Escrito por Gábor Kovács
Perpignan es una ciudad con una historia rica y compleja que la hace única en el sur de Francia. Aunque hoy forma parte del territorio francés, en tiempos pasados fue parte del Condado de Barcelona, del Reino de Mallorca y de la Corona de Aragón, lo que le dejó una huella catalana muy marcada que aún se percibe en su arquitectura, su cultura y su ambiente. Esta mezcla de influencias le da un carácter especial que no se encuentra en otras ciudades francesas.
Hemos tenido la oportunidad de viajar por esta región y ya te hemos hablado de algunos de los pueblos más bonitos que rodean Perpignan, lugares que enamoran por su belleza y su autenticidad. En este post queremos centrarnos en la propia ciudad, compartiendo no solo los sitios que visitamos, sino también las sensaciones que nos dejó este destino tan peculiar.
Sin entrar en debates políticos ni polémicas, la intención es ofrecer una mirada desde el punto de vista de viajeros, apreciando cómo esta ciudad conserva su esencia catalana en medio de Francia y qué la hace interesante para quienes la visitan.
Una mezcla de culturas
Me vino a la mente una anécdota sobre Luis, un amigo, que me contó algo que me pareció muy interesante. Luis es italo-venezolano, y al principio pensé que eso solo indicaba su origen familiar, pero luego entendí que para él significa mucho más: no se siente completamente italiano ni venezolano, sino que lleva ambas identidades mezcladas dentro, como una especie de puente entre dos mundos. Lo curioso es que, paradójicamente, en Italia no lo reconocen del todo como italiano y en Venezuela tampoco lo ven como venezolano.
Creo que los habitantes de Perpignan tienen un sentimiento parecido. Esta ciudad, justo en la frontera entre España y Francia, es una mezcla constante de culturas, idiomas e historias. Para ellos no es sencillo definirse solo como franceses o españoles, porque ambos países han dejado huella y siguen influyendo en su identidad diaria. Eso hace que Perpignan tenga una personalidad muy particular, algo difícil de encasillar, pero precisamente esa mezcla es lo que la hace tan fascinante para visitar.
Francia catalana o Cataluña francesa?
El primer día que empezamos a explorar los alrededores de Perpignan nos encontramos con una duda que no nos dejó en paz durante todo el viaje: ¿estamos en Francia o en Cataluña? La respuesta no es sencilla, porque aquí ambas culturas conviven y se mezclan de una manera muy natural.

Por ejemplo, en los ayuntamientos ondean tres banderas: la francesa, la catalana y la europea, mostrando esa doble identidad que caracteriza a la región. Al entrar en cada pueblo, te reciben dos carteles con el nombre del lugar, uno en francés y otro en catalán, algo que llama la atención de inmediato. Las calles también llevan sus nombres escritos en ambos idiomas, una señal clara de la convivencia cultural que se vive aquí.
En las casas y balcones, es común ver dibujos o decoraciones con las vestimentas tradicionales catalanas, un detalle que refleja el orgullo que sienten muchos habitantes, sobre todo las personas mayores, por mantener viva esa conexión con sus raíces. No es raro encontrar que, en las conversaciones cotidianas, el catalán siga siendo la lengua de uso habitual.

En cuanto a la gastronomía, muchos restaurantes ofrecen platos típicos catalanes, y en los mercados es fácil comprar quesos y embutidos de esta tradición, al mismo nivel de presencia que tienen los productos franceses como el queso brie. Además, en varios pueblos todavía se organizan encuentros y monumentos dedicados a la sardana, la danza tradicional catalana, que sigue siendo un símbolo importante de la identidad local.
Pero, por otro lado, no faltan los clásicos franceses que todos asociamos con la cultura gastronómica de Francia: croissants, pain au chocolat, pain au raisin y baguettes, que aquí saben exactamente como deben saber, con ese sabor tan característico que no tiene nada que ver con la cocina catalana.
Así que, si algo queda claro al visitar Perpignan y sus alrededores, es que no es una ciudad ni francesa ni catalana, sino una mezcla perfecta de ambas. Esa dualidad es lo que la convierte en un lugar único, con una identidad propia que refleja lo mejor de dos mundos.
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Este verano pasado estuve en Perpignan y en dos semana saldrá en mi blog un post acerca de la ciudad. La verdad que a mí también me pareció muy curiosa la mezcla entre Cataluña y Francia.
No podemos esperar leer tus impresiones sobre la zona!
Me acabo de quedar asombrada… sobre todo porque pasé cerca de Perpignan y no paré!! Pero bueno, queda agendado para la próxima 🙂
Si Samanta apúntalo para la próxima.
Un saludo
Si Samanta, apúntalo para la próxima!
un saludo
Estuvimos un dia en perpignan vimos el palacio de los reyes de mallorca y la iglesia de sant jacq.
Hermoso todo y estuvimos en catalunya.
Wow! Qué interesante!!! Es increíble como hay lugares que son una fusión de todo y como a pesar de la historia y el tiempo siguen siendo «auténticos». Me identifico con lugares así porque al igual que Xixerone y Perpignan, no soy ni de aquí ni de allá. Gracias por compartirnos estos rincones mágicos 😀
Gracias a ti Karla, creemos que el hecho de no ser ni de un lugar ni de otro tiene mucha ventajas!!
Un abrazo
Además de lo comentado, añado más detalles:
– En Perpignan hay un colegio en el que se educa exclusivamente en catalán. ¿Quien lo paga? la Generalitat de Catalunya, con dinero público.
– Las calles están con doble denominación. ¿Quien paga los carteles en catalán? La Generalitat de Catalunya, con dinero público.
A los «perpiñanenses» les sale gratis tener la identidad catalana, además de la francesa, a costa de las subvenciones con dinero de todos los catalanes. Extraña prioridad presupuestaria del govern catalán.
Bueno, no controlamos muy bien este tema y tampoco queremos meternos en temas de politica 😉
A lo mejor es verdad que la Generalitat financia todo esto, pero a nosotros desde «fuera» nos pareció gracioso.
Cierto, es muy curioso.
Evidentemente que los nombres de las calles así como los gentilicios y bandera se corresponden a CATALUNYA – ya que mediante el «tratado de los Pirineos» este país fué dividido en dos. De los pirineos hacia arriba para Francia y eç sud para España. Pero… tienen los mismos apellidos Catalanes EVIDENTE. Y la misma lengua y la misma historia… Celebraciones y cultura milenaria y sentimiento de IDENTIDAD… cosa que no se puede comprar o vender sino SENTIR
Un saludo de una Catalana. Que por cierto ni un minuto de mi vida me he sentido Española.
No dejen de visitarnos.
Eso que denominas país nunca lo ha sido y, si leyeras un poquito, sabrías quién tuvo la culpa de que esa parte que ahora no pertenece a España sea francesa.
Por otro lado, el que no te hayas sentido española ni por un minuto no hace que dejes de serlo. Lo eres y morirás siendo española.
Sra. Esther…
Primero decirla que me alegro no se sienta española… particularmente me encanta que cualquier persona humana que tenga odio en su ser es mejor tenerla lejos y lo siento por los que la tengan que aguantar.
Lo segundo es recomendarla estudie Historia… Ud. puede creer lo que quiera y sentirse de Marte y soñar, ¡soñar todo lo que quiera! Pero si habla de Historia no mienta, no tergiverse y se ciña a los documentos nos gusten o no. De lo contrario cuando uno miente repetidamente y por odio… ¡tiene un nombre!
Y al decir Historia… incluyo a la lengua.
Y ojo con la identidad.. algunos se pasaron en la Alemania años 30 soñando con ella.
Hola señor fernandez soy nacido en Cataluña hace 43 años y e decirte que ni por un minuto de mi vida me e sentido catalán si no español e de recordar que son el 42% de la poblacion no se de que vacilan pero como lo tenéis todo corrompido durante muchos años con la debilidad del gobierno español solo decirteque este fin de semana e estado en perpinyan y e comprendido lo que es un país fuerte, unido Francia envidia sana gracias un saludo señor fernandez.
Las nueve escoles bressol que existen en Catalunya Nord se financian mediante aportaciones de padres de alumnos, subvenciones de instituciones públicas de uno y otro lado de la frontera (Generalitat incluida) y donaciones de instituciones y particulares. Lea la memoria anual de la institución Amics de la Bressola antes de soltar por aquí lo primero que se le pasa por la cabzeza. Por tanto no es «una que hay en Perpiñán», sino nueve, y las fuentes para su mantenimiento son diversas.
Las calles NO están en doble denominación, ¿de dónde saca eso? Habla por hablar, oyó por ahí que hay carteles en los dos idiomas, y ya se inventa que son los nombres de las calles. Solo los carteles a la entrada de las poblaciones están en las dos lenguas, el cartel a la izquierda en catalán y el de la derecha en francés.
«A los «perpiñanenses» les sale gratis tener la identidad catalana, además de la francesa, a costa de las subvenciones con dinero de todos los catalanes». Claro. Pues sepa usted por ponerle solo un ejemplo que los repetidores de la tv autonómica catalana fueron financiados en su mayor parte por las entidades locales del Rosellón. Sepa además que al Rosellón ya llegaba la señal de TV3 desde los años 80, pero en 2010 el estado francés cerró los emisores, que hasta entonces habían sido tolerados pero estaban en la ilegalidad, y las emisiones se reanudaron tras el acuerdo alcanzado entre la Generalitat y el estado francés. Y aquí decir Generalitat es sinónimo de decir Estado Español, pues el titular último de las competencias en materia de comunicaciones es siempre el Estado, aunque su gestión esté delegada en los entes autonómicos.
Así que mire por dónde, el responsable último de que los «perpiñanenses» – no sé porqué demonios tiene usted que entrecomillar el gentilicio- puedan ver la tele catalana y oír la radio es el Estado español. Luego si no le gusta, vaya a Madrid a quejarse.
Una vez estaban sentados frente al rio Miño un niño y su abuelo. El niño preguntó, «abuelo, ¿esos niños de la otra orilla, son más extranjeros que la gente de Madrid?» El abuelo no supo qué responder. La otra orilla es Portugal, donde hablan prácticamente igual que el niño y su abuelo, su cultura es la misma y tienen historia en común.
Las personas como usted no querrán nunca entender que en las zonas fronterizas generalmente se tiene mucho más en común con los vecinos del otro lado que con compatriotas que están a centenares de km. Pero además manifiestan su mala voluntad y ganas de echar más leña al fuego recurriendo a argumentos simplones y vagos
Muy bien expuesto. Europa es un crisol de culturas.
Hay unos fondos de la Comunidad Europea que sufragan el nantenimiento de las lenguas minoritarias europeas, sobre todo las que sufren mas opresion. De aqui sale gran parte de los presupuestos. Tambien hay politicas similares en Francia. El problema de algunos espanoles es que se niegan a aceptar la existencia de otras lenguas y culturas que no sea la castellana. No es precisamente un signo de concordia, todo lo contrario.
Luis Fernandez del Campo…informese mejor…sus medias verdades y las que no lo son…por cierto soy de Familia francesa de pura cepa…y ud. es demagogo total.
Le pide usted demasiado esfuerzo, con lo facilón que es recurrir a los latiguillos repetitivos de siempre. Seguro que este señor no ha estado en Perpinyà-Perpignan-Perpiñán en su vida
Sr.Fernandez en america se dice.Los libros no muerden .lealos sin influencias.
Sr.Fernandez del Campo como siempre el fascismo rancio espanol…ahorrese sus comentarios demagogos y enterese de una vez que en la Catalunya Nord es bilingue e identitario se sienten de los dos lados cosa que a ustedes eso no les gusta lo sabemos…respeten