Escrito por Gábor Kovács
Perpignan (o Perpiñán, como se dice en español) es una ciudad francesa situada lo suficientemente cerca de Barcelona como para no tener que pasar horas interminables en el coche si quieres visitarla en una escapada desde Cataluña. Para nosotros, que vivimos cerca de Barcelona, es un destino al que hemos vuelto en numerosas ocasiones, además de explorar los encantadores pueblos que se encuentran en sus alrededores.
La región que la rodea está llena de pueblos considerados entre los más bonitos de Francia, cada uno con su propia historia, arquitectura y paisajes que invitan a pasear sin prisas. Hemos pasado varios días recorriendo esta zona y hemos hecho una selección de los lugares que más nos han gustado y que creemos que merecen la pena para cualquier escapada. Si te apetece descubrir un sur de Francia menos conocido que la Provenza y otras regiones, pero igual de fascinante, acompáñanos en este recorrido por Perpignan y sus alrededores.
Qué hacer en Perpignan y sus alrededores
Perpignan capital
Perpignan es una ciudad pequeña que tuvimos la suerte de descubrir por primera vez en un paseo nocturno, justo cuando el frío del invierno comenzaba a hacerse sentir y la ciudad se vestía con luces y decoraciones navideñas que le daban un aire especialmente acogedor. A pesar de su tamaño compacto, Perpignan guarda un encanto único que combina historia, cultura y ese ambiente relajado que a veces se escapa en las grandes urbes.
Uno de los lugares que no pueden faltar en una visita es el Castillet, un antiguo portal que en su día fue la entrada principal al centro histórico de la ciudad y que hoy es mucho más que un vestigio arquitectónico. Este imponente edificio se ha convertido en un símbolo vivo de Perpignan, con sus murallas y torres que parecen contar siglos de historia. Pasear a su alrededor es asomarse a ese pasado medieval y, al mismo tiempo, sentirse parte del presente vibrante de la ciudad.
Muy cerca está la Catedral de Saint Jean Baptiste, una construcción que impresiona por su tamaño y su arquitectura, y que refleja la mezcla de influencias culturales que ha marcado la identidad de Perpignan a lo largo de los años. Entrar en la catedral es sumergirse en un espacio lleno de arte y detalles que hablan de fe, tradición y comunidad.
Además, no puedes dejar pasar la oportunidad de caminar por la orilla del río Têt. Este paseo junto al agua es uno de esos pequeños placeres que permiten desconectar, respirar aire fresco y observar la vida local con calma, especialmente cuando las luces del atardecer comienzan a reflejarse en la superficie del río.
Por último, si disfrutas de las compras, Perpignan ofrece una variedad interesante de tiendas que van desde comercios tradicionales y boutiques locales hasta algunas marcas más conocidas. Es un lugar perfecto para encontrar productos únicos, recuerdos o simplemente para pasear por sus calles comerciales y sentir el pulso cotidiano de la ciudad.
Perpignan puede ser pequeña, pero tiene mucho que ofrecer para quien la sabe mirar con curiosidad y ganas de descubrir un sur de Francia auténtico y lleno de sorpresas.
Evol
Dominada por la imponente fortaleza que perteneció a los Viscondes de So y coronada por el campanario de su iglesia románica, la aldea de Evol es sin duda una de esas pequeñas joyas del sur de Francia que merece la pena descubrir con calma. Llegar a Evol es como abrir una ventana hacia un pasado donde la vida transcurría a otro ritmo, mucho más pausado y conectado con la naturaleza y las tradiciones locales.
Pasear por sus estrechas calles empedradas es regalarse un momento de tranquilidad, casi de pausa, en medio del ajetreo cotidiano. Aquí, cada paso invita a detenerse, a escuchar el silencio y dejarse envolver por una atmósfera serena que parece haberse detenido en el tiempo. Las casas de piedra, las flores que adornan las ventanas y los pequeños detalles arquitectónicos cuentan historias de generaciones que vivieron de manera sencilla, lejos del ruido y la globalización que hoy domina muchos lugares.
Evol es ese tipo de pueblo pequeño que tiene un encanto especial, donde el tiempo parece haberse detenido y cada rincón revela tradiciones, leyendas y modos de vida que aún permanecen vivos. Es un destino perfecto para quienes buscan desconectar, sumergirse en la autenticidad rural y disfrutar de un entorno que parece sacado de un cuento.
Villefranche-de-Conflent
Villefranche-de-Conflent es una pequeña ciudad medieval que se alza orgullosa desde el siglo XI, rodeada por murallas que aún conservan su fuerza y belleza original. Aunque es más turística que Evol, su encanto no se ha visto afectado; al contrario, mantiene ese aire auténtico que enamora a quienes pasean por sus calles.
Lo primero que llama la atención es el río Têt, que fluye justo delante de la ciudad como si fuera un guardián natural, protegiendo este enclave histórico. El agua que corre al lado de las murallas añade un toque especial, un reflejo constante de siglos de historia que parecen susurrar mientras recorres sus calles.
Caminar por Villefranche-de-Conflent es como viajar en el tiempo, rodeado de arquitectura medieval, calles estrechas y rincones que parecen detenidos en la Edad Media. Además, la ciudad ofrece opciones para descubrir aún más, como la visita a las fortificaciones o recorrer los alrededores naturales, haciendo que cada momento aquí sea una mezcla perfecta entre historia, naturaleza y cultura.
Mosset
A primera vista, Mosset puede parecer un pueblo más bien común, sin grandes alardes ni detalles que llamen la atención. Sin embargo, esa impresión cambia rápidamente cuando empiezas a perderte por sus callejuelas. Al principio, puede que dudes de su encanto, pero conforme avanzas y llegas a la zona medieval, entiendes por qué Mosset está considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Lo que realmente distingue a Mosset son esos detalles que no se ven a simple vista: el campanario de la iglesia, coronado por pinos que alcanzan más de dos metros de altura, aportando un aire único y algo mágico al paisaje urbano. También llaman la atención los antiguos hornos extramuros, que cuentan historias de un pasado donde la vida giraba en torno a tradiciones sencillas y muy arraigadas.
Caminar por Mosset es sumergirse en un entorno que combina la tranquilidad de un pueblo pequeño con la riqueza histórica de su arquitectura y sus curiosidades. Cada rincón invita a descubrir una nueva historia, a imaginar cómo era la vida allí hace siglos, y a disfrutar de un lugar donde la naturaleza y el patrimonio se encuentran en perfecta armonía.
Eus
Situado en un entorno idílico en los Pirineos Orientales, Eus parece literalmente colgado sobre la roca, como un tesoro escondido que se asoma al paisaje desde las alturas. Este pequeño pueblo despliega un laberinto de callejuelas estrechas y adoquinadas que van serpenteando montaña arriba hasta llegar a su punto más alto: la iglesia, desde donde se pueden disfrutar vistas espectaculares del valle y las montañas que lo rodean.
Eus es uno de esos pueblos que conserva intacta la esencia de tiempos pasados. Su arquitectura y calles mantienen una autenticidad que te hace sentir que estás viajando en el tiempo. Pasear por sus calles tranquilas es un placer que invita a desconectar y admirar la armonía entre la naturaleza y la historia. Es uno de los pueblos más bonitos de Francia no solo por su belleza, sino también por la sensación de calma y sencillez que transmite, lejos del bullicio de las grandes ciudades.
Castelnou
Castelnou fue, sin duda, uno de los lugares que más nos impresionó durante esta escapada. Tiene una atmósfera especial, casi misteriosa, que se siente nada más pisar sus calles. El suelo irregular, con adoquines que parecen conservar historias de siglos, invita a caminar despacio y prestar atención a cada detalle. No es un pueblo pensado para la rapidez ni para el turismo masivo; aquí todo parece detenerse, y eso lo hace aún más atractivo.
Las piedras irregulares que dominan la arquitectura y las calles le dan un carácter auténtico, casi salvaje, que contrasta con la tranquilidad que se respira. La disposición de las casas, la forma en que se entrelazan los caminos y las vistas que se abren a la naturaleza hacen que Castelnou sea un lugar del que cuesta irse. No solo es uno de los pueblos más bonitos de Francia, sino que tiene ese “algo” que te hace querer quedarte un rato más, disfrutar del silencio y dejar que el tiempo pase sin prisas.
Cómo llegar a Perpignan
Perpignan está bien conectada tanto por carretera como por tren, lo que facilita su visita desde diferentes puntos, especialmente desde Barcelona. En coche, el trayecto desde Barcelona dura alrededor de 2 horas por la autopista AP-7, haciendo que sea una opción cómoda para una escapada de fin de semana o incluso una excursión de un día. Si lo necesitas, encontrarías tu alquiler de coche al mejor precio en este enlace.
También puedes llegar en tren desde Barcelona, con servicios directos que tardan unas 2 horas y ofrecen la ventaja de evitar el tráfico y relajarte durante el viaje.
Si prefieres volar, el aeropuerto de Perpignan-Rivesaltes recibe vuelos nacionales e internacionales, aunque las conexiones son más limitadas que en ciudades más grandes. Desde el aeropuerto, un taxi o un autobús te llevarán rápidamente al centro de la ciudad.
Dónde alojarse en Perpignan
Perpignan ofrece una buena variedad de alojamientos para todo tipo de viajeros. En el centro histórico, encontrarás pequeños hoteles boutique y casas con encanto, ideales para quienes buscan estar cerca de los principales atractivos y disfrutar de la atmósfera local. Para opciones más económicas, existen también alojamientos tipo B&B o apartamentos que permiten una estancia más flexible.
Si buscas un ambiente más tranquilo, puedes optar por alojarte en los alrededores, en pueblos como Castelnou o Eus, que aunque pequeños, ofrecen alojamientos con encanto y una experiencia más rural. Muchos de estos sitios cuentan con casas rurales o pequeños hoteles familiares que destacan por su hospitalidad y un trato cercano.
Gastronomía en Perpignan y sus alrededores
La gastronomía de esta región combina influencias francesas y catalanas, creando una oferta rica y variada. En Perpignan, no dejes de probar platos típicos como la “boles de picolat” (albóndigas con salsa de almendras y tomate), la “cassoulet” o los embutidos locales que reflejan la tradición rural.
Los mercados locales, como el mercado de la Place Cassanyes, son perfectos para descubrir productos frescos, quesos artesanales y frutas de temporada. Para los amantes del vino, la región cuenta con varias denominaciones de origen cercanas, como Banyuls o Collioure, donde puedes degustar vinos tintos y dulces únicos de la zona.
En los pueblos cercanos, los pequeños restaurantes familiares suelen ofrecer menús con recetas tradicionales, muchas veces elaboradas con ingredientes locales, ideales para una comida pausada tras explorar la zona.
Actividades para familias en Perpignan
Perpignan es un destino que también puede disfrutarse en familia. El centro de la ciudad cuenta con espacios abiertos como el parque Sant-Vicens, donde los niños pueden jugar y correr con seguridad. El río Têt ofrece paseos tranquilos que gustan a los más pequeños, y el Castillo de Castillet suele llamar su atención gracias a su imponente presencia y su historia medieval.
A pocos kilómetros, se pueden encontrar actividades al aire libre como senderismo suave o visitas a granjas educativas, ideales para que los niños aprendan y disfruten en contacto con la naturaleza. Algunos pueblos de la zona organizan mercados o festivales con actividades específicas para niños, lo que puede ser una buena excusa para planificar la visita en fechas concretas.
Rutas de senderismo cerca de Perpignan
Para quienes disfrutan del senderismo, los alrededores de Perpignan ofrecen opciones muy variadas, desde paseos sencillos hasta rutas más exigentes en los Pirineos Orientales. Por ejemplo, el Parc Naturel Régional des Pyrénées Catalanes es un espacio natural que permite recorrer senderos con vistas panorámicas y descubrir la flora y fauna local.
Una ruta recomendada es la que conecta Villefranche-de-Conflent con la fortaleza de Mont-Louis, pasando por paisajes naturales y pueblos con encanto. Otra opción más cercana a Perpignan es el paseo a lo largo del río Têt, que combina naturaleza y tranquilidad, ideal para caminatas relajadas y observación de aves.
Estas son algunas de las principales recomendaciones para visitar en Perpignan y sus alrededores. La zona ofrece una variedad sorprendente de lugares con historia, cultura y naturaleza que merecen la pena descubrir. Si ya conoces la región, puede que encuentres aquí ideas nuevas para tu próxima escapada o simplemente para repasar lo esencial que no puede faltar en tu itinerario.
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La verdad que el sur de Francia ofrece muchísimas posibilidades. Tienes unas fotos muy bonitas. Un abrazo!
Gracias Sara, ya sabes si tienes unos días libre puedes ir a visitar la zona de Perpignan.
Rachele, Gabor, en efecto esta zona es superbonita, con mucho pueblo medieval, y cerca de Barcelona, ideal para 3 o 4 días.
Muchos de los pueblos que habéis visitado también los conocemos.
Me han gustado mucho vuestras fotos.
Saludos,
Dani
Gracias Dani! Un saludo
Ostras nos vienes perfecto ya que el año que viene nos gustaría irnos a vivir por allí (de momento estamos en la zona de Rhone Alpes y hace demasiado frío jeje). Muy bonitos Eul y Castelnou. Por añadir alguno también de la zona Colliure, en la costa es también muy bonito.
Saludos
Eus y Castelnou son dos lugares muy bueno aunque en esta zona también hace bastante frío durante el invierno.
Sobre Colliure hablaremos en otro post, no te lo pierdas! 🙂
En Perpinya también vale la pena darse una vuelta por la casa Xanxo y el Palacio de los reyes de Mallorca (claro si hay tiempo) 😀
Saluditos!!
Muchas gracias Olga, lo apuntamos para la próxima!!
si o queeeeeeeeeee brooooo???
Wow! Preciosos esos pueblos! Precisamente andaba buscando qué ver en los alrededores de Perpiñán. Voy por allí dos días y había encontrado una ruta para conocer la ciudad.
Ahora tengo material para aprovechar el día extra. Muchas gracias!
Hola Adriana, gracias a ti por dejarnos este comentario. Verás que Perpignan y los pueblos alrededores te encantarán. ¡Buena escapada!
preeciosooo como yooo XD, QUEDAMOS UN DIA PARTA IR A PERPINYA VALE GUAPA??
Perpignan es una gran desconocida para los españoles, a pesar de que está aquí al lado. Muy recomendable, especialmente para los que vivan por Cataluña, que la tienen a tiro de piedra.
me interesa en proximo viaje por el sur de Francia hacer una escala en Perpignan antes de seguir a Marsella. gracias por los conceptos emitidos. saludos