Escrito por Gábor Kovács
Aragón es un territorio lleno de sorpresas, donde los paisajes cambian constantemente y los pueblos tienen un carácter muy especial. Más allá de la fama de los Pirineos, esta región esconde lugares menos conocidos que te dejarán con ganas de descubrir más.
Aquí puedes caminar entre montañas que parecen tocar el cielo, atravesar valles que invitan a relajarte y descubrir ríos y bosques que transforman el paisaje a cada paso. También hay llanuras amplias y espacios naturales que te conectan con la tranquilidad y la belleza auténtica.
En el camino, te cruzarás con castillos que guardan siglos de historia, iglesias llenas de detalles que hablan de otras épocas y pueblos donde la vida sigue su ritmo, lejos del bullicio turístico. Lo mejor es que estos lugares mantienen su esencia, lo que los hace aún más especiales para quienes buscan experiencias auténticas.
En este post te contamos 40 sitios imprescindibles en Aragón, una tierra que hemos visitado muchas veces y que siempre consigue sorprendernos.También hemos preparado varios itinerarios de fin de semana para que explores sus maravillas según tus intereses, junto con información útil para organizar tu viaje.
💡 Consejo útil
Para aprovechar al máximo tu viaje por Aragón, es recomendable planificar con algo de antelación. Lo fundamental es escoger bien el alojamiento y contar con un vehículo que te permita moverte con libertad entre los diferentes pueblos y paisajes. También es buena idea sumarte a alguna visita guiada para descubrir mejor la historia y los rincones más interesantes. Aquí te dejamos algunos enlaces útiles para organizar tu viaje:
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🏨 Alojamiento: Las mejores ofertas de hotel en la provincia de Teruel
Las visitas guiadas más populares:
🚶 Visita guiada por Albarracín
Las capitales de provincia
Para tener una visión completa de lo que Aragón ofrece, es fundamental recorrer sus tres capitales de provincia. Cada una tiene su propio carácter y ofrece diferentes atractivos.
De las tres, solo Zaragoza es una ciudad grande, mientras que Teruel y Huesca son ciudades más pequeñas y con un ritmo tranquilo que permite pasear sin agobios.
1. Teruel
Teruel es una de las capitales menos conocidas a nivel turístico en España, pero eso no significa que carezca de atractivos. Su patrimonio artístico y cultural es notable, especialmente su arquitectura mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Entre sus joyas está la Torre de El Salvador, una muestra perfecta del mudéjar aragonés, con detalles que reflejan siglos de historia y tradiciones. También destaca la Catedral de Santa María de Mediavilla, cuyo techo mudéjar es uno de los mejor conservados, y la Torre de San Pedro, que ofrece vistas panorámicas sobre la ciudad.
Para comprender mejor la importancia de este estilo y la historia de Teruel, puedes sumarte a este free tour por Teruel, que te llevará por los puntos más importantes y te contará anécdotas locales.
Otro punto imprescindible es la Escalinata, una escalera monumental de estilo neomudéjar que recuerda al modernismo catalán, con azulejos y ladrillos que sorprenden por su diseño. También merece la pena detenerse en la Plaza del Torico, corazón de la ciudad, donde un pequeño toro de bronce domina una plaza rodeada de casas coloridas y con un ambiente muy agradable.
2. Huesca
La capital de la provincia de Huesca es pequeña, pero su historia y ambiente merecen una visita tranquila. Es ideal para pasear sin prisas por sus calles y descubrir su legado medieval.
Entre sus monumentos más destacados está el Convento de San Miguel, un edificio románico tardío que muestra la arquitectura religiosa de la zona. La Catedral de Huesca, construida en estilo gótico, domina el centro histórico y se caracteriza por su sobriedad y elegancia. Muy cerca está la Iglesia de San Pedro Viejo, que conserva partes originales del arte románico.
Además, todavía pueden verse restos de la muralla árabe que protegía la ciudad, un recordatorio de las distintas culturas que han pasado por la zona. Para entender mejor la ciudad y sus historias, es recomendable hacer una visita guiada por Huesca.
Huesca también ofrece espacios verdes agradables, pequeños cafés y un ambiente relajado que invita a quedarse un rato más para descubrir la gastronomía local, basada en productos de la tierra como los quesos, embutidos y vinos de la región.
3. Zaragoza
Zaragoza es la capital más importante y la quinta ciudad más poblada de España. Su historia es extensa y su patrimonio cultural muy variado, fruto de siglos de convivencia de culturas cristianas, musulmanas y judías.
El símbolo de la ciudad es la Basilica de Nuestra Señora del Pilar, un templo barroco con sus torres que se reflejan en el río Ebro, lugar de peregrinación y uno de los edificios más reconocibles de España. La Plaza del Pilar es un punto central donde también encontrarás la Catedral del Salvador, conocida como “La Seo”, que mezcla estilos desde el mudéjar al barroco, reflejando la evolución arquitectónica de la ciudad.
Zaragoza también destaca por su animada vida social. La zona conocida como El Tubo es famosa por su gran oferta de bares y tapas, donde se mezclan turistas y locales en un ambiente muy auténtico. Entre las celebraciones más conocidas están las Fiestas del Pilar, un evento popular con actividades culturales, procesiones y música que llena las calles durante varios días.
Además, la ciudad guarda restos históricos como el Teatro Romano de Caesaraugusta, descubierto hace pocos años y en buen estado, y el Palacio de la Aljafería, un impresionante palacio árabe que hoy alberga las Cortes de Aragón.
La zona que se desarrolló para la Expo 2008 es otro punto interesante para visitar, con parques y arquitectura contemporánea junto al río.
Para conocer lo esencial de Zaragoza y su historia, una buena idea es apuntarse a este free tour por Zaragoza, que te ayudará a entender el pasado y presente de esta ciudad que combina tradición y modernidad.
Los pueblos más bonitos de Aragón
Entre las atracciones principales que ver en Aragón destaca sin duda la gran variedad de pueblos con mucho encanto. Esta comunidad ofrece un patrimonio histórico y natural que se refleja en sus municipios, donde el tiempo parece haberse detenido en muchos casos. A continuación, te presentamos una selección de quince de los pueblos más bonitos de Aragón, ordenados alfabéticamente, para que puedas organizar tus escapadas con facilidad.
4. Aínsa, Huesca
Aínsa es un ejemplo casi perfecto de lo que uno espera encontrar en un pueblo medieval. Ubicado en un entorno privilegiado, justo en la confluencia de los ríos Ara y Cinca, este pueblo conserva intacto su casco histórico, con calles empedradas y construcciones de piedra que mantienen vivo su pasado. Al cruzar por el imponente portal de entrada, se accede a la Plaza Mayor, un espacio que parece detenido en el tiempo y que invita a detenerse para contemplar sus detalles. La iglesia románica de Santa María es una visita obligada, tanto por su arquitectura como por las vistas desde su torre. El conjunto de casas góticas que rodean la plaza reflejan la historia noble de la villa y ofrecen rincones con mucho carácter para descubrir poco a poco. Además, la ubicación de Aínsa la convierte en un punto de partida ideal para rutas de senderismo o excursiones por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, a pocos kilómetros.
5. Albarracín, Teruel
En la Sierra de Albarracín, protegido por el río Guadalaviar, se encuentra uno de los pueblos más bonitos y singulares de España. Albarracín tiene una atmósfera especial que transporta a otra época gracias a sus calles estrechas y sus casas de tonos rojizos que se integran perfectamente con el entorno natural. Pasear por sus callejuelas al caer la tarde, cuando la luz cálida baña las piedras, es una experiencia difícil de olvidar. La plaza Mayor destaca por su tranquilidad y por los soportales que la rodean, ideales para sentarse a disfrutar del ambiente. No dejes de visitar el castillo medieval que domina el pueblo, las antiguas murallas que aún se conservan, y la iglesia de Santa María, que junto con la Catedral forman parte del rico patrimonio local. Albarracín también es conocido por sus miradores, que ofrecen panorámicas impresionantes del pueblo y los montes cercanos. Para entender mejor la historia y los secretos de este lugar, te recomendamos hacer un free tour por Albarracín, una forma amena de conocer su esencia.
6. Alquézar, Huesca
El conjunto histórico de Alquézar recuerda en cierta medida a Albarracín por el color de sus casas y su proximidad a un río, en este caso el Río Vero. Este pueblo se encuentra en la entrada del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, un paraje ideal para amantes del senderismo y la naturaleza, con rutas como las famosas Pasarelas del Río Vero que permiten recorrer cañones y cascadas muy cerca del pueblo. Alquézar destaca por su ubicación en una colina, que domina el paisaje y ofrece vistas panorámicas desde sus miradores. Entrar en el casco histórico a través del portal gótico y subir por sus calles empedradas hasta la Colegiata-Castillo de Santa María, situada en lo alto, es un recorrido que vale la pena para sentir la historia viva del lugar. Por el camino encontrarás plazas con soportales, como la Plaza Vieja, y pequeñas ermitas que aportan tranquilidad y belleza al recorrido, como la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Además, Alquézar es conocido por su oferta gastronómica ligada a los productos locales de la zona.
7. Belchite Viejo, Zaragoza
Puede resultar sorprendente, pero las ruinas del pueblo abandonado de Belchite Viejo son uno de los destinos más visitados en la provincia de Zaragoza. Este pueblo fue destruido durante una de las batallas más intensas de la Guerra Civil española, cuando la lucha por controlar la zona se cobró casi la totalidad de las edificaciones. La batalla duró casi dos semanas y dejó Belchite en ruinas. En la actualidad, se mantienen los restos de casas, iglesias y calles, que se visitan como testimonio histórico y memorial. Cerca de allí se construyó el Belchite Nuevo, donde se trasladó a la población desplazada. La visita a Belchite Viejo ofrece una experiencia única para entender un capítulo duro de la historia española y para quienes gustan del turismo histórico y cultural. Es recomendable hacerlo con guía para comprender mejor el contexto y los detalles que se conservan.
8. Benasque, Huesca
Benasque es mucho más que un punto de partida para el senderismo en el Pirineo Aragonés. Este pueblo combina el encanto de su casco antiguo, con casas tradicionales de piedra y madera, con una oferta de servicios para los visitantes, especialmente en temporada alta. Entre sus monumentos destaca la Iglesia de Santa María la Mayor y la Casa Juste, que cuentan parte de su historia y arquitectura tradicional. En invierno, Benasque suele presentar un ambiente tranquilo y con pocas personas, ideal para quienes buscan desconectar, mientras que en verano se llena de visitantes que aprovechan para recorrer el cercano Parque Natural Posets-Maladeta, hogar de los picos más altos de Aragón y de una naturaleza impresionante. Las actividades al aire libre, desde el senderismo hasta el esquí, son protagonistas en esta zona, y el pueblo ofrece una buena base para alojarse y disfrutar de la montaña.
9. Calaceite, Teruel
Dentro de la comarca del Matarraña, una de las zonas con más encanto de Teruel, Calaceite destaca por su ambiente tranquilo y su arquitectura tradicional. La Plaza Mayor porticada es el corazón del pueblo y un buen punto para comenzar a recorrer sus calles, muchas de ellas con detalles que recuerdan épocas pasadas. Además de pasear por el casco histórico, es interesante visitar los alrededores, donde se encuentran varios poblados íberos que ofrecen un complemento arqueológico a la visita. Estos sitios son testimonio de la historia antigua de la zona y suelen estar en entornos naturales muy bien conservados, ideales para combinar patrimonio y naturaleza en una misma escapada.
10. Daroca, Zaragoza
El conjunto amurallado de Daroca es uno de los ejemplos más impresionantes de arquitectura defensiva en Aragón. La población mantiene casi intactas más de 4 km de murallas medievales, con torres y puertas que permiten imaginar la vida en tiempos de castillos y fortificaciones. El Castillo Mayor domina la villa desde lo alto, y desde el cerro San Cristóbal se pueden disfrutar de vistas panorámicas del conjunto histórico y del paisaje que lo rodea. El casco antiguo conserva un aire medieval que se percibe en sus calles, especialmente en la zona de la Judería. Las puertas de la ciudad, como la Puerta Alta y la Puerta Baja, son lugares destacados que muestran la importancia estratégica de Daroca en el pasado.
11. Graus, Huesca
Graus es conocido por su famosa longaniza artesanal, pero también cuenta con una interesante oferta patrimonial y cultural. La Basílica de la Virgen de la Peña, situada en la ladera de un pequeño monte, es uno de sus símbolos más importantes y se puede visitar subiendo por una escalinata que permite disfrutar de las vistas del valle. La Plaza Mayor de Graus, con sus arcos de estilo mudéjar y sus casas de colores, ofrece un ambiente vivo y agradable, ideal para pasear o sentarse en alguna terraza. El pueblo organiza eventos y ferias tradicionales que animan el calendario local y hacen que la visita sea aún más especial si coincide con alguna celebración.
12. Jaca, Huesca
La ciudad de Jaca cuenta con un patrimonio histórico destacado y es uno de los municipios más importantes del Pirineo aragonés. Su relevancia histórica viene en parte por su papel en el Camino de Santiago, que la convirtió en un centro de peregrinación y comercio. Entre sus monumentos más conocidos está la Ciudadela, una fortaleza pentagonal construida en el siglo XVI que hoy es un museo y espacio cultural. La Catedral de San Pedro, una de las iglesias románicas más relevantes de Aragón, también merece una visita. Además, Jaca tiene numerosas iglesias y ermitas románicas alrededor, el Real Monasterio de las Benedictinas, y puentes medievales como el de San Miguel. La oferta cultural y gastronómica del pueblo complementa la visita y lo convierte en un lugar agradable para pasar varios días.
13. Linares de Mora, Teruel
Aunque es menos conocido, Linares de Mora es un pueblo con mucho encanto en Teruel, rodeado de naturaleza y con un ambiente tranquilo. Desde lo alto de una colina se pueden ver las ruinas de un pequeño castillo, que rememora tiempos pasados. Callejear por sus calles empedradas es una buena forma de disfrutar de su atmósfera pausada. Destaca la Iglesia de la Inmaculada con su torre campanario, que aporta un punto arquitectónico de interés. En los alrededores hay varias ermitas pequeñas, como la de Santa Ana, que además de su valor histórico, ofrecen excelentes vistas panorámicas del pueblo y los paisajes que lo rodean, perfectos para fotógrafos y amantes de la naturaleza.
14. Roda de Isábena, Huesca
Con menos de cien habitantes, Roda de Isábena es uno de esos pueblos pequeños que sorprenden por su importancia histórica y artística. Se trata del pueblo más pequeño de España con catedral propia, la Catedral románica de San Vicente, una joya arquitectónica que conserva frescos y detalles que merecen ser contemplados con calma. La historia de Roda de Isábena está ligada a su papel como antigua capital de la región de Ribagorza y sede episcopal, lo que explica la presencia de esta catedral tan destacada. Más allá de la visita al templo, sus calles empedradas y la Plaza Mayor invitan a pasear sin prisa, disfrutando del silencio y la belleza del entorno. Es un destino ideal para quienes buscan un lugar con historia profunda y un ambiente muy tranquilo.
15. Rubielos de Mora, Teruel
Pocos pueblos de Teruel tienen un ambiente tan auténtico y tranquilo como Rubielos de Mora (ojo, no confundir con Mora de Rubielos, que es otro pueblo con encanto propio). Situado a orillas del río Mora, este pueblo destaca por su conjunto de edificios con arquitectura gótica bien conservada y su encanto rural. Pasear por sus calles adoquinadas permite apreciar la calma del lugar, sus casas tradicionales y plazas acogedoras. En nuestras visitas hemos sentido una atmósfera especial, probablemente potenciada porque coincidimos con una fiesta popular que anima aún más el pueblo. De hecho, en 2016 Rubielos de Mora fue reconocido con el premio al “pueblo más bello y bueno de España”, un galardón que refleja tanto su patrimonio como la calidez de sus habitantes. Además, sus alrededores invitan a dar paseos por la naturaleza y disfrutar de la gastronomía local en sus pequeños restaurantes familiares, donde se pueden probar platos típicos de la zona, como el ternasco de Aragón o los embutidos artesanales.
16. Sos del Rey Católico, Zaragoza
Sos del Rey Católico es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de la Provincia de Zaragoza. Ubicado sobre la Peña Feliciana, este pueblo se caracteriza por un casco antiguo que se mantiene prácticamente intacto, con calles empedradas y rincones que parecen detenidos en el tiempo. Su nombre recuerda que aquí nació el rey Fernando el Católico, una figura clave en la historia de España. Entre sus monumentos destacados, se encuentran las murallas del siglo X, que protegían el pueblo en la Edad Media, y el barrio judío, que aún conserva la esencia de aquella comunidad. El Palacio de los Sada y la Casa de la Villa, con su fachada renacentista, son otros ejemplos del patrimonio arquitectónico que se puede visitar. Además, hay varias iglesias y ermitas que aportan un aire espiritual y cultural al pueblo. Sos del Rey Católico es también punto de partida para rutas senderistas cercanas y se pueden encontrar alojamientos con encanto para disfrutar de una estancia tranquila.
17. Tarazona, Zaragoza
Situada en un cruce histórico entre los antiguos reinos de Aragón, Castilla y Navarra, Tarazona es uno de los pueblos más emblemáticos para visitar en Aragón. Su historia refleja la mezcla de culturas y estilos arquitectónicos, que se aprecian en su casco antiguo. Uno de los atractivos más llamativos son sus coloridas casas colgantes que miran al río Queiles, ofreciendo una imagen pintoresca muy fotogénica. La Catedral de Nuestra Señora de la Huerta es otro de los puntos imperdibles, con su mezcla de estilos gótico y mudéjar, que evidencia la convivencia cultural de la zona. El Palacio Episcopal de estilo renacentista también merece una visita. Pero si algo distingue a Tarazona es su singular Plaza de Toros octogonal, rodeada de viviendas habitadas que forman parte de la vida cotidiana del pueblo, una construcción única en España que combina historia y actualidad.
18. Torla-Ordesa, Huesca
El entorno natural que rodea a Torla-Ordesa es simplemente espectacular, y representa uno de los puntos de acceso más importantes al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los espacios protegidos más valiosos del Pirineo Aragonés. Este pueblo, antes conocido solo como Torla, conserva el encanto de los tradicionales núcleos pirenaicos, con sus casas de piedra y calles empedradas que invitan a pasear tranquilamente. Además de su entorno natural, Torla-Ordesa alberga monumentos como la Iglesia románica de San Salvador y varias casonas medievales que hablan de su historia. Sin embargo, la verdadera atracción es la proximidad a numerosas rutas de senderismo que parten desde aquí: desde caminatas suaves hasta rutas más exigentes, como la subida al Monte Perdido. Es una base ideal para amantes de la naturaleza y el trekking, con varios servicios turísticos para alquilar equipo o contratar guías especializados. En verano, el pueblo se llena de visitantes que buscan aire puro y paisajes de montaña, pero en invierno ofrece también la posibilidad de deportes de nieve y un ambiente más recogido.
19. Uncastillo, Zaragoza
Dominando el paisaje de Uncastillo se alzan las ruinas de un castillo medieval, especialmente su imponente Torre del Homenaje que data del siglo X, una muestra del poderío defensivo que tuvo esta villa. Pero Uncastillo es mucho más que su castillo; es un conjunto histórico con varias iglesias que contienen valiosas pinturas murales, como la Iglesia de San Juan. También destacan las Iglesias de San Andrés y de Sant Martín de Tours, que son verdaderos tesoros del arte románico. El pueblo conserva además varios palacios señoriales, entre ellos el Palacio de Pedro IV y el Palacio de Martín el Humano, que aportan al recorrido un toque de elegancia histórica. La Lonja Medieval completa el conjunto, ofreciendo una visión de la vida comercial y social de la época. Pasear por Uncastillo es sumergirse en la historia y en el arte románico, muy valorado por especialistas y visitantes.
20. Valderrobres, Teruel
Nuestra comarca favorita para visitar en Aragón es sin duda la Matarraña, en la provincia de Teruel. Esta zona esconde numerosos pueblos pintorescos que mantienen viva la tradición y el paisaje rural. Valderrobres, también conocido como Val de Roures debido a la influencia del catalán en esta parte de Teruel, es uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de la comarca. Su pequeña fortaleza rectangular se alza en lo alto de una colina, ofreciendo vistas panorámicas que enamoran a cualquier visitante. El Puente de Piedra conecta la parte vieja con la nueva y da acceso a un casco histórico con calles estrechas y plazas llenas de vida. El Ayuntamiento, con su fachada barroca, es otro punto destacado. Desde varios miradores se pueden contemplar las orillas del río Matarraña y el conjunto urbano, que parece detenido en el tiempo. Valderrobres es un destino que invita a disfrutar con calma, a descubrir su gastronomía basada en productos locales y a recorrer senderos cercanos entre olivos y bosques. Para aprovechar al máximo la visita, esta visita guiada por Valderrobres es una buena opción para conocer en detalle la historia y los rincones más especiales del pueblo.
Parajes naturales que ver en Aragón
Aragón cuenta con unos parajes naturales impresionantes, y no solo en el Pirineo Aragonés. Aunque los paisajes de montaña son sin duda sus grandes estrellas, hay muchos otros espacios naturales en la región que merecen la pena descubrir por su belleza y singularidad. En esta lista te presentamos algunos de los más destacados, ordenados alfabéticamente para facilitar tu planificación.
21. Cascada de Sorrosal de Broto, Huesca
Los saltos de agua son uno de los grandes atractivos del Pirineo Aragonés, y la Cascada del Sorrosal es un ejemplo magnífico. Ubicada muy cerca del pueblo de Broto, esta cascada destaca por su altura y por la fuerza con que cae el agua especialmente en primavera, cuando el deshielo alimenta el caudal. Lo mejor es que el acceso es muy sencillo y apto para todos los públicos, sin necesidad de largas excursiones o preparaciones especiales. Un paseo corto y agradable permite llegar hasta la base de la cascada para contemplarla de cerca y sentir la frescura del agua y la vegetación que la rodea. Además, Broto es un buen punto para combinar esta visita con otras rutas de senderismo o actividades de turismo activo en el valle de Ordesa.
22. Congost de Mont-rebei, Huesca
En la frontera entre Huesca (Aragón) y Lleida (Cataluña), el Congost de Mont-rebei es uno de los desfiladeros más espectaculares de España. Este cañón estrecho y profundo, esculpido por el río Noguera Ribagorçana, muestra paredes verticales que alcanzan los 500 metros de altura y apenas se separan unos 20 metros entre sí. Puedes recorrer el desfiladero desde dos perspectivas: a pie por un sendero tallado en la roca que ofrece vistas impresionantes desde arriba, o navegando en kayak por el río, donde la sensación de pequeñez frente a las enormes paredes rocosas es realmente impactante. Además del entorno natural, el área está protegida para conservar su flora y fauna, y es habitual ver buitres leonados y otras aves rapaces que anidan en las paredes. Esta combinación de aventura y paisaje hace del Congost un destino perfecto para los amantes del turismo activo y la fotografía.
23. Galacho de Juslibol, Zaragoza
El Galacho de Juslibol es un espacio natural cercano a la capital aragonesa que sorprende por su origen reciente y su valor ecológico. Se formó en los años 60 tras una gran riada del río Ebro, que dejó un meandro aislado, creando una serie de lagunas y humedales en antiguas áreas de extracción de grava. Este mosaico de ecosistemas incluye el río, el galacho (meandro) y diversas lagunas, lo que favorece la presencia de una rica biodiversidad. Es un lugar especialmente recomendado para el avistamiento de aves, con especies como garzas, ánades, martines pescadores y diferentes aves migratorias que usan esta zona como refugio. Además, el galacho es hogar de anfibios y otros animales vinculados a hábitats acuáticos. Sus senderos y observatorios permiten disfrutar de la naturaleza a pocos kilómetros de Zaragoza sin necesidad de desplazamientos largos.
24. Grutas de Cristal, Teruel
A poca distancia del municipio de Molinos en Teruel, las Grutas de Cristal son un tesoro subterráneo que fascina a visitantes de todas las edades. Se trata de una cueva con diversas salas donde se pueden admirar impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas que brillan como cristales. Este espacio forma parte de uno de los sistemas kársticos más importantes de Aragón, resultado de miles de años de actividad geológica y erosión. La visita guiada recorre galerías de gran belleza natural y ofrece explicaciones accesibles sobre la formación de las cuevas, ideales para quienes sienten curiosidad por la geología y el mundo subterráneo. Además, el entorno natural exterior invita a recorrer senderos y disfrutar del paisaje rural de la zona.
25. Mallos de Riglos, Huesca
Aunque suene sorprendente, uno de los paisajes rocosos más impactantes de Aragón no está en el Pirineo, sino en la comarca de la Hoya de Huesca. Los Mallos de Riglos son unas formaciones de roca conglomerada con formas verticales y escarpadas que alcanzan los 300 metros de altura. El pueblo de Riglos, pequeño y acogedor, se encuentra a los pies de estas gigantescas paredes, creando una estampa que impresiona especialmente durante el atardecer, cuando la luz cambia el color de las rocas. Estos mallos son muy populares entre los amantes de la escalada, que encuentran aquí rutas para todos los niveles, pero también son un destino ideal para senderistas y fotógrafos. Cerca hay miradores y rutas que permiten admirar las formaciones desde diferentes perspectivas.
26. Monasterio de Piedra, Zaragoza
El Monasterio de Piedra, situado cerca de Nuévalos, es una joya histórica y natural que combina el legado arquitectónico con un entorno natural de gran belleza. Este monasterio cisterciense destaca por su arquitectura y su historia, pero la verdadera protagonista es la zona del parque natural que lo rodea. El Río Piedra ha formado en este lugar cascadas espectaculares, como la famosa Cola de Caballo, junto a lagos y pozas de agua cristalina. Pasear por sus senderos es una experiencia relajante, ideal para disfrutar en familia o con calma, rodeado de un bosque de ribera lleno de vida. Además, el parque cuenta con diversas instalaciones para facilitar la visita y ofrece actividades guiadas para aprender sobre la flora, fauna y geología de la zona.
27. Muralla china de Finestres, Huesca
Un paisaje poco común y casi surrealista en la provincia de Huesca es la Muralla China de Finestres. Esta formación geológica está compuesta por columnas de roca verticales y paralelas, producto de fuerzas tectónicas que han moldeado la piedra de forma caprichosa. Aunque el nombre pueda resultar curioso, las columnas recuerdan, en cierto modo, a la imagen de una gran muralla. Esta maravilla natural se encuentra en una zona de difícil acceso, por lo que su visita suele ser para quienes buscan paisajes poco concurridos y originales. El entorno está rodeado de bosques y praderas, lo que añade un contraste interesante a la dureza de la roca. Es una parada recomendada para senderistas con experiencia y amantes de la geología.
28. Órganos de Montoro, Teruel
En la provincia de Teruel, los Órganos de Montoro son una formación rocosa singular que sorprende por su tamaño y forma. Estos estratos de roca caliza, situados entre los municipios de Ejulve y Villarluengo, han sido moldeados durante millones de años por procesos geológicos que les han dado la apariencia de un conjunto de tubos similares a los de un órgano musical, de ahí su nombre. Este espacio natural destaca por su valor paisajístico y geológico, y se considera un monumento natural protegido. Es una visita que combina el interés científico con la belleza escénica, ideal para quienes disfrutan del contacto con la naturaleza y el paisaje rural más auténtico.
29. Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es, sin duda, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Aragón y del Pirineo. Su variedad paisajística abarca desde valles profundos, como el Valle de Añisclo y el Valle de Ordesa, hasta picos que superan los 3.000 metros de altura, siendo el Monte Perdido el más alto y conocido. En el parque encontrarás bosques frondosos, praderas alpinas, y numerosas cascadas de agua que forman parte del espectáculo natural. La Cola de Caballo es quizás la cascada más famosa y visitada, accesible mediante una ruta de senderismo muy popular que atrae a visitantes de todas las edades. Además, el parque alberga una rica biodiversidad y es un lugar ideal para quienes buscan contacto con la naturaleza, practicar senderismo o fotografía de paisaje.
30. Parque Natural del Moncayo, Zaragoza
El Parque Natural de Moncayo no tiene la altitud ni el dramatismo de los Pirineos, pero es uno de los espacios naturales más variados y accesibles de Aragón. Su altitud varía entre los 300 y 2.300 metros, con la cumbre de San Miguel como punto más alto, que además es la cima más elevada de la provincia de Zaragoza. La diversidad de su vegetación va desde pinares silvestres en las zonas bajas, hasta hayedos y bosques húmedos en las zonas más elevadas, creando un mosaico de ecosistemas muy atractivo para el senderismo y la observación de fauna. Entre las excursiones recomendadas, el Mirador de la Diezma es una ruta sencilla con buenas vistas, perfecta para quienes buscan un paseo agradable. Para los más aventureros, subir a las Peñas de Herrera ofrece un desafío mayor con recompensas paisajísticas espectaculares. Es un destino perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza cerca de la ciudad.
31. Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, Huesca
El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara es uno de los espacios naturales más destacados de la Provincia de Huesca y no pertenece al área pirenaica. Su origen cárstico ha dado lugar a un paisaje lleno de barrancos, cascadas y cuevas que se pueden descubrir a través de múltiples rutas de senderismo. Para quienes visitan el parque por primera vez, una buena opción es recorrer las pasarelas del Río Vero, situadas cerca del pueblo de Alquézar, un lugar que también recomendamos como visita imprescindible en Aragón. Este recorrido ofrece vistas impresionantes del cañón y la posibilidad de disfrutar de la naturaleza en un entorno muy cuidado.
32. Parque Natural Posets-Maladeta, Huesca
El Parque Natural Posets-Maladeta es famoso por ser el hogar del techo de los Pirineos. En este territorio destacan picos que superan los 3.000 metros, como el Aneto con sus 3.404 metros, y alberga más de una decena de glaciares importantes. Para nosotros, uno de los aspectos más memorables del parque son sus ibones, lagos glaciares que suman más de cien en toda la zona. Una ruta sencilla y muy recomendable es la excursión al Ibón de Escarpinosa, accesible fácilmente desde el pueblo de Benasque. Este destino es ideal tanto para senderistas principiantes como para quienes buscan paisajes de alta montaña impresionantes.
33. Parrizal de Beceite, Teruel
En la Provincia de Teruel, muy cerca del pueblo de Beceite, se encuentra uno de los paisajes más sorprendentes y diferentes de la zona: el Parrizal de Beceite. Este paraje forma parte del Parque Natural de Los Puertos y está formado por un cañón estrecho excavado por el río Matarraña. En algunos tramos, las paredes de roca se elevan muy cerca una de otra, creando un ambiente fresco y sombrío que contrasta con el resto del parque. La ruta por el Parrizal incluye pasarelas, tramos de sendero y pequeños toboganes naturales que hacen que la visita sea muy entretenida y perfecta para familias o grupos.
34. Pinares del Rodeno, Teruel
A poca distancia de Albarracín, uno de los pueblos más bonitos de Teruel, se encuentra el Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno, un espacio natural que nos encanta. Aquí caminarás entre enormes bloques de piedra rojiza —arenisca conocida como rodeno— y bosques de pinos que aportan un contraste cromático muy atractivo. Además, siguiendo los senderos marcados, es posible visitar varias pequeñas cuevas con pinturas rupestres. Estas pinturas forman parte del arte rupestre levantino, declarado Patrimonio de la Humanidad, y representan escenas de la vida cotidiana en la prehistoria, como la caza o rituales.
35. Valle de Tena y sus pueblos, Huesca
Entre los numerosos valles del Pirineo Aragonés, el Valle de Tena es uno de los que más nos gustan. Además de los paisajes que forman el río Gállego, el Embalse de Lanuza y las montañas que lo rodean, el valle destaca por sus pueblos con encanto. Sallent de Gállego es un lugar agradable situado junto al embalse, pero el pueblo que más nos atrae es Lanuza. Este pueblo fue inundado cuando se construyó el embalse, pero fue recuperado después y ahora pasear por sus calles empedradas es una experiencia especial, como recorrer una población que ha renacido. Si quieres descubrir más detalles y qué ver en esta zona, te dejamos esta completa guía sobre el Valle de Tena.
Castillos y otros monumentos que visitar en Aragón
36. Castillo de Loarre, Huesca
Aragón está lleno de castillos, pero uno destaca por encima del resto: el Castillo de Loarre. Se trata de una de las fortalezas románicas mejor conservadas de Europa, y su historia se remonta al reinado de Sancho III, que levantó esta construcción para proteger el territorio frente a las tropas musulmanas. Este castillo ha llegado a la fama internacional gracias a que sirvió como escenario en la película «El reino de los Cielos», dirigida por Ridley Scott. Visitar el Castillo de Loarre es retroceder en el tiempo y admirar una arquitectura defensiva excepcional, en un entorno rodeado de naturaleza.
37. Castillo Peracense, Teruel
En la provincia de Teruel se encuentra otra fortaleza imprescindible: el Castillo Peracense. Su ubicación estratégica en una peña elevada permitía controlar el paso entre los reinos de Castilla y Aragón. El castillo, de gran tamaño, cuenta con tres recintos amurallados que se pueden recorrer fácilmente, y desde sus murallas las vistas del Valle del Jiloca son espectaculares. El castillo también alberga un pequeño museo que muestra su historia y la importancia que tuvo durante la Edad Media.
38. Estación Internacional de Canfranc, Huesca
Entre las montañas de Huesca, la imponente Estación Internacional de Canfranc sorprende a todo el que la visita. Construida para conectar España y Francia a través de los Pirineos, esta estación ferroviaria fue uno de los proyectos más ambiciosos del siglo XX. Aunque lleva años abandonada, sigue siendo un edificio monumental y emblemático. Actualmente se están realizando obras de restauración y se puede visitar mediante reserva previa y visita guiada, lo que permite conocer su historia y arquitectura en detalle.
39. Monasterio de San Juan de la Peña, Huesca
Muy cerca de Jaca se encuentra uno de los monumentos más relevantes de Huesca: el Monasterio de San Juan de la Peña. Este monasterio, incrustado en la ladera de una montaña, es una joya del románico aragonés y se considera la cuna del Reino de Aragón. En su panteón descansan varios reyes que marcaron la historia de la región. Al visitar el Monasterio Viejo, no te pierdas su claustro, famoso por los capiteles historiados que cuentan escenas bíblicas y medievales. La visita combina historia, arquitectura y un entorno natural privilegiado.
40. Santuario de Nuestra Señora de Jaraba, Zaragoza
Para terminar, te proponemos una visita que combina naturaleza y monumento en uno. El Santuario de Nuestra Señora de Jaraba está ubicado en un enclave espectacular dentro de las Hoces del Río Mesa. Recorrer el sendero que atraviesa este cañón te permitirá disfrutar de paredes verticales que alcanzan los 100 metros de altura, mientras te acercas a este monasterio del siglo XVIII, construido en un lugar realmente sorprendente. El santuario es un punto de paz y belleza dentro de un paisaje natural único.
Itinerarios de fin de semana en Aragón para todos los gustos
Aragón es una comunidad llena de contrastes, donde la naturaleza, la historia y la cultura se combinan para ofrecer experiencias inolvidables. Ya sea que busques aventura en el Pirineo, descubrir pueblos con encanto o sumergirte en la historia de sus castillos y monumentos, aquí encontrarás un plan perfecto para ti.
Hemos organizado varios itinerarios de fin de semana que abarcan desde paisajes espectaculares hasta joyas históricas, adaptados a diferentes intereses y ritmos. Cada ruta te permitirá descubrir lo mejor de Aragón sin prisas, aprovechando al máximo el tiempo y disfrutando de lugares únicos que harán que tu viaje sea especial.
🏞️ Itinerario 1: Fin de semana de naturaleza y aventura en el Pirineo Aragonés (Huesca)
Día 1: Torla-Ordesa y Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Torla-Ordesa: Pueblo con encanto y punto de partida para rutas de senderismo.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: Caminata hasta la famosa Cascada Cola de Caballo.
Cascada de Sorrosal de Broto: Parada sencilla y espectacular para disfrutar de un salto de agua.
Día 2: Valle de Tena y sus pueblos + Mallos de Riglos
Valle de Tena (Sallent de Gállego y Lanuza): Paisajes, embalses y pueblos con historia.
Mallos de Riglos: Impresionantes formaciones rocosas ideales para pasear y observar escaladores.
Muralla China de Finestres (opcional): Formación geológica curiosa cerca de Riglos.
🏰 Itinerario 2: Historia y pueblos con encanto en Teruel
Día 1: Albarracín y alrededores
Albarracín: Uno de los pueblos más bonitos de España, calles estrechas y murallas.
Pinares del Rodeno: Paseo por el paisaje natural y pinturas rupestres cercanas.
Castillo Peracense: Fortaleza medieval con vistas al Valle del Jiloca.
Día 2: Valderrobres, Rubielos de Mora y Calaceite
Valderrobres: Pueblo con puente medieval y castillo, menos turístico y muy auténtico.
Rubielos de Mora: Calles con ambiente tradicional y arquitectura gótica.
Calaceite: Pueblo con patrimonio modernista y plazas con encanto.
🏛️ Itinerario 3: Cultura, castillos y naturaleza cerca de Zaragoza
Día 1: Zaragoza capital y alrededores naturales
Galacho de Juslibol: Espacio natural cercano para observar aves y pasear.
Monasterio de Piedra: Parque natural con cascadas y monacato cisterciense.
Santuario de Nuestra Señora de Jaraba: Acceso por las Hoces del Río Mesa, paisaje espectacular.
Día 2: Pueblos históricos y monumentos
Sos del Rey Católico: Pueblo medieval con murallas y arquitectura conservada.
Tarazona: Catedral mudéjar, casas colgantes y plaza de toros octogonal.
Uncastillo: Castillo y varias iglesias románicas.
🥾 Itinerario 4: Pirineo aragonés más profundo y parques naturales
Día 1: Benasque y Parque Natural Posets-Maladeta
Benasque: Pueblo con tradición montañera y base para rutas.
Ibón de Escarpinosa (excursión): Lago glaciar accesible y fotogénico.
Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara: Pasarelas del Río Vero y el pueblo de Alquézar.
Día 2: Estación Internacional de Canfranc y Monasterio de San Juan de la Peña
Estación Internacional de Canfranc: Edificio histórico de gran tamaño y restauración.
Monasterio de San Juan de la Peña: Claustro románico y entorno natural impresionante.
Roda de Isábena: Pueblo con la catedral más pequeña de España, rincón con encanto.
🌄 Itinerario 5: Descubriendo pueblos con historia y paisajes menos conocidos
Día 1: Pueblos y castillos en la provincia de Zaragoza
Daroca: Murallas, iglesias y calles históricas.
Belchite Viejo: Pueblo abandonado con historia bélica visible.
Castillo de Loarre: Fortaleza románica impresionante y muy bien conservada.
Día 2: Teruel rural y naturaleza
Parrizal de Beceite: Cañón natural con paredes de roca y río.
Órganos de Montoro: Formaciones rocosas espectaculares en el Maestrazgo.
Grutas de Cristal: Cuevas con estalactitas y estalagmitas cerca de Molinos.
Los 25 PUEBLOS más bonitos de HUESCA
25 lugares QUE VER en TERUEL Provincia
30 rincones mágicos QUE VER en ZARAGOZA Provincia
20 imprescindibles QUE VISITAR en ALBARRACÍN
Aquí concluimos este viaje por 40 rincones mágicos que ver en Aragón. Te garantizamos que esta comunidad que te traerá unas cuantas sorpresas. Si nos puedes recomendar algún lugar que hemos dejado fuera de nuestra recopilación, estaremos encantados de leerlo.
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Hola, este verano fuimos a Teruel, y me gustaria comentarles que hay varios lugares bonitos y encantadores que hemos visitado con niños:
– el nacimiento del rio Pitarque
– Dinópolis, un gran atractivo para niños y adultos, con varios centros en varias zonas.
– Albarracín circuito por el rio es precioso, no solo la ciudad.
-Museo provincial de Teruel
-Embalse de Gallipuen.
-Embalse Santaolea
-Laguna del Cañizar
-Gea de Albarracín
-barranco del mortero
Nos faltaron por ver….pero me gustaría contribuir con ustedes, y que se conozca más esta preciosa provincia Teruel aun desconocida por muchos..
Un saludo, Cintia.
Hola Cintia! Muchas gracias por tu comentario. En nuestro blog tenemos un post específicamente dedicado a las maravillas de Teruel https://www.surfingtheplanet.com/que-visitar-teruel/ (este artículo que has leído es sobre toda la Comunidad de Aragón) donde hablamos de algunas de tus sugerencias, pero aún así, hay varios lugares que mencionas que no conocemos. Te agradecemos mucho por la información y estaremos encantados de volver a Teruel y seguir descubriendo esta hermosa provincia. Un saludo!