hay un edificio en Barcelona al que le tenemos un cariño especial, ese es el Recinto Modernista de Sant Pau. No solo por su espectacular arquitectura, que deja sin palabras incluso al visitante más acostumbrado a ver edificios bonitos en la ciudad, sino también por una razón muy personal: durante muchos años vivimos muy cerca de este antiguo hospital, y pasábamos casi a diario frente a sus pabellones con tejados de cerámica vidriada, rodeados de jardines cuidados con mimo. En este post te contamos todo lo que creemos que deberías saber si tienes pensado visitar este hospital singular.
💡 Consejo útil
Para evitar las largas colas que suelen formarse en la entrada del Hospital de Sant Pau, lo más recomendable es comprar las entradas por adelantado a través de internet. Así podrás acceder directamente al recinto sin esperas y organizar mejor tu visita. Además, comprar online te permite elegir la fecha y la hora que más te convenga, asegurando que no te quedes sin entrada en días de mayor afluencia. Si quieres, puedes reservar tus entradas fácilmente en este enlace.
🏛️ Cómo es el Hospital de Sant Pau
Diseñado por Lluís Domènech i Montaner, una de las figuras clave del modernismo catalán, este antiguo hospital fue construido a principios del siglo XX con la intención de crear un espacio funcional, higiénico y, al mismo tiempo, bello. Y vaya si lo consiguió.
Hoy en día, tras una restauración impresionante, se ha convertido en un museo y centro cultural donde se puede pasear entre pabellones decorados con mosaicos, esculturas, vidrieras de colores y jardines cuidadosamente diseñados. Es fácil olvidar que durante muchos años este fue un hospital en funcionamiento, ya que cada detalle parece pensado para elevar el espíritu más que para curar dolencias.
El Hospital de Sant Pau está situado justo al final de la Avinguda de Gaudí, ese agradable paseo que une este recinto con la Sagrada Familia. Aunque es inevitable que el templo de Gaudí se lleve todo el protagonismo, nosotros creemos que Sant Pau merece una visita igual de atenta. De hecho, forma parte de lo que se conoce como la Ruta del Modernismo, y para muchos es uno de los ejemplos más refinados y elegantes de este estilo en Barcelona.
Además, nos encanta el ambiente que se respira en este rincón del Eixample. A pesar de estar muy cerca de una de las zonas más turísticas de la ciudad, aquí el ritmo es más tranquilo, casi pausado. Ideal para pasear, sentarse un rato en los jardines del recinto y dejarse llevar por la belleza de sus formas. Y si te gusta la fotografía, este lugar es un verdadero paraíso.
💬 Nuestra relación especial con el hospital
Y ¿de dónde viene esta relación especial, entonces? Hay varias razones, la primera es que cuando llegamos a Barcelona, hace ya casi 20 años, el conjunto de edificios modernistas aún estaban funcionando como hospital. Cuando lo visitamos por primera vez, estábamos andando entre pacientes ingresados al hospital. Luego en 2009, cuando acabaron la construcción del nuevo edificio del Hospital de Sant Pau justo al lado (donde nació nuestro peque diez años más tarde), el hospital modernista cerró. Tras una larga reforma fue transformado en un museo.
Pocas veces uno es testimonio de la transformación de un edificio de tal importancia. La otra razón, quizás más importante es que durante muchos años vivimos en el barrio del Guinardó cuyo símbolo es este hospital. Nuestra parada de metro era la de Guinardó-Hospital de Sant Pau y nuestros caminos siempre pasaban por arriba, por debajo o al lado del conjunto del hospital. Casi cada día tenemos la suerte de disfrutar de esta construcción maravillosa de diferentes ángulos y no nos podíamos aburrir de sus vistas.
📸 Visita al Hospital de Sant Pau
Comenzamos la visita por uno de los hospitales más bonitos que hemos visto nunca: el Hospital de Sant Pau, una joya del modernismo en Barcelona. Este conjunto arquitectónico está formado por 12 pabellones, aunque cuando fuimos solo estaban abiertos seis, lo que ya bastó para dejarnos impresionados.
El recorrido empieza en el Pabellón de la Administración, donde lo primero que llama la atención son los colores vivos que dominan tanto el interior de este edificio como el resto del conjunto. Estos tonos no solo aportan una sensación de alegría, sino que también reflejan la importancia que se le daba al bienestar de los pacientes, mucho más allá de la funcionalidad médica. Cada detalle parece pensado para crear un ambiente armonioso y luminoso, algo poco habitual en un hospital tradicional.
Al avanzar desde el Pabellón de la Administración, el recinto se despliega en forma de círculo, creando un espacio abierto que invita a pasear y descubrir cada uno de los pabellones con calma. A la derecha se encuentran los pabellones destinados a los pacientes masculinos, mientras que a la izquierda están los femeninos.
Un detalle que nos llamó la atención y que facilita esta división es la presencia de figuras de santos en las entradas: cada puerta está custodiada por una imagen que representa a un santo hombre en los pabellones masculinos, y una santa mujer en los femeninos. Esta diferenciación no solo era práctica, sino que también aportaba un aire simbólico y espiritual al conjunto, un reflejo de la época en la que se construyó este hospital y de la importancia que se daba al cuidado integral de los pacientes, tanto físico como emocional.
Aunque a simple vista los pabellones parecen edificios independientes, en realidad están todos conectados mediante túneles subterráneos. Esta solución era muy práctica: permitía trasladar a los pacientes de un lugar a otro sin necesidad de salir al exterior, lo que resultaba especialmente útil en los días de mal tiempo o para evitar exposiciones innecesarias.
En el espacio central que queda entre los pabellones se ha creado una especie de jardín, un rincón lleno de tranquilidad y belleza. Este jardín ofrece un ambiente sereno y lleno de paz, ideal para la recuperación de los enfermos. Caminar por allí, entre árboles y flores, es una invitación a la calma, y se entiende perfectamente por qué este espacio formaba parte fundamental del diseño del hospital modernista.
Nada más entrar, no pudimos evitar detenernos a admirar las decoraciones que embellecen cada pabellón. Pero, sin duda, lo que más nos sorprendió desde el primer momento fueron los techos pintados con colores vivos y detalles artísticos, algo que no esperarías ver en un hospital. Es como si los arquitectos y artistas quisieran que, desde el suelo hasta el techo, todo el espacio transmitiera vida y esperanza, creando un entorno que ayuda tanto a la salud física como al ánimo de los pacientes.
Además de los techos, no podemos dejar de destacar los bonitos mosaicos que adornan las paredes exteriores del conjunto. Estos mosaicos, llenos de colores y formas cuidadosamente diseñadas, aportan un toque artístico que realza aún más la belleza del recinto. Cada uno parece contar una pequeña historia, combinando motivos florales y geométricos que encajan perfectamente con el estilo modernista que define al hospital.
📍 Cómo llegar al Hospital de Sant Pau
El Hospital de Sant Pau está muy bien comunicado y llegar es sencillo desde cualquier punto de Barcelona. La forma más cómoda y rápida suele ser en metro. La estación más cercana es Sant Pau | Dos de Maig (línea 5, azul), que está justo al lado del recinto modernista. Desde ahí solo tienes que caminar unos minutos y ya estarás en la entrada principal.
Si prefieres el autobús, varias líneas pasan por las calles cercanas, como la 19 o la H8, que conectan bien con otros puntos turísticos de la ciudad.
Para quienes van en coche, ten en cuenta que el hospital está en una zona residencial y no cuenta con parking propio, pero sí hay aparcamientos públicos en los alrededores. Como siempre en Barcelona, lo más recomendable es dejar el coche y moverse en transporte público para evitar complicaciones.
⏰ Horarios
El Hospital de Sant Pau abre sus puertas todos los días, excepto algunos festivos, con un horario bastante amplio. Por lo general, puedes visitarlo de 10:00 a 17:00, pero siempre es bueno revisar la web oficial antes de ir para asegurarte.
Las entradas tienen un precio asequible, con tarifa general y descuentos para estudiantes, jubilados y menores de cierta edad. También hay entrada gratuita para residentes en Barcelona los primeros domingos de mes, y otros días especiales.
🎟️ Comprar la entrada online
Para evitar perder tiempo haciendo cola en taquilla, te recomendamos adquirir las entradas online antes de tu visita al Hospital de Sant Pau. Así podrás acceder sin esperas y disfrutar de la visita con mayor tranquilidad. Además, comprar por internet te asegura disponibilidad en la fecha que prefieras, algo muy útil en temporada alta o fines de semana. Si quieres, podrías hacer la reserva de forma rápida este enlace.
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Visitar el Hospital de Sant Pau es uno de los puntos destacados en cualquier viaje a Barcelona. Su diseño modernista, los colores vivos y la tranquilidad de sus jardines crean un ambiente sorprendente y diferente a lo que uno espera encontrar en un hospital. Además, su ubicación facilita incluirlo en el recorrido para quienes quieren descubrir más allá de los sitios turísticos habituales. Nosotros hemos tenido la suerte de ser vecinos durante muchos años y nos encanta poder transmitir el cariño que sentimos por este edificio.
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Sí que es un edificio curioso. Y no lo conocía. ¡Gracias por el aporte! 🙂
Sandra, ver este edificio puede ser una buena excusa para visitar Barcelona de nuevo!