Entre los parques naturales en Tanzania, el Área de Conservación del Ngorongoro es probablemente el lugar donde mayor concentración de animales salvajes encontrarás. Un cráter gigantesco dentro del cual conviven varios ecosistemas y donde hacer safari te da la sensación de estar dentro de una jaula natural, en un lugar donde se resume la esencia de África mejor que en cualquier otro lugar. En un cráter de 20 kilómetros de diámetro podrás ver los cinco grandes de África, incluido el rinoceronte negro, en peligro de extinción. En este post te contamos nuestro safari por el Cráter de Ngorongoro, una de las experiencias más memorables que hemos tenido durante nuestro viaje a Tanzania.
Qué es el Cráter de Ngorongoro
Se trata de una de las calderas volcánicas más grandes del mundo. El cráter se formó hace un par de millones de años cuando un enorme volcán se colapsó al explotar. El resultado fue el Cráter de Ngorongoro con un diámetro de 20 km y con paredes de hasta 600 metros de altura. Aunque se trate de un cráter grande, la superficie del el Área de Conservación del Ngorongoro es muy pequeña comparada con los parques nacionales más emblemáticos del país como el Parque Nacional de Serengeti o el Parque Nacional de Tarangire. No obstante, en esta área restringida conviven diversos ecosistemas desde bosques pluviales y sábanas hasta pantanos o tierras áridas. Debido a esta variedad más de 25.000 ejemplares de una gran variedad de especies.
Dónde está el Cráter de Ngorongoro
El Área de Conservación de Ngorongoro está en el Norte de Tanzania, a unos 150 kilómetros de de Arusha, por lo tanto conociendo el estado de las carreteras cuenta con mínimo 3 horas entre la ciudad y tu llegada a Ngorongoro.
Cómo visitar el Cráter de Ngorongoro
Se puede visitar por cuenta propia, pero nosotros recomendamos contratar un safari, ya que de esta forma vuestro guía te ayudará a aprovechar el tiempo. Tienes que tener en cuenta que tendrás que pagar por cada 24 horas que permaneces en el Área de Conservación, una área mucho mayor al cráter. El precio va aumentando año a año, nosotros pagamos 50 € por persona y luego se paga el vehículo aparte, etc. Es muy importante saber que antes del amanecer y después del atardecer es estrictamente prohibido permanecer en el interior del cráter.
Cuándo visitar el cráter
Hay ciertos parques nacionales de Tanzania que dependiendo de la temporada son más o menos aptos para avistar animales. Debido a la concentración de animales en un espacio reducido, el Cráter de Ngorongoro se puede visitar durante todo el año y siempre podrás ver muchos animales. Tendrás que considerar que comparando con el Serengeti u otros parques de Tanzania, la temperatura en esta zona de montaña suele ser bastante baja.
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Nuestro safari en el Cráter de Ngorongoro
La primera experiencia en el Cráter de Ngorongoro fue disfrutar de unas vistas increíbles desde el mirador del cráter. Tuvimos piel de gallina al tener este cráter gigantesco a nuestros pies. Los animales todavía no se divisaban, pero ya sabíamos que nos esperaba un gran día.
Nuestro día empezó con un grupo de leones y tuvimos la suerte de ver dos leones copular varias veces. Ha sido una experiencia muy curiosa ver cómo el macho se preparaba durante minutos y luego el coito duró cada vez solo algunos segundos cortos. Igualmente la hembra se quedó tumbada y con cara contenta.
Hemos dedicado un día entero a recorrer los diferentes espacios del parque. Hemos visto primero los animales típicos de la sabana: manadas de ñús y zebras en las llanuras grandes del cráter. Todo eso en un entorno natural espectacular donde las nubes se sentaron encima del borde del cráter. Un paisaje realmente único.
También hemos cruzado unos bosques repletos de monos con los testículos azules. Incluso tuvimos un incidente gracioso durante el cual un mono de estos se metió en nuestro vehículo para robar un paquete de galletas. El grito que ha pegado Rachele en el momento, tendríais que haberlo escuchado:)
Hemos visto verdaderas acciones como un pájaro que justo atrapó un ratoncito delante de nuestros ojos y luego se lo comió con muchas ganas.
Obviamente, el momento más deseado de nuestro safari por el Ngorongoro ha sido el avistamiento de un rinoceronte negro. Muchos nos dijeron que es la única cosa que les faltaba en su viaje a Tanzania. Se trata de un animal de que quedan pocos ejemplares y aunque estén en un espacio reducido, a menudo consiguen esconderse tumbados en la hierba. Nosotros por suerte vimos varios de ellos, uno de ellos pasó muy cerca de nosotros.
También vimos un gran grupo de flamencos rosas, estos aves que ya nos encantaron en el Delta del Ebro. Esta vez tuvimos la suerte de ver un grupo enorme volar muy cerca, encima de nuestra cabeza.
Uno des los momentos más divertidos de nuestro safari por el Área de Conservación de Ngorongoro ha sido el encuentro con dos avestruces. Un macho y una hembra estuvieron peleándose. Nos morimos de la risa al ver cómo corría el macho detrás de la hembra con ganas de más pelea.
Hemos visto unos búfalos desde cerca que nos miraban con cara de mala hostia. No es por nada que dicen que estos animales causan más muertos humano que cualquier otro animal en los parques nacionales de Tanzania.
Finalmente también hemos pasado un rato en la orilla de un lago lleno de hipopótamos graciosos que estaban disfrutando de su vida tranquila.
Aquí terminamos nuestra experiencia de safari por el Cráter del Ngorongoro, uno de los lugares por lo que realmente valió mucho la pena viajar a Tanzania.
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