Escrito por Rachele Cervaro
¿Estás considerando una escapada de fin de semana a Marrakech y buscas un plan para exprimir al máximo tu tiempo en esta ciudad fascinante? ¡Estás en el lugar perfecto! Marrakech, la joya de Marruecos, es una de nuestras ciudades favoritas del mundo que hemos explorado en numerosos viajes.
Más que una ciudad, Marrakech es un mosaico encantador de colores, fragancias y tradiciones, y en dos días apenas se roza la superficie de su magia. Sin embargo, basándonos en nuestras escapadas y las experiencias magníficas que hemos vivido en la ciudad, nos sentimos capacitados para diseñar un itinerario que te permitirá descubrir los tesoros más singulares que ver en Marrakech un fin de semana.
El primer día de nuestro itinerario explorarás la maravillosa Medina de Marrakech, donde los palacios de reyes musulmanes, mezquitas históricas y antiguas madrazas giran en torno a una de las plazas más únicas del mundo, la Plaza Djemma el Fna. En el segundo día, te esperan planes fascinantes fuera de las murallas de la ciudad antigua: jardines de ensueño, aventuras entre miles de palmeras y una auténtica noche en el desierto.
💡 Consejo útil
Un fin de semana en Marrakech se pasa volando, especialmente si es tu primera visita. La ciudad está llena de lugares increíbles y experiencias únicas, así que conviene tener claro lo que quieres ver y reservar con antelación las actividades más populares. Así evitarás esperas y podrás aprovechar mejor tu tiempo en la Medina y alrededores. Aquí te ponemos los enlaces más útiles:
Planes para el fin de semana
🌙 Noche en el desierto de Agafay
🚶♂️ Free tour por Marrakech con guía en español
🌴 Tour en quad por el Palmeral
🛁 Baño y masaje en el hammam Click Riad & Spa
Planes para más días
💦 Excursión a las Cascadas de Ouzoud
🏜️ Excursión de 3 días al desierto de Merzouga
Qué ver en Marrakech en 2 días – Día 1. Explorando la Medina
🚪 Puerta de Bab Agnaou
Iniciamos el paseo en la Medina de Marrakech cruzando la imponente Puerta de Bab Agnaou, uno de los accesos más elegantes y simbólicos de la ciudad. Esta puerta, construida en el siglo XII durante el reinado de los almohades, servía como entrada principal al barrio real. Su piedra rojiza y los intrincados relieves con motivos geométricos y leones guardianes no solo eran decorativos, sino que se creía que protegían la ciudad y sus habitantes de las energías negativas.
Al acercarnos, resulta imposible no fijarse en los detalles tallados a mano que cuentan historias de poder, riqueza y tradición de la Marrakech medieval. Mientras cruzábamos la puerta, nos imaginábamos cómo habrían pasado por allí sultanes, comerciantes y viajeros venidos de lugares lejanos, todos observando con respeto la majestuosidad de la ciudad.
💎 Tumbas Saadies
Nuestra siguiente parada son las Tumbas Saadies, que para nosotros son el mayor tesoro de la Medina de Marrakech. Aunque construidas en el siglo XVI, quedaron olvidadas durante siglos hasta que fueron redescubiertas en 1917. Este lugar alberga el Mausoleo de Ahmed el Mansur, conocido como “el Dorado”, y las tumbas de destacados miembros de la dinastía saadí.
Lo que más impresiona al entrar son las columnas de mármol de Carrara y la cúpula de madera dorada, decorada con intrincados motivos geométricos y florales. Los detalles reflejan la opulencia de la dinastía y su capacidad para fusionar arte islámico con influencias locales. La disposición de las tumbas y los jardines obedece a principios de armonía y espiritualidad, pensados para transmitir paz y respeto eterno a los difuntos.
💡 Curiosidad: durante mucho tiempo, las tumbas permanecieron ocultas por un muro de adobe y solo algunos afortunados locales conocían su existencia.
🏰 Palacio de Badí
Continuamos nuestra ruta por la Medina visitando el Palacio de Badí, que actualmente se encuentra en estado de ruinas. Aun así, sus restos cuentan la historia de la opulencia del siglo XVI bajo el sultán saadí Ahmed al-Mansur. Este lugar fue concebido como una joya arquitectónica destinada a impresionar a embajadores y dignatarios, y aunque el tiempo y los saqueos han dejado huella, todavía se percibe la grandeza que tuvo.
Al recorrer los patios y las enormes salas que aún conservan parte de sus columnas originales, nos sorprendió imaginar cómo serían los jardines con sus fuentes, pabellones y estanques llenos de naranjos y limoneros. Un detalle curioso: los nidos de cigüeñas que hoy decoran los muros eran considerados un buen augurio, y hoy siguen aportando vida y movimiento al lugar.
💡 Curiosidad: durante el apogeo del palacio, se estima que Badí contaba con más de 300 habitaciones y decoraciones de oro y mármol traído de toda África y Europa, lo que lo convirtió en un símbolo del poder y la riqueza saadí.
🌿 Palacio de Bahía
El recorrido nos lleva ahora al Palacio de Bahía, una obra maestra del siglo XIX que sorprende por su armonía y delicadeza. Encargado por el Gran Visir Sidi Moussa, este palacio refleja la riqueza de la aristocracia marroquí de la época y su habilidad para combinar espacios abiertos con salones decorativos.
Nos llamaron la atención los azulejos y mosaicos que recubren los suelos y paredes, así como los techos tallados con motivos geométricos y florales. Cada patio y fuente parecía contar su propia historia, mientras los jardines exuberantes y los pasillos ornamentados nos dejaron sin palabras.
💡 Anécdota: se dice que el nombre “Bahía”, que significa “brillante” o “bella”, hace referencia no solo a la belleza del palacio sino también a su primera esposa, una de las favoritas del visir, quien influyó en la decoración y diseño de muchos de los espacios.
🏺 Museo Dar Si Said
Al cruzar de nuevo la Medina rumbo a la plaza central, vale la pena detenerse en el Museo Dar Si Said. Este museo está ubicado en un antiguo palacio del siglo XIX, que fue la residencia del hermano del visir Ba Ahmed, y aún conserva ese aire señorial que transporta a otra época.
Dentro, nos sorprendieron las colecciones de alfombras, cerámicas y joyas tradicionales, pero lo que más nos cautivó fue la arquitectura del propio palacio: muebles de madera pintados con motivos geométricos y florales, y un patio interior en el que una fuente central rodeada de mosaicos crea un oasis de calma en medio del bullicio de la Medina.
🎪 Plaza Djemaa el Fna
Ninguna visita a Marrakech estaría completa sin sumergirse en la magia de la Plaza Djemaa el Fna. Nuestra primera experiencia en esta plaza nos dejó literalmente sin palabras: un espectáculo sensorial que combina aromas, sonidos, colores y movimientos en un solo lugar.
Al pasear por la plaza, nos encontramos con encantadores de serpientes que bailaban al ritmo de sus flautas, narradores de historias que compartían leyendas milenarias y artistas callejeros que desplegaban acrobacias impresionantes. Aquí el bullicio se transforma en un espectáculo casi coreográfico.
🚶 Haz un free tour por Marrakech
Explorar Marrakech puede ser abrumador al principio debido a la densidad de calles y la riqueza de la Medina, por eso te recomendamos aprovechar un free tour por los imprescindibles de Marrakech. Esta visita guiada, que comienza desde el Hotel Ali, cerca de la plaza central, no solo recorre los lugares más icónicos de la ciudad, sino que también transmite la historia, las leyendas y secretos que se esconden en sus laberínticas calles.
En nuestra primera visita, participar en este tour fue una de las mejores experiencias. Nuestro guía nos habló de cómo los mercados se organizaron históricamente por gremios, y de cómo los artesanos han transmitido sus conocimientos de generación en generación. Aprendimos curiosidades sobre los zocos: por ejemplo, que los comerciantes antiguos solían usar códigos de colores en los toldos para identificar los productos que vendían. También nos enseñó trucos para regatear con respeto y éxito, y nos narró historias fascinantes de la ciudad, desde intrigas palaciegas hasta relatos populares de Marrakech.
💡 Recomendación: si quieres un enfoque más íntimo, considera un tour privado en español, ideal para familias o grupos que quieran detenerse a explorar detalles sin prisa, y que permite hacer preguntas y descubrir anécdotas que no se cuentan en tours grandes.
🕌 Mezquita de la Koutobia
Antes de adentrarte en los zocos, merece la pena detenerse ante uno de los símbolos más reconocibles de Marrakech: la mezquita de la Koutoubia. Su imponente minarete de 70 metros domina el horizonte y sirve como punto de referencia desde muchos rincones de la ciudad. Su nombre significa “mezquita de los libreros”, en recuerdo a los vendedores de libros que antiguamente se concentraban en los alrededores.
Aunque no se permite la entrada a no musulmanes, el exterior ofrece una experiencia igualmente impresionante: la simetría perfecta del minarete, los detalles de los arcos y los adornos de piedra tallada transmiten siglos de historia islámica. Varias veces en el día escucharás el llamado a la oración, un sonido que resuena por toda la Medina.
💡 Historia reciente: el terremoto que sacudió Marruecos en otoño de 2023 afectó parcialmente las murallas de la ciudad y algunas partes de la Koutoubia. Ver cómo se ha conservado y restaurado nos recordó la resiliencia de Marrakech frente al paso del tiempo y los desafíos naturales.
🛍️ Los zocos de la Medina
Desde la animada Plaza Djemma el Fna, nos adentramos en el fascinante laberinto de los zocos, un mundo que no es solo un mercado, sino un auténtico escenario de la vida cotidiana de Marrakech. En la Calle de los Cueros, por ejemplo, aún se pueden ver técnicas tradicionales de curtido que se han mantenido intactas durante siglos; en la Calle de los Alfombristas, los artesanos muestran cómo se tejen a mano las alfombras bereberes, un arte que a menudo lleva meses de trabajo.
La experiencia sensorial es abrumadora: los aromas de especias como el comino o el azafrán se mezclan con el perfume de aceites esenciales y cuero recién trabajado. El sonido de los vendedores llamando a los transeúntes, el golpeteo de los artesanos sobre la madera y los colores vibrantes de los tejidos crean un ambiente que parece suspendido en el tiempo.
💡 Consejo: el regateo aquí no es solo una costumbre, sino un ritual social. La primera oferta suele ser mucho más alta que el valor real. Nosotros recordamos una ocasión en la que empezamos negociando por una lámpara de latón; tras varios minutos de conversación, terminamos charlando sobre la historia del diseño marroquí mientras logramos un precio justo para ambos. Esa interacción fue casi tan valiosa como el objeto en sí.
🌶️ Plaza de Las Especias
Mientras explorábamos los zocos, descubrimos una de las joyas menos conocidas pero más encantadoras de la Medina: la Plaza de Las Especias. Este rincón casi secreto es un oasis de colores, olores y texturas en medio del bullicio. Los vendedores organizan sus puestos como si fueran cuadros vivos: pilas de cúrcuma, pimentón, canela y azafrán, dispuestas en conos o frascos, creando una paleta que se asemeja a un arco iris que se puede oler y tocar.
💡 Curiosidad: muchas de estas especias no solo se usan en la cocina, sino también en remedios tradicionales y rituales de belleza locales. Aprendimos de un comerciante que el ras el hanout, mezcla emblemática de Marruecos, puede tener hasta 30 ingredientes distintos, y que cada familia tiene su propia receta secreta.
La plaza también ofrece un espectáculo humano: artesanos que moldean azúcar y frutos secos, mujeres preparando dulces tradicionales y jóvenes aprendices que comienzan su camino como futuros maestros en el oficio. Pasear por aquí es entender que Marrakech no solo se ve, sino que se siente con todos los sentidos.
📚 Madraza de Ben Youssef
Nuestra ruta cultural nos lleva ahora a la Madraza de Ben Youssef, uno de los lugares más fascinantes de la Medina. Fundada en el siglo XVI, esta antigua escuela podía acoger a casi 1000 estudiantes, muchos de ellos procedentes de distintas regiones de Marruecos y el norte de África. Al recorrer sus patios, nos sorprendió imaginar cómo era la vida diaria de estos jóvenes: dormían en pequeñas habitaciones, estudiaban árabe, leyes religiosas, poesía y ciencias exactas, y compartían espacios mínimos, todo bajo un régimen de disciplina muy estricto.
El patio central, con sus intrincadas celosías, azulejos y fuentes, refleja la arquitectura tradicional islámica y sirve como un remanso de calma en medio del bullicio de la Medina. Mientras nos sentábamos en uno de los bancos, recordamos cómo algunos antiguos alumnos comentaban que las noches en la madraza eran silenciosas, iluminadas únicamente por lámparas de aceite, lo que hacía que el estudio tuviera un carácter casi místico.
💡 Curiosidad: durante siglos, la Madraza fue un punto de encuentro de intelectuales y estudiantes que luego ocuparían cargos importantes en el reino, lo que la convierte en un lugar no solo de aprendizaje, sino de influencia histórica.
🏛️ Qubba Barudiyne, el único edificio almorávide en Marrakech
A pocos pasos de la Madraza, nos topamos con la Qubba Barudiyne, la cúpula almorávide más antigua que se conserva en Marrakech. Este edificio nos transporta directamente a la época de la dinastía almorávide, siglos antes de la construcción de los palacios más conocidos de la ciudad.
A simple vista, su diseño sobrio y robusto puede parecer austero, pero al acercarnos descubrimos detalles decorativos que muestran la maestría de los artesanos de la época: arcos de herradura, elaboradas inscripciones en yeso y motivos geométricos que reflejan la influencia de la arquitectura islámica en todo el Magreb.
💡 Curiosidad: durante años, la Qubba permaneció cubierta y olvidada, hasta que los arqueólogos la redescubrieron y restauraron parcialmente. Nos impresionó pensar que, bajo sus cúpulas, se conservaban secretos de Marrakech previos a los sultanes saadíes, un verdadero testimonio de la antigüedad de la ciudad.
🌅 Atardecer en la Plaza Djemma El Fna
Concluimos este día fascinante por la Medina en su corazón palpitante: la Plaza Djemma El Fna. Antes de que el sol se despida, te recomendamos subir a la terraza de alguno de los bares o restaurantes que rodean la plaza. El Café Glacier es la opción clásica por sus vistas panorámicas, pero también nos encantó la perspectiva desde el Café de France, donde se puede contemplar el flujo de la plaza desde un ángulo más íntimo.
Mientras subíamos por las escaleras del Café Glacier, nos sorprendió ver cómo los puestos de comida empezaban a encender sus luces y cómo los músicos, cuentacuentos y encantadores de serpientes se preparaban para la noche. La plaza, que durante el día vibra con vendedores y turistas, se transforma a medida que se acerca el atardecer en un escenario casi teatral, con aromas de especias y humo de brasas.
💡 Curiosidad: Djemma El Fna no siempre fue un lugar de festividad; antiguamente, en la plaza se realizaban ejecuciones públicas durante los siglos XVI y XVII, lo que añade un matiz histórico sorprendente a este espacio que hoy es un epicentro de vida y cultura.
Sentados en la terraza con una taza de té de menta, es fácil dejarse llevar por el espectáculo visual: el sol tiñe de naranja y rosa los muros ocres de la Medina, mientras las sombras de los puestos se alargan y los sonidos de la plaza se mezclan en una sinfonía urbana única. Este instante, en el que la luz del día y la energía nocturna se entrelazan, ofrece una perspectiva mágica de Marrakech.
🛡 No viajes a Marruecos sin seguro de viaje
Viajar sin seguro es arriesgado, y nosotros lo aprendimos de la manera más dura. En uno de nuestros viajes, Gábor sufrió una diarrea intensa y acabó en un hospital local. Por suerte, contábamos con Heymondo y todo el proceso fue mucho más sencillo de lo que imaginábamos: la asistencia fue rápida, el personal médico excelente y no hubo sorpresas con los gastos.
Heymondo ofrece coberturas amplias, asistencia médica en más de 150 países y una app que permite gestionar cualquier incidencia 24/7, desde un simple resfriado hasta emergencias mayores. Su contratación es completamente digital, lo que evita filas y papeleo en el momento menos oportuno.
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💡 Consejo: antes de viajar a Marruecos, revisa que tu seguro cubra atención médica, cancelaciones y pérdida de equipaje. Así podrás disfrutar de Marrakech con total tranquilidad y sin imprevistos.
Qué ver en Marrakech en 2 días – Día 2. Planes geniales fuera de la Medina
🌿 Jardín Majorelle
El primer día en Marrakech nos sumergimos en la historia y la tradición, mientras que el segundo día se centra en dos palabras: belleza y aventura. Comenzamos la mañana en el Jardín Majorelle, un oasis de tranquilidad que sorprende por su encanto y colorido. Este jardín, aunque modesto en tamaño, alberga una diversidad de plantas exóticas y palmeras que transportan a los visitantes a un mundo aparte, lleno de calma y serenidad.
Al recorrer sus senderos, nos encontramos con un pintoresco lago rodeado de vegetación, donde los reflejos del agua crean un efecto casi mágico. Las tonalidades azules de los muros, conocidas como “azul Majorelle”, captan inmediatamente la atención y le dan al jardín un aire casi surrealista. La historia detrás de este lugar añade un valor especial: creado por el pintor francés Jacques Majorelle en la década de 1920, el jardín estuvo a punto de desaparecer hasta que Yves Saint Laurent y Pierre Bergé lo rescataron y restauraron, transformándolo en el santuario artístico que conocemos hoy.
🌳 Jardín Menara
Tras disfrutar de la vibrante tranquilidad del Jardín Majorelle, nos dirigimos al Jardín Menara, el parque más extenso de Marrakech, con unas impresionantes 90 hectáreas. Este oasis, con su vasto estanque construido en el siglo XII durante la época almohade, combina historia, paisaje y vida local en un entorno abierto y relajante.
El estanque refleja las montañas del Atlas en días despejados, creando una postal impresionante que muchos fotógrafos y visitantes buscan capturar. Los olivos que rodean el parque ofrecen sombra abundante, ideal para descansar, hacer un picnic o simplemente contemplar la calma del lugar. Mientras paseábamos, vimos a familias locales y grupos de amigos jugando o leyendo bajo los árboles, recordándonos que Menara es un refugio tanto para turistas como para madrileños y marroquíes por igual.
💡 Curiosidad: El Jardín Menara también servía históricamente como reserva agrícola, con un ingenioso sistema de canales para irrigar las tierras. Pasear entre sus olivos y campos nos hizo imaginar cómo los habitantes de Marrakech gestionaban el agua y la vegetación hace siglos, combinando utilidad y belleza en un mismo espacio.
🌴 Palmeral de Marrakech
Si quieres adentrarte en un entorno diferente al bullicio de la Medina y vivir una auténtica aventura, el Palmeral de Marrakech es un lugar imprescindible. Este vasto oasis alberga alrededor de 100,000 palmeras, creando un paisaje que combina naturaleza, lujo y tradiciones locales. Entre sus frondosos caminos se encuentran residencias lujosas, hoteles exclusivos y campos de golf, reflejo del estilo de vida de alto nivel en la ciudad.
Hay varias formas de explorar este palmeral y cada una ofrece una experiencia distinta. Si buscas emoción, un tour en quad te permite recorrer los senderos más alejados y pintorescos, con la adrenalina acompañando la experiencia. Durante nuestra visita, nos fascinó la combinación de paisajes y la sensación de estar en un mundo aparte, tan cerca de la ciudad pero tan distinto de la Medina.
🛁 Hammam tradicional en Marrakech
Después de la aventura en el Palmeral, el siguiente paso es recargar energías en un auténtico hammam, donde los baños árabes y los masajes ofrecen una experiencia de relajación única. Recomendamos esta experiencia de baño y masaje en un hammam tradicional, un espacio que combina arquitectura, historia y bienestar.
Las instalaciones, decoradas al estilo marroquí tradicional, incluyen salas de vapor donde sumergirse en un ambiente de purificación y descanso, y salas de masaje árabe, donde manos expertas utilizan técnicas ancestrales para relajar músculos y mente. Además, muchas de estas experiencias ofrecen terrazas panorámicas desde las que contemplar la Medina y las majestuosas montañas del Atlas, creando un contraste entre el bullicio de la ciudad y la calma del hammam.
🌌 Noche en el Desierto de Agafay
Para cerrar tu fin de semana en Marrakech con una experiencia diferente, te proponemos la mágica escapada al Desierto de Agafay, a menos de una hora de la ciudad. A diferencia de las famosas dunas de Merzouga, Agafay ofrece un paisaje más áspero y rocoso, salpicado de arena clara y pequeñas colinas de piedra, que transmite una sensación de desolación y belleza a la vez. Desde hace siglos, los nómadas bereberes han recorrido estas tierras, y aún hoy es posible sentir la huella de sus rutas y asentamientos antiguos.
Al elegir esta excursión con noche en Agafay, te espera una velada inolvidable. Tras un atardecer espectacular, que tiñe de tonos dorados y rosados las piedras del desierto, se sirve una cena marroquí tradicional en una haima, con tajines humeantes, cuscús especiado y té de menta recién preparado. Mientras cenamos, músicos locales comienzan a tocar melodías ancestrales acompañadas de danzas bereberes, sumergiendo al visitante en una experiencia cultural auténtica.
Durante la noche, la magia se intensifica: alejado de la contaminación lumínica de la ciudad, el cielo se despliega con un manto estrellado impresionante. La Vía Láctea se aprecia con claridad, y es fácil pasar horas contemplando el firmamento mientras escuchas únicamente el viento y los pequeños crujidos de la arena. Nosotros recordamos cómo nos tumbamos en los cojines dispuestos frente a la haima y disfrutamos de lo silencioso y profundo que puede sentirse un desierto.
💡 Consejo: Aprende usar tu cámara o móvil en modo nocturno o un trípode te permitirá capturar la inmensidad del cielo estrellado. Además, un pequeño abrigo o manta es recomendable: aunque Marrakech es cálida de día, las noches en el desierto pueden refrescar bastante.
🗺️ Mapa de visita a Marrakech en 2 días
Para ayudarte a organizar tu fin de semana en Marrakech, hemos preparado un mapa interactivo que incluye todos los lugares imprescindibles de nuestra guía: desde la Medina y sus zocos hasta los palacios, plazas y el desierto de Agafay. tener el mapa a mano en tu móvil te permitirá orientarte rápidamente, especialmente si te aventuras por zonas menos turísticas o quieres ajustar tu recorrido sobre la marcha.
🌄 Si tienes más días en Marrakech
Si tu viaje a Marrakech se extiende más allá de los dos días que te proponemos, hay varias excursiones que permiten conocer paisajes y rincones que parecen sacados de otro mundo.
Por un lado, las Cascadas de Ouzoud son un espectáculo natural que impresiona por su altura y la fuerza del agua. Durante nuestra visita, además de admirar las caídas y pasear por los senderos entre olivares, tuvimos la suerte de ver a los traviesos monos que habitan la zona, saltando de árbol en árbol y robando algún que otro fruto a los visitantes. Puedes reservar este tour, que incluye transporte y un paseo por los alrededores, para aprovechar al máximo la jornada.
Otra opción fascinante es la ciudad costera de Essaouira, que nos sorprendió por su mezcla de historia y ambiente marítimo. Las murallas frente al océano, los puestos de pescado fresco en el puerto y los artistas callejeros creando instrumentos musicales hicieron que nuestra visita fuera como un viaje en el tiempo y al mismo tiempo una experiencia muy contemporánea. Si quieres, puedes explorarla en esta excursión de un día desde Marrakech.
Por otro lado, el Desierto de Merzouga es un lugar que deja huella en cualquier viajero. Recordamos con nostalgia nuestro primer viaje, cuando cabalgamos sobre dromedarios por las dunas doradas mientras el sol se ocultaba, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas. Por la noche, el silencio del desierto y un cielo plagado de estrellas nos hicieron sentir la inmensidad del lugar y la conexión con la naturaleza de una manera única. Durante el tour, compartimos cena tradicional bereber en un campamento en mitad de la nada, rodeados de música local junto al fuego.
💡 Consejo: si deseas vivir esta experiencia, puedes reservar la excursión de 3 días al desierto de Merzouga desde Marrakech, que incluye transporte, alojamiento en jaimas y actividades en las dunas. También existe la opción de finalizar el recorrido en Fez, ideal para quienes desean continuar explorando Marruecos sin regresar a Marrakech.
ℹ️ Información práctica para tu fin de semana en Marrakech
✈️ Cómo llegar a Marrakech
El Aeropuerto de Marrakech-Menara se encuentra a poca distancia del centro histórico, lo que hace muy cómodo el traslado hacia la Medina o tu riad. Si bien se puede llegar en taxi o transporte público, recomendamos considerar un servicio de traslado privado desde el aeropuerto. La primera vez que llegamos, decidimos probar esta opción y fue todo un alivio, así que lo hemos vuelto utilizar en todos los viajes.
Te esperan con un cartel con nuestro nombre, el conductor conoce perfectamente la ubicación de nuestro riad y así se evita el estrés de regatear con taxis o cargar maletas por calles estrechas. Además, el servicio funciona en ambos sentidos, así que también puedes reservarlo para la vuelta sin complicaciones.
🛏️ Dónde dormir en Marrakech
Marrakech ofrece alojamientos para todos los gustos: desde riads tradicionales con patios y fuentes hasta hoteles modernos en zonas céntricas. Algunas zonas recomendables:
- Medina: Ideal si quieres estar cerca de la Plaza Djemaa el Fna, los zocos y los principales monumentos. Perfecto para explorar la ciudad a pie.
- Riad Viva Marrakech (desde 90 €): Tradicional, con patio central y terraza.
- Riad Almina (desde 70 €): Acogedor, decorado al estilo marroquí, con desayuno incluido.
- Gueliz: Zona moderna con tiendas, cafeterías y restaurantes. Más tranquila y bien conectada.
- Kenzi Basma (desde 80 €): Moderno, con piscina y fácil acceso a transporte.
- Le Palais Rouge (desde 60 €): Con patio interior y decoración tradicional, opción económica y céntrica.
- Hivernage: Barrio elegante con hoteles de lujo, restaurantes y vida nocturna.
- Kech Boutique Hotel & Spa (desde 130 €): Con piscina, spa y habitaciones modernas.
- Les Ambassadeurs (desde 150 €): Lujo y confort en el corazón de Hivernage.
Consejo: Reserva con antelación, especialmente en temporada alta, y prioriza una ubicación cercana a la Medina si quieres aprovechar al máximo tu visita. Si quieres, encontrarás las mejores ofertas en este enlace
💶 Moneda y métodos de pago
La moneda oficial en Marruecos es el dirham marroquí (MAD). Aunque muchos hoteles, restaurantes y tiendas aceptan tarjeta, conviene llevar algo de efectivo para los zocos, taxis y cafés más pequeños. Los cajeros automáticos son abundantes, y Visa o Mastercard funcionan sin problemas en la mayoría de establecimientos.
🍽️ Qué comer en Marrakech
La cocina marroquí combina especias, sabores intensos y recetas tradicionales. Aunque un par de días no dan para probarlo todo, hay platos que no deberías perderte:
🍲 Platos típicos
- Tagine: Estofado cocinado lentamente en un recipiente de barro, con carne, verduras y especias.
- Cuscús: Tradicionalmente acompañado de verduras y carne o pollo, es un básico de la gastronomía local.
- Pastilla: Hojaldre relleno de carne de ave o pescado, con un toque dulce de almendra y canela.
- Harira: Sopa de legumbres y tomate, muy popular durante el Ramadán.
- Mechoui: Cordero asado lentamente, tierno y sabroso, típico en celebraciones y mercados.
🍅 Mercados y puestos recomendados
Los zocos son perfectos para probar comida rápida y productos locales:
- Zoco de la Medina: Desde especias hasta dulces y zumos naturales, un paseo obligatorio para los sentidos.
- Plaza de las Especias: Vendedores que exhiben una explosión de colores y aromas; ideal para probar tés y pequeños snacks.
- Mercado de Mellah: Menos turístico y con productos locales frescos, desde pan marroquí hasta frutos secos.
🍰 Dulces y té marroquí
No te vayas sin probar los dulces y el té típico:
- Pasteles de almendra: Pequeños bocados dulces, comunes en las pastelerías de la Medina.
- Té de menta: Bebida emblemática, dulce y aromática, que encontrarás en casi todos los cafés y restaurantes.
- Café con pasteles en la Medina: Pequeños locales donde se sirve té acompañado de dulces locales, perfectos para un descanso entre paseos.
🌙 Experiencias nocturnas en Marrakech
Marrakech también tiene su lado nocturno, entre luces, música y ambiente local:
🍽️ Cena y espectáculos
- Plaza Djemaa el Fna al atardecer: Puestos de comida y artistas callejeros crean un ambiente único mientras cae la noche.
- Restaurantes con espectáculo de danza: Algunos locales ofrecen cena acompañada de danza tradicional marroquí o música en vivo.
🎶 Música en vivo y cultura
- Terrazas y cafés con música: Muchos riads y cafés ofrecen música en vivo, desde jazz hasta gnawa, en un ambiente relajado y agradable.
- Eventos culturales: Consulta la agenda local para talleres de cocina, cuentacuentos y espectáculos adaptados para toda la familia.
En este post, te presentamos el itinerario perfecto para explorar la ciudad en un emocionante fin de semana. No obstante, quizás te apetezca consultar alguna de nuestras otras guías:
Qué ver en Marrakech en un día – ruta exprés por la Ciudad Roja
Qué hacer en Marrakech en 3 días – el mejor itinerario
Qué ver en Marrakech en 4 días – la ruta más completa
Qué visitar en Marrakech – guía completa con 30 propuestas
Con esto, concluimos nuestro relato sobre lo mejor que hacer en Marrakech en dos días. Un fin de semana te ha permitido explorar a fondo la mágica Medina de la ciudad y los rincones atractivos en su entorno inmediato. Sin embargo, si eres como nosotros, Marrakech te robará el corazón y te invitará a regresar para volver a disfrutar de su magia y conocer más de los rincones fascinantes cerca de la ciudad.
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