Marruecos, con su proximidad a España y una abundancia de vuelos económicos, se ha convertido en uno de los destinos más accesibles de África que ofrece a los viajeros españoles la oportunidad de explorar una tierra llena de encanto y exotismo a un paso de casa.
Desde las ciudades imperiales impregnadas de historia hasta los laberintos de las antiguas medinas medievales, pasando por majestuosos palacios y una diversidad paisajística que abarca desde imponentes montañas hasta extensos mares de dunas de arena, Marruecos ofrece una experiencia inolvidable en cada rincón. Cada viaje que hicimos a Marruecos nos pareció un capítulo nuevo en un libro fascinante que nunca se agota por completo.
En este post hemos preparado una guía exhaustiva que abarca los lugares más impresionantes que este país tiene para ofrecer. Dividida en secciones según las distintas regiones geográficas, esta guía está diseñada para ayudarte a planificar tus aventuras con facilidad. Sin embargo, aunque recomendamos saborear Marruecos a fuego lento en varios viajes, también hemos elaborado un itinerario completo para aquellos que desean descubrir lo mejor del país en una sola escapada.
Acompáñanos en este viaje por 30 rincones mágicos que ver en Marruceos: desde las vibrantes calles de Marrakech hasta los paisajes deslumbrantes del desierto del Sahara.
Qué ver en Marruecos – I. Marrakech y sus alrededores
1. Marrakech, la ciudad más mágica de Marruecos
La Ciudad Roja, como se conoce la ciudad amurallada de Marrakech, es el principal destino turístico del país. Si tienes solo un fin de semana disponible para un primer viaje al país, es sin duda el lugar que ver en Marruecos. A pesar de que haya vuelto bastante turística y hay varias cosas que se han empeorado en la ciudad – por ejemplo la gente corriendo en moto dentro de los zocos petados de gente -, sigue teniendo mucho encanto. La Plaza Jemaa el-Fna, Patrimonio de la Humanidad, probablemente es la plaza más fascinante del mundo con sus vendedores, encantadores de serpientes, predicadores de día y su ambiente fabuloso con los puestos de comida por la noche.
Recomendamos dedicarle como mínimo 3 días a la ciudad para absorber su atmósfera singular. Pasar varias horas cada día en la plaza disfrutando de su espectáculo (sentado con un té de menta en alguna de las terrazas elevadas), perderse por sus zocos de miles de colores regateando por algún producto o conocer sus monumentos como la fascinante mezquita Koutoubi, el Palacio de la Bahia o las Tumbas Saadíes son solo algunas de las cosas imprescindibles que ver en Marrakech.
Lo mejor es simplemente perderse por la Medina observando las puertas de color, las placitas que huelen a especias, los azulejos o las lámparas y alojarse en algún riad que te trasladará al mundo de las mil y una noches. Si quieres conocer lo mejor de la ciudad en una visita guiada, podrías considerar este free tour por Marrakech.
Aquí te ofrecimos solo un vistazo a la magia de Marrakech, pero si deseas obtener más información, te recomendamos consultar nuestras completas guías sobre la ciudad:
Qué hacer en Marrakech en 1 día – ruta exprés por la Ciudad Roja
Qué ver en Marrakech en 2 días – el mejor plan para un finde
Qué ver en Marrakech en 3 días – el itinerario más completo
Qué visitar en Marrakech – guía completa con 30 propuestas
2. Essaouira, un remanso de paz en el Atlántico
Marrakech es el destino perfecto también para un primer viaje a Marruecos por las excursiones geniales que puedes realizar en los alrededores. A unas 3 horas de viaje en la costa del Atlántico se encuentra por ejemplo la hermosa ciudad de Essaouira. Hace siglos era importante puerto portugués, pero perdió su importancia comercial que hoy en día se centra mucho más en la ciudad de Agadir.
No obstante, Essaouira es probablemente la ciudad costera más bonita del país con su medina de casas blancas en excelente estado de conservación, su puerto siempre lleno de vida y su ambiente mucho más relajado que tienen las principales ciudades turísticas.
Su belleza (la medina es Patrimonio de la Humanidad) ha capturado la imaginación de muchos cinematógrafos, últimamente se ha vuelto especialmente conocida por haber salido en la serie de Juego de Tronos. Además de unos paseos agradables por la medina o por la muralla disfrutando de las vistas del océano, también deberás probar un buen plato de pescado fresco que traen los pescadores cada día al puerto. P
or cierto, en el camino entre Marrakech y Essaouira es donde podrás ver la curiosa escena de cabras en un árbol. Essaouira la podrás también visitar en esta excursión cómoda desde Marrakech.
3. Cascadas de Ouzoud, un salto de agua impresionante
Te podrá sorprender encontrar en el sur de Marruecos caracterizado principalmente por paisajes áridos el salto más grande del Norte de África. Las Cascadas de Ouzoud son un maravilla natural, aunque es bastante estacional y en la temporada seca es mucho menos impresionante que después de las lluvias. Estas cascadas de 110 metros de altura se encuentran a apenas 2 horas de viaje desde Marrakech.
En verano los pozos bajo de la cascada son populares para tomarse un baño entre los visitantes y también entre los monos que habitan la zona. Si prefieres visitar las cascadas en una excursión organizada desde Marrakech, podrás optar por este tour a las Cascadas de Ouzoud.
Qué ver en Marruecos – II. Lugares entre Marrakech y el Desierto de Merzouga
4. Tizi n’Tichka y las carreteras del Alto Atlas
Desde Marrakech se emprende la carretera N9 que traviesa la cordillera del Alto Altas para empezar a descubrir un país bien distinto. En esta parte del país dejan de existir ciudades grandes y la población es mayoritariamente es bereber no árabe. Recorrer las carreteras serpenteante del Alto Altas hasta Tizi n’Tichka, el paso de montaña más alto del país es una de las aventuras que hacer en Marruecos. En invierno el paso suele estar cerrado cuando nieve, pero cuando no, el único desafío es mirar la carretera y no los paisajes maravillosos con picos de 4000 metros delante.
5. Kasbah Telouet, un palacio mágico
Desde el paso de la montaña podrás seguir el N9 hasta Ait Ben Haddou, la próxima parada principal en la ruta o si tienes más tiempo disponible, también podrías considerar el desvío hasta la Kasbah Telouet, una de las kasbah (antiguas fortificaciones) más bonita de la zona. Esta era la fortificación y símbolo del poder de una de las familias más poderosas de la zona, pero después de la independencia del país, la kasbah se quedó en el abandono. Por suerte se decidió restaurar una de sus salas más bonitas que te dejará sin palabras con sus arcos de yeso repletos de pequeños detalles.
6. Aït Ben Haddou, el ksar más fotogénico del país
Sin duda una de las imágenes más emblemáticas que ver en Marruecos es la postal del Ksar Aït Ben Haddou. Muchos se refieren a esta fortificada ciudad bereber como kasbah, cuando las kasbah en realidad son unos palacios fortificados y el término correcto es «ksar». Aït Ben Haddou es uno de los lugares que probablemente en más películas épicas ha salido. Solo hace falta mencionar Lawrence de Arabia, Gladiator o el Reino de Cielos y recientemente apareció varias veces en Juego de Tronos también.
Algunas pocas familias todavía viven dentro de este lugar increíblemente fotogénico con las casas de adobe entre las murallas del pueblo. Es Patrimonio de la Humanidad y solo admirándolo desde fuera te sientes trasladado a otra época lejana del pasado. Merece la pena explorar el interior y subir hasta la antigua kasbah que corona el pueblo. Las vistas desde arriba también son muy bonitas.
7. Ouarzazate, el Hollywood marroquí
La pequeña urbe de Ouarzazate es uno de los lugares peculiares de esta zona. Aquí se encuentra Atlas Studios, una especie de Hollywood marroquí donde han rodado muchas películas desde Lawrence de Arabia, La Guerra de las Galaxias hasta más recientes como Gladiator o Babel. Se puede visitar los estudios, nosotros no lo hemos hecho. El pueblo también tiene la Kasbah Taourirt con dimensiones impactantes.
8. Skoura, el pueblo de las mil kasbahs
Poco después de haber dejado Ouarzazate llegarás una de nuestras paradas favoritas que visitar en Marruecos. Skoura, es una pequeña oasis creada por el sultán Yaqub al-Mansur. Hoy en día es un lugar fascinante donde entre casi un millón de palmeras se esconden muchas kasbahs, una más pintoresca que la otra. No sin razón se llama Skoura el pueblo de las mil kasbahs. Encontrarás kasbahs abandonadas entre palmeras, pero también algunas habitadas o transformadas en hoteles.
9. Kasbah Amridil, una kasbah realmente auténtico
Si tuviéramos que destacar la kasbah más interesante de no solo Skoura, sino de todo Marruecos, probablemente pensaríamos en la Kasbah Amridil. En esta preciosa kasbah que aparece en el billete de 50 dirhams, además de contemplar la fortificación, podrás aprender mucho sobre la vida de sus antiguas habitantes. Esta kasbah fue habitada hasta mediados del siglo XX y solo recién se convirtió en museo.
10. Valle del Dades, paisaje de miles de colores
Después de varias visitas culturales, otra vez te esperará naturaleza al estado puro. El Valle del Dadès es una de las zonas con más variedad paisajística de esta parte del país. Este hermoso valle cuenta con espectaculares formaciones rocosas de todo tipo y de todos los colores, aunque domina el rojo. Espectaculares cañones y gargantas rodean las pequeñas poblaciones bereber con sus kasbahs, campos de cultivo y casas tradicionales. Las vistas desde la carretera serpentina con los picos blancos del Alto Atlas de fondo son espectaculares. Hemos pasado una noche en esta zona y la verdad es que nos habría molado quedar más tiempo.
11. Garganta del Todra, un cañón vertiginoso
Si hemos dicho que los paisajes del Valle de Dadès son impresionantes, ¿qué debemos decir de la Garganta del Todra? Se trata de los cañones de roca más espectaculares del país con unas paredes verticales que dan vértigo incluso desde abajo. Paseando en la orilla del pequeño río Torda llegarás a un punto donde el camino se estrecha entre las paredes y la altura de las rocas alcanza los 300 metros. Como no va a ser de otra forma, la zona es muy popular entre los escaladores y también entre los lugareños que vienen a hacer picnic en las orillas del río.
12. Desierto de Merzouga, una noche mágica entre dunas
Preguntes a quien preguntes, todo el mundo te dirá que pasar una noche en el desierto Erg Chebbi cerca de Merzouga es la cosa más romántica que hacer en Marruecos. Durante el camino hacia Merzouga uno cruza cientos de kilómetros de desierto de piedras, así que aunque parezca extraño, cuando las dunas de arena aparecen en el desierto, es como encontrar una oasis. Desde Merzouga la mejor forma de adentrarse en el desierto es montar un camello y si lo haces a la hora del atardecer, verás como el color de las dunas cambia y llega a tener un color de rojo intenso.
Después de admirar los colores fuertes del atardecer desde lo alto de una de las dunas y sentirse realmente pequeño en este mar de arena, viene la parte mejor de la experiencia, la noche en el desierto. Dormir en una jaima (una tienda de campaña árabe) en medio del desierto es inolvidable, aunque te garantizamos que no tendrás ganas de cerrar los ojos. Mirar las miles de estrellas y disfrutar del silencio del desierto es algo que nunca olvidaremos y que es muy difícil transmitir con palabras. Es importante saber que en el desierto por la noche hace bastante más fresquito y en invierno mucho frío, que no te engañe la temperatura diurna. Si tu plan es visitar el Desierto de Merzouga desde Marrakech o Fez en una excursión organizada, te recomendamos este tour de 3 días al Desierto de Merzouga desde Marrakech, esta excursión de 3 días al desierto de Merzouga desde Marrakech acabando en Fez o la excursión de 2 días al desierto de Merzouga desde Fez.
Tour de 3 días al Desierto de Merzouga desde Marrakech
Qué visitar en Marruecos – III. Lugares entre Merzouga y Fez
13. Valle de Ziz y su inmenso palmeral
La ruta entre Merzouga y Fez quizás es menos interesante para el viajero que la que conduce de Marrakech a Merzouga. No obstante, hay lugares espectaculares en el camino, el primero es el Valle de Ziz. Se trata de una meseta desértica quebrada por un cañón que había sido creado por el Río Ziz. En uno de los miradores del valle tendrás un gigantesco palmeral bajo tus pies. Una combinación de paisajes realmente espectacular.
14. Bosque de cedro Gouraud, monos ente cedros
Acercándote a Fez vas a encontrar otra vez paisajes bien distintos ya que pasarás entre las montañas del Medio Atlas. Aquí el paisaje es mucho más verde y uno de los principales atractivos del camino se encuentra cerca del pequeño municipio de Azrou. Se trata de un bosque cedros donde además podrás ver monos en libertad, los macacos de berbería. No son los animales más simpáticos del mundo (¡cuidado con la cartera!), pero el entorno es muy bonito y si quieres puedes visitar el cedro milenario llamado Cedro Gouraud.
15. Ifrane, la Suiza de Marruecos
Si piensas que no te puedes encontrar más lugares sorprendentes en Marruecos, pues aquí viene el pueblo europeo de Ifrane. Se trata de un pueblo vacacional creado en los años 30 para los ricos que empezaron a venir aquí a esquiar. Es un lugar totalmente fuera de contexto – las calles son súper limpias, las casas recuerdan los Alpes – por eso se llama la Suiza marroquí– y, además, aquí se encuentra la universidad más pija del país. La curiosa atracción del pueblo es la estatua del León de Ifrane que hace referencia a los leones que antiguamente habitaban esta zona.
Qué ver en Marruecos – IV. Fez y sus alrededores
16. Fez, la capital cultural de Marruecos
Junto a Marrakech, Fez es la otra ciudad mágica que ver en Marruecos. Es la capital religiosa del país y probablemente históricamente la más importante. No solo cuenta con la medina medieval más antigua del mundo, sino también aquí se encuentra la universidad más antigua del planeta, fundada por una mujer, ¡por cierto!
No es un lugar apto para claustrofóbicos y también requiere buen sentido de orientación, si no te quieres perder por sus miles de callejones. Hemos dedicado una entrada completa a las cosas más imprescindibles que visitar en Fez, centrándonos en las maravillas de Fez-el-Bali, la Medina de la ciudad con sus madrasas históricas, puertas maravillosas, zocos coloridos, fuentes encantadoras y otras maravillas.
Aquí te queremos contar también algunos lugares que son menos conocidos, pero también son interesantes. No te deberías perder el Palacio Real de Fez, aunque no es posible entrar, en muchos lugares ni siquiera hacer una foto de ella sin que algún guardia te eche una bronca. Sus hermosas puertas principales de colores azul, verde y bronce son un verdadero espectáculo.
En los alrededores del Palacio Real también está el barrio judío amurallado, el Mellah, uno de los barrios más interesantes de la ciudad. Como el nombre dice, aquí vivía la importante comunidad judía de la ciudad. Hoy en día esta comunidad ya se disolvió en la población local y el barrio no tiene un carácter judío. Aún así tiene un ambiente distinto de la medina y generalmente está mucho más tranquila. Recorriendo este barrio, también podrás visitar varias sinagogas perdidas por los callejones.
Entre la Medina y el barrio de Mellah se encuentra otra de las joyas que hemos descubierto en nuestro último viaje a Fez. Es el Jardín Jnan-Sbil, un hermoso parque que es un verdadero remanso de paz a pocos pasos del caos de la medina. En el parque encontrarás muchas flores, un estanque con fuentes y mucho espacio para relajarse después de patear la ciudad. Es un lugar donde, además, los niños también puede tener su espacio para correr arriba y abajo.
Otra visita interesante son las ruinas de las Tumbas Meriníes en lo alto de una de las colinas cercanas de Fez-el-Bali. En esta antigua necrópolis fueron enterados los sultanes meriníes que reinaron entre los signos XIII y XVI. Aunque apenas quedan unos muros de estas tumbas majestuosas, es un lugar que cuenta una atmósfera especial. Si quieres conocer la esencia de la ciudad, podrías considerar este free tour por Fez. Si buscas un plan más a tu medida, podrás elegir una visita guiada dedicada a ti y tus acompañantes.
Esta parte de la ciudad además te permite disfrutar de unas vistas panorámicas alucinantes de Fez. Desde aquí se puede apreciar especialmente el laberinto caótico que supone la Medina Fez-el-Bali. También se puede ver la concentración de minaretes que realmente es única en el mundo del islam.
17. Meknes, una ciudad imperial sorprendente
Meknes (Mequinez en castellano) ha sido quizás la sorpresa más grata que hemos conocido en nuestro último viaje a Marruecos. Meknes probablemente es la menos conocida de las cuatro ciudades imperiales del país. El Sultán Mulay Ismaíl trasladó aquí su capital a finales del siglo XVII y la mayoría de los principales atractivos de la ciudad son de esta época gloriosa. Más de 40 kilómetros de murallas con puertas impresionantes de las que probablemente la gran puerta de Bab Mansour te dejará más flipado.
La ciudad es Patrimonio de la Humanidad y merece la pena perderse por su medina tranquila. De los monumentos principales de la ciudad destacan también sus 3 madrasas (aunque mucho más pequeñas que las de Fez) y el mausoleo de Mulay Ismaíl. No obstante, el lugar que más nos encantó fue el recinto de las caballerizas del palacio donde llegaron a acoger decenas de miles de caballos. Si prefieres visitar Meknes en una excursión organizada, la mejor opción es este tour a Meknes, Volubilis y Mulay Idrís.
18. Mulay Idrís, el lugar donde descansa el fundador del país
En el camino entre Meknes y las ruinas de Volubilis de que hablaremos después, merece la pena hacer una parada en Mulay Idrís. Se trata de uno de los principales lugares de peregrinación del país, ya que aquí descansa Idrís I que se considera como el fundador del país. Hasta hace poco solo musulmanes podían pisar el suelo en este pueblo, hoy en día el único lugar que no podrás visitar es el mausoleo del fundador de la Dinastía Idrísita. Como curiosidad, la ciudad tiene también el único minarete circular del país. Destacan también las vistas preciosas de la ciudad desde las terrazas panorámicas.
19. Volubilis, el yacimiento romano más espectacular del Norte de África
Aunque ya hemos mencionado otros yacimientos, el principal yacimiento arqueológico que visitar en Marruecos son las ruinas de la ciudad de Volubilis. Fundada por los cartagineses, esta ciudad llegó a ser una de las más prósperas de la región cuando pertenecía al Imperio Romano. Aunque un terremoto destruyó buena parte de la ciudad romana, el Arco de Caracalla, la Basílica o el Templo de Júpiter se conservaron bastante bien.
Mientras recorras el recinto, además de maravillarte de dichas construcciones conservadas desde hace más de dos milenios, no deberías perderte de los fabulosos mosaicos que te permiten aprender mucho sobre la vida cotidiana en una ciudad de la Antigüedad, algo que nos recordó nuestra visita a Pompeya cerca de Nápoles.
Qué ver en Marruecos – V. La costa Mediterránea y sus inmediaciones
20. Chefchaouen (Chaouen), el pueblo azul
Chefchaouen, este pueblo de montaña situado en la cordillera del Rif, es sin duda el pueblo más bonito que ver en Marruecos. Sería difícil imaginar un lugar más pintoresco que este pueblo azul. Los colores captan la imaginación en muchos otros lugares del país, también, pero aquí el color azul está presente no solamente en las puertas o las ventanas típicamente coloridas en este país. Sin embargo aquí las paredes de la mayoría de las casas han sido pintadas en azul. Es un placer para los sentidos perderse por las callejuelas de la pequeña medina del pueblo en que cada esquina es fotogénica.
Además de las casas hermosas, cada dos por tres te tropiezas con un grupo de gatos o macetas de mil colores que salen súper monos en las fotos. A nosotros nos encanta sacar fotos y disfrutamos de esta belleza singular, pero también teníamos una sensación rara en este lugar. Hemos leído sobre esta ciudad y su historia, además de hablar con locales, y aunque el color azul está presente en la ciudad desde hace tiempo, su aspecto de ahora no tiene nada que ver con lo que era antes de convertirse en el destino más deseado de los Instagrammers.
El color azul caracteriza el pueblo desde tiempos lejanos. Según las leyendas, los refugiados judíos usaron este color para celebrar su libertad otra versión mucho más práctica es que el color azul servía para espantar a los mosquitos. No obstante, hasta hace unos años, el color azul principalmente se veía en las plantas bajas de las casas y las puertas, mientras hoy está por todos lados. Hemos visto fotografías antiguas sacadas desde el mirador donde paramos nosotros también y en aquellas apenas era visible el color azul desde fuera, mientras hoy toda la ciudad luce de este color. A pesar de que lo pasáramos genial recorriendo las calles de la ciudad, su autenticidad cuestionable nos dejó una sensación extraña.
21. Tánger, entrada a Marruecos incluso en ferry
La cercanía del continente europeo (desde España se puede llegar directamente en ferry) convierte Tánger en un punto de entrada popular a Marruecos y nuestra ruta también empieza aquí. Su carácter cosmopolita se remonta varios siglos en el tiempo, ya que la ciudad siempre se caracterizaba por la convivencia pacífica de árabes, judíos y cristianos.
Este aire internacional se volvió todavía más visible a principios del siglo pasado cuando personajes como Henri Matisse y otros artistas se mudaron a la ciudad para buscar inspiración en ella. La influencia española también es muy visible con muchos carteles en español y con edificios como la Plaza de Toros o el Teatro de Cervantes.
Hoy en día podemos ver una cara más decadente de esta ciudad. Las fachadas de los edificios de color blanco que caracterizan su medina están bastante deterioradas. No obstante, merece la pena dedicarle por lo menos unas horas para perderse por las callejuelas, sentarse en la Plaza 9 de Abril para disfrutar de su ambiente y conocer el Palacio del Sultán (convertido en museo). Si decides a dedicarle más tiempo a la ciudad, deberías también visitar el pintoresco Cabo Espartel con su hermoso faro y vistas maravillosas del Mediterráneo o la Gruta de Hércules.
22. Tetuán, una pequeña ciudad mediterránea
Si hemos dicho que en Tánger se aprecia la influencia española, ¿qué decir de Tetuán? Perderse entre sus casas blancas, te dará la sensación de pasear por un pueblo andaluz. Eso no es casualidad, ya que «la hija de Granada» como se conoce la ciudad, ha tenido muchísimo vínculos con Andalucía a lo largo de su historia acogiendo a los moriscos o los judíos sefardíes que habían sido expulsados de España. Esta pequeña ciudad en la costa con kilómetros de playas no es tan popular entre los viajeros a pesar de que su pequeña medina haya sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
23. Asilah, un pueblo blanco en el Atlántico
Asilah es otra de las pequeñas ciudades costeras que visitar en Marruecos. Se conoce también como Arcila en referencia a la época cuando se trataba un importante puerto portugués del continente. Recorriendo su medina amurallada todavía te sentirás bastante cerca de España, ya que escucharás español a menudo mientras te pierdas entre las casas blancas con puertas azules. De las atracciones más importantes no te deberías perder la plaza Sidi Ali den Hamdush (la más importante de la medina), la Torre el-Karma (un torreón portugués) y el Palacio de Raisuni.
24. Larache, un pueblo entorno de una plaza maravillosa
Si visitas Asilah, también merece la pena que te acerques a Larache, todavía en la costa del Atlántico. Es un pueblo menos turístico que Asilah, aunque las playas en sus alrededores son bastante populares entre los surferos. Su Plaza de la Liberación es una de las plazas más pintorescas del país. Vale la pena dedicarle unas horas a explorar su medina con sus zocos muy bonitos. Si te quedas para dormir, es un lugar fabuloso para disfrutar de un atardecer de postal.
Qué ver en Marruecos – VI. Las dos ciudades más grandes del país
25. Rabat, la capital tranquila de Marruecos
Rabat es probablemente una de las capitales menos turísticas que conocemos. No tiene la magia de Marrakech, ni un extenso barrio medieval como la medina de Fez y la mayoría de los viajeros la ignoran completamente. Nosotros tampoco decimos que sea el lugar más imprescindible que ver en Marruecos, pero podrías dedicarle algo de tiempo. Más que nada porque además de visitar hermosos monumentos como el Kasbah de los Udayas, la Torre Hasán (un minarete que no ha sido terminado) o la necrópolis de Chellah cuya historia se remonta a la época de los romanos, en Rabat encontrarás una medina auténtica sin muchas tiendas de regalos.
26. Casablanca, la mezquita más impresionante de África
Casablanca es una de las ciudades cuyo nombre enseguida nos hace trasladar a un tiempo lejano. Una época que había capturado perfectamente Ingrid Bergman en su película. Aunque aparte de una réplica de Rick’s Café (escenario de la peli) hoy ya no queda casi nada de este ambiente, no deberías dejar fuera la ciudad más grande de tu ruta.
La razón principal es la fabulosa Mezquita de Hassan II con unas dimensiones espectaculares. Cuenta con un minarete de 172 metros y una superficie a que caben unos 100.000 fieles. No solo es la segunda mezquita más grande del mundo (detrás de la de La Meca), sino la única que pueden visitar no musulmanes (solo con visita guiada). No creo que debamos convencerte que visitar la Mezquita Hassan II por dentro es una de las cosas más imprescindibles que hacer en Marruecos.
Qué ver en Marruecos – VII. Otros lugares interesantes
27. Safi, la capital de la cerámica en Marruecos
No muy lejos de Essaouira en la costa Atlántica se encuentra la ciudad de Safi. Es conocida por la producción de cerámica y aunque la mayor parte del proceso había sido industrializado, todavía puedes ver artesanos que usan la técnica tradicional. Si te interesa mucho el tema y su evolución en el tiempo, puedes visitar el Museo Nacional de la Cerámica. Los alrededores de Safi cuentan con hermosas playas desérticas.
28. Agadir, un puerto balneario
Agadir es una de las ciudades más importantes de la costa atlántica del país. No creemos que es uno de lugares imprescindibles que visitar en Marruecos, aunque tenga varias cosas particulares. Primero es que una ciudad balnearia muy popular entre los lugareños y sus playas (que no son especialmente atractivas) suelen estar llenas de gente local. La ciudad tiene una marina donde los ricos aparcan sus yachts, el ambiente no tiene nada que ver con el puerto de Essaouira. Finalmente Agadir tiene unas cuantas mezquitas bonitas y jardines tranquilos donde podrás descansar fuera de las típicas rutas turísticas del país.
29. Sidi Ifni y la hermosa playa de Legzira
Sidi Ifni es una ciudad pequeña en el sur del país. Es una ciudad sin especial atractivo turístico y la mayoría viene aquí a usarla como base para descubrir las hermosas playas de esta zona. De las playas, la más espectacular es la Playa de Legzira con su tono rojizo que es especialmente atractivo durante el atardecer. ¡Lástima! que uno de los arcos fotogénicos de la playa colapsó hace unos años. Aún así es la playa más hermosa que visitar en Marruecos.
30. Desierto de Zagora, si no puedes ir a Merzouga
Entre los desiertos de piedra de Marruecos hay dos lugares donde encontrar el sueño de muchos, las dunas de arena del Sahara. La mejor opción es el Desierto de Merzouga (Erg Chebbi) que te hemos presentado en nuestro itinerario con los imprescindibles que ver en Marruecos. No obstante, para aquellos que no tengan el tiempo disponible que se necesita para alcanzar Erg Chebbi desde Fez o Marrakech, el Desierto de Zagora (Erg Chigaga) es una buena opción.
Las dunas de arena son más bajas y es un desierto más rocoso, pero se encuentra relativamente cerca de Marrakech. Además, en la ruta hacia el desierto Erg Chigag visitarás el hermoso Valle del Draa. Si no te apetece conducir y quieres visitar el Desierto de Zagora en un tour organizado, te recomendamos este tour de 2 días al Desierto de Zagora desde Marrakech.
Mapa imprescindibles de Marruecos
Itinerario recomendado para un gran viaje por Marruecos
Día 1. Llegada a Tánger y Tetuán
Día 2. Chefchaouen
Día 3. Asilah y Larache
Día 4. Rabat y/o Casablanca
Día 5-7. Marrakech
Día 8. Essaouira y/o Cascada de Ouzoud
Día 9. Marrakech-Aït Ben Haddou-Skoura y las mil kasbahs-Valle del Dadès
Día 10. Valle del Dades-Garganta del Todra-noche en el desierto de Merzouga
Día 11. Merzouga-Valle de Ziz-el Marruecos suizo-Meknes/Fez
Día 12. Meknes – Volubílis – Mulay Idris
Día 13-15. Fez, vuelta a casa
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Aquí terminamos nuestro artículo con 30 imprescindibles que ver en Marruecos. Esperamos haberte dado ideas para no uno, sino varios viajes a este país maravilloso.
¡No viajes a Marruecos sin seguro de viaje!
Después de vivir una pandemia, no querrás viajar sin seguro. Gábor todavía se acuerda muy bien de aquella noche con gastroenteritis aguda en Marrakech y le vino muy bien contar el seguro que cubrió los gastos. Nosotros siempre viajamos asegurados por IATI que ofrece una gran variedad de seguros que se adaptan a tu tipo de viaje. Haciendo clic en el banner de abajo podrás contratar tu seguro de viaje y tendrás un 5% de descuento especial por ser lector de Surfing the Planet.
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